La falta de stock de automóviles 0 km y las demoras para entregarlos en las concesionarias generan un impacto directo en la demanda de los autos usados que cada vez son más requeridos. Todo esto, sumado al índice inflacionario, provocó que los valores se dispararan: pueden llegar a valer más que un 0 km.
Pese a que hay una retracción respecto del año pasado, el mercado de autos usados se sostiene. La explicación no resulta muy compleja: ante los problemas para adquirir un 0km, cuyo valor también viene en ascenso, muchos recurren a un auto con poco uso y en buen estado.
En las concesionarias puede haber demoras de varios meses para entregar un auto recién salido de fábrica.
La restricción a las importaciones es uno de los problemas principales para los vendedores de autos en el mercado argentino actualmente. Los vendedores sostienen que si hubiera mayor disponibilidad, las ventas serían mucho mayores.
La inflación es otro freno, ya que resulta imposible “congelar” un precio a seis meses con el incremento constante de los precios en el país.
Todo esto llevó a muchos potenciales compradores a inclinarse por un usado, pero la bonanza para los vendedores no se extendió demasiado: la oferta disponible es poca y los precios se dispararon.
“Esta situación se está viendo en todas partes. También hay faltantes de autos usados porque no hay 0km y no hay recambio, por eso el usado sube”, afirmó a Democracia Raúl Labrone, de Rodano Automotores.
Además, explicó que el valor del usado depende mucho del estado en que se encuentre: “El que no es bueno sigue valiendo poco y el bueno siempre costó caro. Además hoy cotiza más porque no hay cero kilómetros y se acerca al precio del nuevo”.
“Es la primera vez que no sé qué puede pasar con esto. En realidad en el rubro automotriz la gente que cambia el auto casi siempre es la misma y se mantienen los patentamientos, aún en épocas malas”, indicó.
“No es que el 0km aumentó, es que nuestra moneda cada vez vale menos. Las empresas que se mueven son multinacionales y se manejan en dólares. Además, dependen los impuestos que en nuestro país corresponden al 50 por ciento del valor de un vehículo”, manifestó.
Según Labrone, la baja oferta de autos nuevos se debe en parte a la falta de autopartes: “Para toda Argentina había solo una empresa que hacía los insumos y hoy tardan nueve meses en ingresar al país, por lo que los autos nuevos están parados a las afueras de las fábricas por faltantes de piezas”.
Por otro lado, apuntó a los impuestos, ya que “la realidad es que en la Provincia nos cobran mucho de patente. Por ejemplo, en Santa Fe la patente sale un 80 por ciento menos que acá. En un auto de 4 millones pesos pagás 40 mil pesos en un año, que es lo que sale acá en una cuota”.
Por último subrayó que sea “increíble que un auto que usás todos los días pague más de patente que un utilitario o camioneta” dentro del territorio bonaerense.
En la misma línea, Mariano Morente, de Morente Automotores, explicó que “hay un cuello de botella. Al no haber cero, se valorizan más los usados recientes desde 2019 para acá. A lo mejor los precios hoy están muy cerca de los nuevos”.
Además, “la gente busca mes a mes qué gasto tiene el auto, más allá de las comodidades, como los costos del mantenimiento, la patente, seguro y la cuota del crédito”, agregó.
Y dijo que “hoy la gente se capitaliza en auto y veo que cada vez están más inalcanzables. Si se quiere avanzar de un modelo, hay que poner el doble de lo que vale un nuevo. Si tenés un 2018, tenés que pensar en poner otro más”.
“Hace dos años se podía comprar un auto nuevo con 10 mil dólares, como un 208. Hoy tenés que tener más dólares, por lo que no estoy vendiendo casi nada de nuevos y la gente no tiene capacidad de ahorro”, concluyó.
Más ventas en abril
La venta de autos usados en el país alcanzó en abril a 130.384 unidades y registró así una suba de 1,47% con relación a igual mes de 2021, cuando se habían comercializado 128.481 unidades, informó la Cámara del Comercio Automotor (CCA).
En tanto, en los primeros cuatro meses de 2022 se vendieron 510.023 unidades, lo que significó una caída de 6,07% comparado con igual período del año pasado, en el que comercializaron 542.982 vehículos, agregó la entidad en un comunicado.
“El mercado sigue sin repuntar; con una producción ‘estrecha’ de las terminales para satisfacer la demanda interna, el problema de abastecimiento de 0 km y usados se complica cada vez más”, dijo Alberto Príncipe, presidente de la CCA.
No obstante, Príncipe agregó que “nuestro optimismo crece si tomamos en cuenta las palabras del Presidente de la Nación en sus últimos discursos, diciendo que el Gobierno estaba trabajando para proveer de más divisas al sector, tanto terminales como autopartistas”.
“Si esto se lleva a cabo en el corto plazo, sería un salto de expectativas muy importante para nuestra actividad y crearía esperanza de poder regular el mercado con volúmenes más coherentes y tradicionales”, expresó el directivo.
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