En los últimos años, el proceso de selección y designación de magistrados del Poder Judicial (jueces, fiscales y defensores oficiales) se demoró notablemente, lo cual comenzó a generar un cúmulo de vacantes que no fueron cubiertas, generadas por jubilaciones, renuncias y fallecimientos.
Según informaron a este diario, por ley, el Departamento Judicial Junín debe contar con trece fiscales, diez en la ciudad cabecera, uno descentralizado en Chacabuco y dos en Fuero Penal Juvenil.
En el caso de nuestra ciudad, hay ocho cargos vacantes y una con licencia. Es decir que el Departamento Judicial de Junín tiene tan solo cuatro fiscales para hacer el trabajo de trece.
Las vacantes fueron generadas por el retiro de Ángel Quidiello en 2017; Silvia Ermácora y Mirta Monclá en 2018; Carlos Colimedaglia en 2020; y las renuncias de José Alvite Galante y Javier Ochoaizpuro en 2021.
Además, se sumó la salida por jubilación del fiscal de Chacabuco, Daniel Nicolai, y de Sergio Terrón, mientras que la fiscal Vanina Lisazo se encuentra con licencia. Por su parte, la UFIJ N° 13 está creada, pero nunca tuvo un fiscal designado.
En consecuencia, solo quedan como fiscales Esteban Pedernera, Paola Luján, Fernanda Sánchez y Matías Noberasco (Fuero Penal Juvenil), mientras que nueve despachos están sin cabeza (ocho por vacancia y uno por licencia).
Cabe recordar que el Departamento Judicial tiene competencia en nueve partidos del noroeste bonaerense: Junín, Chacabuco, Leandro N. Alem, Rojas, Lincoln, General Pinto, Florentino Ameghino, General Viamonte y General Arenales.
“El fuero penal está siendo diezmado”
“Habiéndose formalizado en días pasados la jubilación del Dr. Sergio Terrón, se agudiza aun más la situación en la Justicia Penal, la cual reposa ahora sobre los pocos fiscales que quedan en actividad”, afirmó un conocedor del fuero.
“El fuero penal está siendo diezmado desde hace varios años y nadie da respuestas pese a los insistentes reclamos y pedidos. Uno a uno, por jubilación o motivos personales, se han ido retirando de la función y el Gobierno provincial no ha nombrado nuevos fiscales”, manifestó la misma fuente.
“Resulta inaudito que en tiempos de creciente delito y mayor demanda de respuestas judiciales, el Gobierno provincial no de respuestas concretas. Valga recordar que en Junín no se nombran fiscales desde septiembre de 2019 y no existe previsión alguna que permita avizorar cambios al respecto”, sostuvo el profesional consultado.
“Esta circunstancia genera una sobrecarga que por lo pronto está afectando y mucho en la calidad del sistema judicial, el cual, si bien funciona al compás de un esquema de emergencia dispuesto por el Fiscal general, el mismo es imposible de sostener en el tiempo”, agregó.
“Un fiscal debe afrontar entre cuatro y seis juicios orales por mañana, cuando lo normal y habitual para un servicio de justicia era de uno por jornada”, apuntó con crudeza la fuente consultada por Democracia.
“La situación es desoladora y alarmante, los funcionarios que dependen de los fiscales pasan jornadas enteras sin poder contar con los mismos para recibir directivas, evacuar consultas, elevar inconvenientes y requerir la firma para el impulso de los expedientes, lo que va generando un cuadro de angustia y frustración, afectando los ánimos y las relaciones personales, porque se está trabajando con una demanda imposible de contener, sumado al temor latente de un colapso masivo del sistema penal”, subrayó.
Una problemática que empeora con el tiempo
Las páginas de Democracia han reflejado este tema en diversas oportunidades y, a lo largo del tiempo, se observa que la situación se ha visto notoriamente agravada.
Así, en una nota del 8 de enero de 2019, se informaba que la Fiscalía de Género se mantenía, pero que aún había cuatro vacantes a cubrir para fiscales.
Años más tarde, la situación era aun peor. En tal sentido, el 13 de julio de 2021, este diario indicó en su tapa que, de las 13 fiscalías de Junín, cinco se encontraban vacantes.
Hoy, la situación sigue sin resolverse. Peor aún: se agrava.
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