
Marcos Quechic: “No me imaginaba nada de todo esto”
El personal trainer, bailarín y profesor dialogó con Democracia acerca de su presente y el porvenir. Tras cumplir su sueño de participar de los carnavales de Gualeguaychú, continúa su formación profesional, reserva tiempo para sus hobbies y proyecta nuevos horizontes.
Marcos Quechic es un referente del mundo del deporte juninense. Formado desde joven en diferentes disciplinas, abrió su gimnasio hace nueve años y, desde entonces, ha recolectado simpatías y entablado un vínculo estrecho con sus alumnos y gente de toda la Región.
El entrenador visitó la redacción de Democracia y dialogó acerca del lugar que hoy ocupa en la escena local. Tras repasar su carrera y principales hitos, también destacó sus principales proyectos y ambiciones.
De carrera
Marcos es un entrenador de carrera, con una extensa trayectoria en el mundo del deporte y la preparación física. Según relató, con tan solo 14 años se introdujo en el baile, en una disciplina novedosa, el break dance. “Al baile lo llevo dentro desde muy chico”, destacó.
Desde entonces, solo se ha empeñado en expandir los horizontes que su profesión le ofrece. De adolescente, Marcos invirtió su tiempo en los gimnasios de la ciudad, donde, explicó, “corría, hacía musculación y bailaba”.
Sin embargo, su pasión lo impulsó a dar un paso aun más adelante, y, a sus 17 años, realizó la primera capacitación “para dar clases de Body Combat”. Al alcanzar la mayoría de edad, Quechic trabajó por primera vez como instructor, en una suplencia.
Posteriormente, gran parte de su tiempo lo dedicó a continuar su ciclo formativo. Según detalló, en menos de un año se convirtió en instructor de Body Pump, Power Jump y Body Jump, disciplinas realizadas con elementos específicos, como barras y trampolines. Entretanto, viajaba todos los fines de semana a Buenos Aires para capacitarse como personal trainer.
Paulatinamente, los gimnasios de Junín y la zona empezaron a conocerlo, y, para entonces, explicó, dictaba “entre 10 y 12 clases semanales”. No obstante, el cuerpo joven, habilidoso, talentoso y ágil reclamaba acción, y, con solo 19 años, Marcos ya hacía “shows y presentaciones solo”. El camino por delante era extenso y alentador.
De todos modos, Quechic destacó que nunca dejó de bailar. “Tenía ganas de bailar, me gustaba, y sabía que lo iba a poder hacer”, expresó. El entrenador lleva 20 años en la actividad, y lamentó que “al día de hoy hay hombres que todavía son juzgados por hacerlo”.
Su propio gimnasio
Desde hace nueve años, Marcos trabaja en Aperfit, el gimnasio que fundó luego de haber nacido su único hijo. En noviembre del 2019, trasladó su sede a avenida San Martín, frente a la Fuente del Milenio, donde aún continúa instalado.
Según explicó el entrenador, en la institución trabajan actualmente cinco profesores que dan clases de musculación y de diversas disciplinas deportivas. Uno de ellos es su hermana, Nadia. En dicho sentido, Marcos destacó que “el objetivo es que en todos los horarios haya un instructor que ayude a los alumnos”.
Sin embargo, salirse de la rutina es también parte del día a día de Quechic, que, detalló, disfruta “organizar y participar de eventos”. En dicho sentido, el instructor formó parte de numerosos festejos y eventos multitudinarios en la ciudad. Los días precedentes, en Junín se celebró una nueva edición del festival “Actitud Rock & Bike”, y Aperfit tuvo su participación. “Había 40 personas haciendo la clase y 2000 mirándonos”, destacó Marcos, que recordó haber suspendido clases por falta de alumnos en sus comienzos.
La pandemia, un obstáculo sorteado
Solo cuatro meses luego del cambio de sede, lo que significó la expansión de Aperfit, las medidas dispuestas por la emergencia sanitaria obligaron a la institución a cerrar sus puertas. Desde entonces, Quechic debió incrementar sus esfuerzos para continuar dedicándose a la profesión.
