Ángel José Tomino siempre tuvo en claro cuáles eran las dos pasiones que movilizaban su vida: el fútbol y la medicina o la medicina y el fútbol, sin distinguir un orden entre ambos. Con el apoyo familiar y una gran influencia materna, se abocó a la formación de la medicina, mientras que, en los tiempos libres, desandaba el niño interior que llevan todas las personas jugando al fútbol.
Las canchas y los consultorios, hasta el día de hoy, son los espacios entre los cuales divide sus días. En lo que hace al deporte, sigue abocado a la actividad física, a través de la recreación, y acompañando a sus nietos que mantienen el legado Tomino en el fútbol local.
Tomino jugador
Acerca de lo que fue su trayectoria como futbolista en distintos equipos de la Argentina, describió: “Era un jugador inteligente que hacía jugar a sus compañeros, que sabía moverme y habilidoso. Siempre fui respetado y bastante líder como amigo.
Esa fue una cuestión importante que tenía: crear amigos dentro del grupo”.
Sin embargo, el fútbol podría definirse como una perfecta metáfora de vida y, en este sentido, Tomino tuvo altibajos a lo largo de su carrera pese a “haber disfrutado y haberse divertido en todos los equipos”.
“Salvo cuando estuve en San Telmo, tras haber estado en Sarmiento, la verdad que fui feliz en todos lados. No estuve en grandes equipos a nivel nacional, sí que eran importantes en sus divisiones”, comentó.
Uno de los equipos en el que brilló fue Jorge Newbery, donde tuvo a Chacho Villafañe como DT. Sobre este dijo: “Era muy bueno y esquematizado. En su momento no estaba de acuerdo con el manejo que tenía. Le decía: ´Vamos a agarrar la pelota y gambetear. Déjate de joder con el correr y correr´. Y Chacho, antes de morirse, me dijo: ´Tenías razón. Eras un adelantado´”.
“Te anotaba todo en un libro, pero cuando estás en la cancha las cosas no se dan como uno las piensa. Por eso, es que hay que ser creativos. Hay que tener tres o cuatro alternativas para hacer”.
Pese a su pasión por la pelota, Tomino, confiesa nunca haber pensado en seguir ligado al fútbol. Al respecto aseguró: “No me interesó y me enfoqué en la medicina. Ojo que para ser entrenador hay que tener una visión muy distinta a la del futbolista y no cualquiera puede serlo”.
Y representó: “Cuando iba a practicar con Newbery, volvía, y ya tenía gente en el consultorio. No tenía tiempo para estar con los jugadores. Sin embargo, disfrutaba, con la misma pasión, de la medicina y del fútbol”.
Tomino médico
Su otra pasión, y actual profesión, fue la medicina. Como ocurre en la actualidad, no es fácil dividirse el tiempo entre el entrenamiento y el estudio. Pese a ello, Tomino pudo. “Lo hacía porque me gustaba. Disfruté del fútbol hasta que no pude más y continué haciendo lo mismo con la medicina. Disfruto todo lo que hago”.
Aunque reconoce: “Si jugara ahora, se me hubiera complicado por el tiempo que demanda, al tener que estar mucho en el consultorio y el hospital. Tanto la medicina como el fútbol se han desarrollado mucho. Esta bueno que los chicos tengan un plan b en la vida.”
Carlos Salvador Bilardo
Uno de sus amigos más cercanos, quizás más por la medicina que por el fútbol, es Carlos Salvador Bilardo, reconocido exjugador y DT campeón con el seleccionado nacional en 1986.
Mucho antes de ello, Tomino forjó una gran amistad a base de libros y fue determinante para que Bilardo pudiera recibirse. En torno a esto, señaló: “Yo era muy metódico y quería recibirme. No era fácil repartirse entre el fútbol y la medicina, e iba todos los días a la casa de Bilardo, en La Paternal, a estudiar”.
“Iba a buscarlo y nunca estaba: siempre estaba ayudando a algún amigo a vender flores o sandías y nos quedábamos toda la noche estudiando. Todo eso hasta que fue a Estudiantes lo que le demandaba más tiempo. Su pasión era el fútbol y pasó a ser su prioridad”, recordó.
