Tras permanecer alrededor de dos años inactivo por la pandemia, el músico juninense Rubén “Sensación” Citterio -y su banda- vuelve a los escenarios.
El cantante local, con expansión en la Región y el resto del país, está cumpliendo 40 años de trayectoria en el ambiente de la cumbia y el cuarteto, y proyecta terminar de grabar su disco Nº 23 “Tengo cuerda para rato”, que tuvo que postergar por la cuarentena.
“Es importante para mí porque voy con toda la banda y con todos mis éxitos que todavía siguen recorriendo el país. Ya están llamando de nuevo para contratarme. Para enero tengo Trenque Lauquen y en febrero Chacabuco y Pehuajó”, explicó Citterio en diálogo con Democracia.
“Quiero destacar a mi familia que siempre me acompañó desde los comienzos primeramente mis padres, mi hermana, mi sobrino, que fueron los pilares en aquella época. Actualmente me está ayudando mi esposa y mis hijos”.
Y expresó sus ganas de terminar el disco que le quedó pendiente y volver a los escenarios con más fuerza. “La gente está volviendo a salir porque estuvo encerrada dos años”, apuntó.
“Yo estoy intacto con la banda tocando todos mis éxitos. Por ahí puedo hacer un paso doble para la gente cuando me pide, que no son temas míos. En la primera entrada hago cuarteto y cumbia, y ya en la segunda por ahí me piden un tango o milonga”, explicó.
“La música alegra los corazones”
Sobre sus inicios en la música, el acordeonista recordó: “Yo comencé un primero de mayo de 1980 en el paraje La Agraria. Después hasta 1994, que fue el fuerte mío, tuve trayectoria en los medios como en Canal 9, Feliz Domingo para la Juventud, canal 5 de Rosario y una cantidad de canales locales de la Provincia”.
“Canal 9 fue muy importante porque ahí me hice conocer más a nivel nacional, lo que me ayudó mucho. Después empezaron a caer las grabaciones, con 22 discos editados. El número 23 se me estropeó porque estábamos por grabarlo cuando apareció esta pandemia”, indicó.
“Recuerdo en 1986, cuando Argentina salió campeón del mundo, actué en Chivilcoy y Chacabuco, donde me hicieron entrar embanderado. De esa manera subí al escenario a tocar con la banda”.
“Tengo más de 300 canciones registradas en Sadaic y estoy orgulloso porque las están tocando y grabando muchísimos solistas y grupos a nivel provincial y nacional. Todos estos años me dan una satisfacción enorme porque la música alegra los corazones”, expresó.
“Recuerdo en 1986, cuando Argentina salió campeón del mundo, actué en Chivilcoy y Chacabuco, donde me hicieron entrar embanderado. De esa manera subí al escenario a tocar con la banda”, afirmó.
Y continuó: “En ese tiempo marcábamos el tiempo con el pie en el piso y había unas tablas que daban al sótano y pasé para abajo. Marqué y quedé colgado con el acordeón”, expresó entre risas.
Otro recuerdo que tiene muy presente “fue ese 10 de febrero de 1988 en el estadio del Club Sarmiento de Junín en la Fiesta de la Familia, donde había entre 20 y 25 mil personas. Estaban las dos tribunas llenas, al igual que la cancha, donde la gente bailaba. Creo que fue el show más importante que hice en toda mi trayectoria, si bien actué en otras localidades con 1500 o 2 mil personas”.
El receso, la vuelta y la familia
Entre 1994 y 2006, Rubén Sensación tuvo un receso en su carrera a raíz de un problema de salud, que lo alejó de los escenarios. Pero antes, “durante la primera época mía he laburando mucho en cumpleaños, y casamientos”, recordó.
“Cuando volví con la música, en Saforcada hice una reaparición mía con una aceptación total porque fue algo impresionante. Lo recuerdo como si fuera hoy”, sostuvo. Y continuó: “Ahí comencé de vuelta y llevaba grabados 14 discos. Del 2006 a la actualidad grabé ocho más hasta que apareció la pandemia”.
“La pandemia me sirvió para conectarme con el acordeón en casa y no se pongan duros los dedos y hacíamos algo con mis dos hijos, que son Juan Ignacio y Francisco, que ahora están los dos conmigo en la banda.
Además, durante la cuarentena “me sacaron de distintos medios en los que hacíamos los bailes virtuales y eso me ayudó un montón, ya que me costó muchísimo acostumbrarme”, afirmó.
“Juan, el más grande (28), que toca los teclados, en 2006 se sumó conmigo a la banda y Francisco, de 13, que va al conservatorio a aprender guitarra, sube al escenario a hacer más que nada percusión con el güiro”, informó.
Y agregó: “Es una satisfacción enorme después de tantos años tener a mis hijos acompañándome en el escenario”.
“Quiero destacar a mi familia que siempre me acompañó desde los comienzos, primeramente mis padres, mi hermana, mi sobrino, que fueron los pilares en aquella época. Actualmente me está ayudando mi esposa y mis hijos”, expresó.
“El apoyo de la familia, yo digo siempre, es muy importante para que te ayude, que me espere cuando regreso a la madrugada o que te esperen con el almuerzo”, cerró.
____________________________________
Seguinos en Instagram
COMENTARIOS