EL ASADO, CASI UN BIEN DE LUJO

Baja en las ventas de carne: afirman que en Junín se busca más precio que calidad

En una recorrida por distintas carnicerías de la ciudad, Democracia recabó que los clientes privilegian los cortes más económicos, al tiempo que cayó la demanda en los mostradores. El país registra una caída del 4,8% en el consumo.

La escasez, el calor extremo, el temor de que se corte la luz -si bien los apagones no fueron masivos y muy prolongados como en el Conurbano- y, fundamentalmente, los bolsillos flacos inciden por estos días en la caída de ventas de las carnicerías de nuestra ciudad. De todos modos, enero siempre es considerado un mes “tranquilo” en los mostradores, en muchos comercios del ramo se habla de una baja de hasta el treinta por ciento con relación al mismo mes del año anterior.

Por la razón que sea, en las carnicerías es muy poco el movimiento que se observa desde que arrancó enero. Algunos carniceros opinan que, pese a que se escucha por todos lados que “la cosa está mal”, mucha gente se fue de vacaciones y la ciudad se ve como vacía.

Tras las restricciones implementadas por el Gobierno nacional, la exportación de algunos cortes de carne se vio suspendida, con el objetivo de fomentar la producción interna. En la ciudad, la oferta de carne por parte de los productores ha disminuido bastante, por lo que obliga a los comerciantes a reducir sus ventas y aplicar aumentos en los cortes. 

“Entrás a una carnicería, decís buen día, y ya son mil pesos”, afirmó Omar Chaperón, de la carnicería La Campiña. 

Según la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), el país registra una caída del 4,8% en el consumo de carne por habitante, a pesar de los topes a las exportaciones. Estas medidas fueron previstas para mejorar los precios del mercado interno, pero en líneas generales esa disminución de valores no duró demasiado debido a la gran demanda, explican en el sector.

En este sentido, Omar Chaperón, dueño de la carnicería La Campiña de Junín, afirmó a Democracia que, debido a la intervención oficial, el mercado está muy complicado. “El carnicero no pone los precios, a mí me dicen esto vale tanto y yo te lo tengo que vender a ese precio. Está en los clientes la decisión de ver a qué precio compran”, señaló.

Y el carnicero ironizó: “Entrás a una carnicería, decís buen día, y ya son mil pesos”. 

Por su parte, Gonzalo Insaurralde, dueño de Carnes Varón, hizo mención a la suba de precios que realizaron los supermercadistas a comienzos de este año, situación que derivó en que “el precio del mercado levante el precio en el mostrador, algo que repercute en un consumidor que no está muy fuerte”. 

Los encargos de carne también se ven afectados por la falta de cortes y el costo de los mismos, algo que afecta plenamente a la semana laboral de las carnicerías. “En la semana vendo 14 medias res aproximadamente, y antes vendía el doble”, graficó Chaperón. 

“La gente va regulando en cuanto al precio y a la calidad de la carne, y siempre tirando para este último”, agrego Chaperón con respecto a qué es lo que buscan los clientes. 
En lo que respecta a los precios de los distintos cortes, Chaperón indicó: “El kilo de asado arranca entre los $1200 o $1300, hoy en día”. Y agregó que “una res, según el peso, le está saliendo al carnicero entre 60 y 70 mil pesos”, de acuerdo al peso.

“La gente no tiene plata”
Insaurralde destacó que “esta semana se va a normalizar, pero para un consumo bajo, porque considero que no es el tema de la carne y los costos, sino que tiene que ver con los sueldos, que no suben. Si comparamos el precio de la carne con otros productos, no me parece que esté cara en ese sentido”.  

“Disminuyó el consumo de carne porque la gente no tiene plata y no le alcanza”, graficó otro comerciante del rubro consultado por este diario. 

“La caída de las ventas ya se sintió con fuerza para las Fiestas, una fecha especial, en la cual se supone que las familias hacen su mayor esfuerzo para armar un menú acorde con la ocasión”, comentó. 

Los carniceros consultados concordaron en que la gente ya se dio cuenta de que los llamados “Cortes Cuidados” no se pueden comer y los otros no están al alcance de su presupuesto; esas son las razones por las que se vende muy poco. 

Miguel Jairala, responsable de estadísticas del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), analiza el estado de situación del sector en el 2021.