La última vez que hablaron fue hace seis meses. En la actualidad, Tomino mantiene un diálogo cotidiano con Gloria, la mujer de Bilardo. “Ahora él está con un problema en la memoria. Es una pena porque es una persona joven con una gran capacidad y no la puede desarrollar”, se lamentó.
El nieto José
José Tomino, su nieto, integra el actual plantel de Sarmiento. Además, representa la tercera generación de la familia en jugar al fútbol profesional. Sobre él expresó: “Es un gran jugador que no ha tenido mucha suerte. Depende mucho el club en el que estés y el DT de turno. Josecito estuvo en River, un equipo que sale jugando con la pelota, y eso lo sienta bien sumado a que va bien de arriba y es muy inteligente. No tengo dudas de que va a triunfar”.
“Él es más para el fútbol europeo, no el fútbol de choque que tenemos acá. Depende del entrenador, sus gustos y la confianza que depositen en sus jugadores. Los dos últimos casos de Sarmiento, Iván Delfino y Mario Sciacqua, preferían defensores aguerridos y fuertes porque, precisamente, se ha ponderado equipos de garra y fuertes, más que equipos que jueguen lindo al fútbol”, opinó.
Torneo del Social
Por último, abordó la pasión que lo mantiene ligado al fútbol en la actualidad y desde dentro de la cancha: el Torneo del Club Social. Acerca de este, destacó que “histórico”.
En sus inicios se desempeñó como jugador para hacerlo en la actualidad como DT del equipo “Los Compadres”. Tras casi 65 ligados al Social comentó que “quedan pocos de los que vivimos las primeras generaciones del torneo”.
“Aún se mantiene la esencia porque persisten estas personas. A mi equipo lo siguen ahora Leopoldo, José y Cacú”, finalizó.
Familia
José Tomino recuerda que, cuando él era chico, fue su madre la que lo “preparó” para ser médico. “Para que no le tuviera miedo a la sangre, me hacía matar las gallinas, así me iba acostumbrando, aunque no tenía nada que ver con la medicina”, cuenta entre risas. Sí, lo cierto es que esta semilla familiar germinó, pero no la relacionada con la medicina, sino la pasión por el fútbol. Primero fue Leopoldo, su hijo, con sus pasos por Ferro, Arsenal, Tigre y Sarmiento, antes de adentrarse al mundo jurídico. En la actualidad, tanto José como Cacú, ambos hijos de Leopoldo, continúan con el legado futbolístico en la familia. “Josecito”, para diferenciarlo de su abuelo, formó parte de la Reserva de River Plate e integra el plantel profesional de Sarmiento que conduce el DT Israel Damonte, mientras que Cacú se desempeña en las categorías juveniles de AFA del Verde. “Siempre la idea es que ellos hagan lo que les gusta, dejándoles libertad para decidir. Ambos son buenos jugadores y tienen un gran futuro”, comentó Tomino.
“El fútbol”, por Ángel José Tomino
1. Entrenador
Al momento de destacar a un entrenador eligió a Guardiola en Manchester City. “Es un equipo que me enloquece como juega: los defensores atacan, los delanteros defienden y van siempre para adelante".
2. Futbolista
Cuando tuvo que elegir a un jugador del actual plantel de Sarmiento que se asemeje a Ángel José Tomino resaltó la figura de Gervasio Núñez y lo definió como “un jugador que se ubica bien”.
3. Estilo
En torno a la grieta entre “ganar jugando bien o con ganar simplemente alcanza”, manifestó: “Es difícil ganar jugando mal: te puede pasar un año. No es una cosa rígida el fútbol, es muy dinámico”.
4. Newbery
Sobre su querido Jorge Newbery, destacó: “Nos diferenciaba la unión y amistad entre todos, como así también el hecho de que nos defendíamos unos a otros. Estuviera el DT que estuviera, jugábamos siempre igual”.
5. Sarmiento
Además de destacar su paso por el Verde, equipo donde jugó él, su hijo y en el que se encuentran sus nietos, comentó: “Ha sido muy bueno el crecimiento con un gran desarrollo económico e infraestructura".
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