El juninense Martín Bosa lleva más de 30 años en el mundo de la música y actualmente se encuentra metido de lleno en el mundo de la producción, tras ser miembro de bandas como Juana la Loca, Attaque 77 y La Franela.
Como productor trabajó con grupos de la trascendencia de Los Piojos, Babasónicos y Las Pastillas del Abuelo, además de siempre estar ligado con el teatro, cine y la televisión.
Los inicios
A los 15 años empezó a tocar en Junín con Federico Forte en un proyecto en el cual después se unió “a Fede Troia en la banda ‘El Altillo de la Abuela’ y siempre seguí ligado a ellos porque son amigos, ya sea con Delfines de Etiopía o Bredda”, recordó Bosa a Democracia.
Y agregó: “Después a esa banda, sumamos a Guasón Manzanares y luego se abrieron dos proyectos más: uno de reggae y otro más para el rock con Guasón que se llamó Eléctrico Caramelo”, en Buenos Aires, donde había ido a estudiar comunicación social.
En ese marco, con 19 años, abrió en nuestra ciudad el boliche El Divino y el mánager de Juana la Loca –una banda que entonces empezaba a ser importante– le propuso hacer un show en ese lugar. “Después de ese encuentro con los Juana, me invitaron a tocar con ellos”, afirmó.
“Tenían una fecha en Cemento con Babasónicos y su tecladista se había ido a tocar con Los Brujos, por lo que me sumaron en teclados. Luego, nos fuimos para Córdoba y a la vuelta me dijeron que tenían proyectado grabar un disco en Los Ángeles y si me quería quedar en la banda”, expresó.
“Terminé subiendo a mi primer avión y conociendo por primera vez el extranjero gracias a la música, con 20 años. Fue hermosa esa etapa, muy nueva y muy rápida. También participé de dos videos clip”, agregó.
“Juana fue un momento muy hermoso porque éramos muy chicos y todo era novedad, desde grabar en Los Ángeles con Billy Preston, que fue el quinto Beatle; haber grabado con él fue una locura y hoy lo veo en el documental de Los Beatles. Es un recuerdo que me voy a llevar de por vida", expresó.
Según dijo, “fueron dos años muy buenos” en los que aprendió “cómo era jugar en primera, con presentaciones en Chile, Paraguay, Uruguay, en lugares para 20 mil personas”.
Attaque 77
Después de dos años, en diciembre de 1998, presentando el cuarto disco de Juana La Loca, Rodrigo (el cantante) “quiso hacer su carrera y nosotros hicimos un proyecto paralelo que se llamó Deluxe”, recordó el músico.
A su vez, “Attaque 77 me venía llamando: ese verano de 1999, tenían una gira de tres meses, y me sumé a ellos. Ahí arranqué con Attaque con quienes estuve diez años que fueron increíbles porque me permitió seguir tocando y aprendí un montón. Giramos mucho por Europa y Latinoamérica, con lo que ello significa”, destacó.
“Vas aprendiendo el camino. Ver te permite aprender y son cosas que uno va guardando en esa mochila que en inglés se llama background. Son conocimientos que se van usando en cada decisión y en cada cosa que uno hace. Todo eso te acompaña para siempre”, indicó.
“Después, Ciro (el cantante) estaba un poco cansado, quiso frenar la banda y los chicos quisieron seguir. Él dijo que se bajaba y para mí la banda sin Ciro dejaba de tener sentido también y me bajé yo también”, explicó.
Los Piojos
En 2005, el juninense había comenzado a trabajar con Los Piojos y, luego, fue parte de la producción de su último disco de estudio llamado Civilización.
“Venía grabándoles en casa porque ellos no tenían un estudio y solo grababan en la sala. Entre Máquina de Sangre y Civilización tuvieron un impasse y como no ensayaban venían a casa”, indicó.
“Casi todos los demo de Civilización los habíamos hecho juntos, entonces cuando se juntaron de vuelta para hacer ese disco me pusieron como productor e ingeniero de sonido, junto a Pablo Guyot y Alfredo Toth”, manifestó.
“Trabajar esa última etapa de Los Piojos fue hermoso y muy importante para mí, además de que fue un disco muy premiado. Era la banda número uno de ese momento en la Argentina y me invitaron a tocar en el estadio Único de La Plata, que fue una experiencia hermosa”, dijo.
La Franela
Luego de la separación de Los Piojos, por aquellos días, Daniel ‘Piti’ Fernández (guitarrista y cantante) le daba impulso a su propio proyecto musical: La Franela. Y convocó, entre otros, a Martín Bosa.
“Como con Piti veníamos jugueteando, me sumé a un proyecto que él tenía de hacer las canciones que no entraban en Los Piojos que fue la banda La Franela en la que estuve 10 años y me dio muchas alegrías”, expresó Bosa.