En dicho sentido, destacó que “durante la primera etapa de la pandemia se trabajó con clases virtuales y alquiler de materiales”. En numerosas casas de la ciudad había barras, mancuernas, pesas, bicicletas, elípticos y colchonetas de Aperfit, para que los alumnos continuaran entrenando. “El alquiler era accesible y se renovaba cada 20 días”, explicó Marcos.
Por su parte, la virtualidad otorgó al instructor mayor visibilidad, sobre todo cuando dictaba sus clases en vivo a través de la red social Instagram, con “hasta 1500 visualizaciones”, estimó.
La emergencia sanitaria no daba ventaja, pero, paulatinamente, las medidas dispuestas permitieron al sector volver a dar clases de forma presencial. De esa manera, Quechic explicó que durante meses lo hicieron al aire libre, en el anfiteatro de la ciudad, a metros del gimnasio.
A pesar de los contratiempos que presentaba el clima, los profesionales no dejaron de entrenar junto a sus alumnos. “Salíamos a la calle de 10 de la mañana a 6 de la tarde, para aprovechar el sol, y trasladábamos los elementos en un carro de supermercado”, destacó.
En perspectiva, cabe destacar que la pandemia fue uno de los tantos obstáculos que Quechic y su equipo pudieron sortear. En dicho sentido, el entrenador agradeció la ayuda recibida por parte de los dueños del local, dado que, explicó “el gimnasio no hubiera subsistido ni dos meses sin su apoyo”.
Tiempo propio
Quechic se dedica “full time” a la actividad deportiva. No obstante, también reserva parte de su agenda a su hobby, el pole dance. Según explicó, las “ganas de hacer nuevas actividades” lo impulsaron a interiorizarse en la disciplina, que hoy practica de forma amateur.
“Me voló la cabeza”, destacó Marcos, que entrena hace un año y medio y toma clases “siete veces por semana”. Entretanto, no se desprende de su pasión, y también dedica tiempo extra al baile. “Yo hago. Trato de no estancarme”, expresó.
Asimismo, si bien tanto su profesión como sus hobbies le demandan esfuerzo físico, el entrenador explicó que “el cuerpo se acostumbra”, y, en dicho sentido, enfatizó en los cuidados en los que debe reparar para evitar lesiones. “Si descanso bien y mantengo buenos hábitos alimenticios el cuerpo responde bien”, afirmó.
Tiempo de proyectar
A sus 35 años, Marcos repasó el camino recorrido y expresó: “No me imaginaba nada de todo esto”. Aun así, el personal trainer juninense continúa proyectando y ya vislumbra sus próximos objetivos a nivel profesional.
Desde joven, Quechic realiza números en eventos privados por su cuenta y, según adelantó a Democracia, está planificando la formación de un grupo de bailarines para sus presentaciones.
Asimismo, también expresó que, los días pasados, oficializaron un acuerdo con una cadena muy reconocida de gimnasios para ser sede suya en Junín. “Nos avala el trabajo y gestión que venimos haciendo”, destacó Marcos al respecto. Entretanto, explicó, el equipo de profesionales que lo acompaña a diario “continúa capacitándose durante todo el año”.
Tras 20 años de carrera, el entrenador es reconocido en el ámbito. A fines de marzo, se celebra un evento en un importante hotel de Capital Federal, al que fue convocado “para ser parte del staff de profesores”. Sorprendido, el instructor recordó que, a sus 16 años, su “primer contacto con ese mundo fue en ese mismo lugar”.
No obstante, es ineludible que para proyectar y emprender nuevos objetivos, el acompañamiento es también muy necesario. Por esa razón, Quechic destacó el “papel importante” que tiene su hermana en su carrera, dado que trabaja a la par suya. “Me da lugar para mis proyectos personales y me acompaña”, explicó.