“No es el tema de la carne y los precios, sino que esto tiene que ver con los sueldos, que no suben”, afirmó Gonzalo Insaurralde, de Carnes Varón.

“El año fue muy difícil para la industria de la carne porque arrastró con una restricción de oferta muy fuerte, como consecuencia del ajuste en los sistemas productivos que se dio por el aumento del precio del maíz. Eso alargó los períodos de engorde, hubo menos intensividad a lo largo del año y eso derivó en menores faenas, una menor oferta y un incremento del precio”, sostiene a través del portal del IPCVA.

No obstante, se muestra optimista con relación a la posibilidad de revertir la caída de los últimos años.

Para tener en cuenta
Con relación a los cuidados que hay que tener por el calor, el IPCVA informa que el color de la carne está dado por una proteína que brinda el tono rojo y puede cambiar mientras se almacena en la carnicería, en el supermercado o en el hogar. Cuando se guarda de forma adecuada, los cambios en color son normales y no necesariamente indican que el producto esté deteriorado.

La carne vacuna fresca y cruda se puede conservar de 3 a 5 días en la heladera a una temperatura de entre 0° y 5°C, y hasta 6 meses en el congelador.

“Va a seguir en baja”
El presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcia, estimó que el consumo de carne vacuna va a seguir bajando este año, pero consideró que seguirá en alza la demanda de cerdo y pollo.

Según el dirigente, "hay cambio de hábitos de consumo y en el total de carnes, se está consumiendo más que una década atrás".

"Desde 1980, la población argentina casi duplicó, pero la producción de carne vacuna sigue siendo la misma. Entonces, no se ajusta solo por consumo o poder adquisitivo, sino por cantidad de oferta y por el crecimiento de carnes que no son vacunas", explicó Urcia.

El empresario aseguró que 2021 "fue muy bueno" para el sector frigorífico que, a su criterio, logró garantizar "un buen abastecimiento".

"Desde 1990, solo en 13 años se faenaron más de 13 millones de vacunos, y en 2021 estuvimos cerca de esa cifra. También, el año pasado creció 7% la faena de cerdos, que es una carne alternativa de la dieta de los argentinos, no solamente por precios", resaltó.

Asimismo, afirmó que los precios "tienen un valor muy razonable. Es uno de los pocos precios que ajustan por oferta y demanda en el país. Pero son el resultado de un desbarajuste económico".

"Es que en un contexto donde hay varios tipos de cambio, con una inflación alta, los precios internos son consecuencia de esa realidad macroeconómica", evaluó.
Y añadió: "Los precios van al compás de la pirotecnia que es la economía: meses con subas importantes, meses de estancamiento". 

Urcia detalló que en el país hay 370 frigoríficos, 4 mil matarifes abastecedores, 80 mil carniceros y 200 mil productores. "Es un universo imposible de poner de acuerdo. Y eso lleva a la imposibilidad de que haya posiciones dominantes", dijo el dirigente, quien a la vez reconoció que hay "un núcleo importante formal, pero alrededor de un 7% absolutamente marginal, algo que no se ve mucho en las grandes ciudades".

El precio aumentó un 60% en 2021
El precio de la carne subió 60% en 2021, casi 10 puntos por encima de la inflación general, con picos de hasta 66,6% según la región del país.

El dato cobra valor porque surge del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que de esta forma pone en cuestionamiento la política oficial de prohibición de exportaciones y congelamiento de precios.

Los valores de uno de los productos más tradicionales de la mesa de los argentinos tuvieron la misma tendencia durante todo el año y el Gobierno no logró frenar esta inercia.

La situación de precios fue diferente de acuerdo a la región del país.

El mayor aumento se dio en el noroeste, donde los precios subieron 66%; luego aparece la región Pampeana, con un alza de 63,2%, y un escalón por debajo se ubicaron el Gran Buenos Aires, con actualizaciones anuales por 60,6%, y el noreste, 60,2%. En Cuyo, la variación fue de 59,7% y en la Patagonia, de 59,3%. Ante la disparada del precio de la carne, el Gobierno dispuso el junio el cierre de las exportaciones de determinados cortes y prolongó la medida al comenzar 2021 para siete especialidades populares.

Asimismo, incluyó una serie de cortes en el programa Precios Cuidados.

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