“Ahí aprendí a tener una banda propia, ya que con Juana La Loca yo había entrado con el proyecto ya creado. En La Franela fui productor de los discos, tomaba decisiones artísticas y empecé a ser compositor de las canciones”, sostuvo.
“Fue muy lindo mientras duró y luego llegó el momento de ser padre. Es bastante desgastante el día a día de la banda de rock, estar mucho en la sala y estar poco en casa. Estaba un poco cansado y preferí dar un paso al costado”, explicó.
“Entendí que algunos aspectos eran vitales, la banda no estaba respondiendo como a mí me hubiese gustado y no me pareció interesante seguir en algo que no me llenaba tanto. Preferí abrirme y ver qué pasaba y siguieron pasando cosas”, afirmó.
“La paternidad es hermosa, es una experiencia que siempre quise tener en la vida y es buenísimo”, subrayó.
Producción musical
Además de músico, Bosa es muy reconocido por su trabajo como productor musical para bandas, teatro, cine, y televisión.
Dentro de esta actividad, produjo ‘Civilización’ de Los Piojos, ‘A propósito’ de Babasónicos, los tres primeros trabajos de Las Pastillas del Abuelo, discos de MAM, Rosal, Superlasciva, Banda de Turistas, La Beriso, y los juninenses Las Morochas y Delfines de Etiopía, entre otros.
“Paralelamente a todas las bandas, siempre hice música de teatro, cine, y tele. En el 2000 empecé a trabajar con Favio Posca, cuando Rocco nacía, quien en 2019 me invitó a ser parte de su proyecto. Un niño que vi nacer y que se convirtió en un genio: fue un orgullo”, indicó.
“Empecé a tocar con él en vivo, me propuso producirle su tercer y cuarto disco. Hicimos unas live session y luego produjimos juntos el último disco que es una bomba, me encanta, que lo grabé y mezclé”, afirmó.
“Ahora estoy haciendo la música de una película del director juninense Salvador Roselli, estoy ayudando a Micky (bajista de Los Piojos) que está sacando un disco y lo estoy ayudando a producirlo”, continuó.
Además, “estoy haciendo la obra nueva de Griselda Siciliani, un musical que dirige Carlos Casella, otro artista con el que trabajo muchísimo. Se estrena ahora el 9 de febrero con música mía”, agregó.
Y destacó que con Diego Rodríguez, de Babasónicos, “nos convocó Martín Piroyansky para su nueva serie de Amazon Prime, en la que actúa él y Susana Giménez. Durante todo el año pasado le hicimos la música, que fue un trabajo gigantesco y hermoso. Son ocho capítulos de media hora”.
“Está buenísima porque son unos chicos que arman una banda de rock y tuvimos que componer las canciones, además de la música de la serie. Fue increíble y fue muy lindo trabajar con Diego que es como un hermano”, dijo.
“La producción musical empezó por una cuestión de carencia. En diciembre de 1998 cuando nos separamos con Juana, no teníamos plata para pagar un estudio, entonces con lo que Favio Posca nos había dado para hacer la película de su primera obra, me compré unos aparatos en Europa cuando estaba de gira con Ataque 77”, recordó el productor.
“A la vuelta monté un estudio y empecé a producir porque no había otro que lo produjera. En el 99 grabamos el primer disco de Deluxe produciéndolo nosotros. Medio que quedé al mando con Eugenio Parracia, otro amigo de la vida. Devine en productor musical por necesidad”.
“La composición y la producción de la música son dos caras de una misma moneda. La paleta con la que pinta un productor es muy importante en el resultado de una canción, tanto como la paleta del compositor. Haciendo uno va aprendiendo, igual que en la música que soy autodidacta y lo fui haciendo de insistente. Debo haber producido unos 500 artistas”, cerró.
Estelares
Actualmente, “con los amigos de Estelares, con los que siempre recorrimos el camino de la mano, a veces más cera y otras veces no tanto, pero siempre conectados, me invitaron a sumarme a esa superbanda, con seis músicos de la hostia”, informó Bosa.
“Me sumé a aportar en donde había un lugarcito cada tanto o cuando tienen fechas grandes. Cada paso que uno da siendo que siempre es hacia adelante o hacia arriba. Tocar con ellos es una cosa increíble con una humildad desconocida. Es súper placentero estar con ellos en este momento de mi vida”, expresó.
“Me había sumado en el Gran Rex cuando presentaron Las Lunas porque habían grabado muchas percusiones en el disco. Nos gustamos, encantó tocar y me propusieron seguir tocando cuando el escenario diera por el tamaño. Estoy súper agradecido”, concluyó.
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