Mientras los contagios de coronavirus crecieron en el país un 42 por ciento en la última semana y se encienden luces de preocupación -en la provincia de Buenos Aires se registraron ayer 1801 casos-, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, afirmó en una entrevista con Democracia que las personas vacunadas tienen menor riesgo de internación y contagio.
-Hay una escalada de los contagios, ¿a qué la atribuye?
-Diciembre es un mes difícil porque hay muchos encuentros y muchos de estos se están dando, lamentablemente, sin las medidas de cuidado. Hay que volver a recordar la importancia del uso del barbijo y el distanciamiento. En esos encuentros se pierde muchas veces el distanciamiento, la ventilación, a veces por el calor se realizan reuniones en lugares cerrados, con aire acondicionado, eso hay que tratar de evitarlo, porque hay un predominio absoluto de la variante Delta, que es muy contagiosa. Se vio el año pasado también, con un aumento de los contagios. Esperemos que nos cuidemos mucho de acá a las Fiestas y que logremos volver a tener en mente las medidas de cuidado.
-¿La variante Delta es la de mayor circulación actualmente?
-Sí, casi todo lo que se encuentra hoy es Delta. Esperemos que la Ómicron no sea más grave que esto. En la Provincia no tenemos ningún caso de Ómicron detectado, tenemos contactos estrechos, que dieron negativos y están aislados, pero es una cuestión de tiempo. Con las fronteras abiertas, en Inglaterra, por ejemplo, la Ómicron pasó en apenas 12 días del 1 a más del 80 por ciento de los casos; el caso que se ve en Córdoba viene de EE.UU. y generó una cantidad de contactos estrechos asintomáticos, que pueden ser todos Ómicron, cerca de cien, así que esto puede hacer que rápidamente llegue a la Provincia, donde todavía no tenemos casos.
-Pese a la suba de casos, no se registran internaciones masivas.
-Es cierto que no son masivas las internaciones, porque tampoco tenemos tantos casos, pensemos que tenemos cerca del 9 por ciento de los casos que tuvimos con respecto al pico, que fue de 12 mil casos, por eso no tenemos internaciones masivas. Sí aumentaron las internaciones, habíamos tenido una caída de hasta 330 casos promedio y había muchos hospitales que se habían quedado sin pacientes y hoy vuelven a tener pacientes. El 62 por ciento de los pacientes internados en terapia intensiva no están vacunados, y dado que el 85 por ciento de la población está vacunada, esto significa que una persona no vacunada tiene doce veces más probabilidades de ser internada.
-¿Las terceras dosis son claves?
-Aparentemente son muy importantes, y con la Ómicron, por lo que se viene viendo, son más importantes aún, por eso seguimos trabajando. Hoy (por ayer) lanzamos más de 800 mil turnos para la dosis de refuerzo y el objetivo es que de acá a marzo -se espera un pico para marzo o abril, como consecuencia del cambio de las condiciones de contagiosidad en el ambiente- lleguemos con toda la población con menos de cinco meses de la segunda dosis y que ya todos tengan la tercera.
-¿Hay diferencias epidemiológicas entre los grandes centros urbanos y el interior?
-En las ciudades más pequeñas o medianas, más abarcables, tenemos porcentajes de vacunación más elevados, eso es positivo, pero lo negativo es que hemos tenido una mayor tasa de positividad en el interior, en las ciudades más chicas, e incluso una mayor letalidad. Le fue mucho peor a la población en el interior que en el conurbano, levemente, pero un poco pasó eso. Y esa es la única diferencia. En términos generales es bastante homogéneo el comportamiento, alcanzaron las camas para todos en la Provincia y el promedio del 85% de vacunación es bastante representativo de todos los distritos.
-El pase sanitario generó controversias.
-Ya agota esto, no podemos hacer política con estas cosas, es una locura. El pase sanitario tiene como único objetivo estimular al 15% de la población que no se vacunó y al 10% que se puso la primera dosis, pero no la segunda. Tenemos 14,5 millones de personas con la primera dosis dada, y 12,5 millones con la segunda, por lo que hay 2 millones de personas que se dieron la primera dosis, pero no la segunda, y hay cerca de 1,5 millón que no se dio ninguna vacuna. A esa gente hay que estimularla para que se vacune. No creo que todos sean antivacunas, quizás la vida pasa por otro camino, no sienten la necesidad, la salud no es su prioridad en este momento, y la verdad es que hay que ayudarlos y para eso es el pase sanitario, para que hagan todas las actividades que quieran hacer: ir al teatro, al cine, a un restaurante, al gimnasio, pero que se vacunen. Tenemos la experiencia, la capacidad, vamos al territorio, vamos casa por casa. Las vacunas están, de lunes a lunes en los centros de vacunación. Hay que hacer que todo el mundo ponga el hombro y vacunar.
-¿Por qué cree que hay un sector de la población que no se vacuna?
-Si uno analiza a la población mayor de 50 años, el 97% se dio la primera dosis y el 95% se dio la segunda. En la franja de entre 18 y 39 años la vacunación cae a cerca del 38%, tiene más que ver con eso, con que los primeros se vacunaron en el momento en que había mucho más riesgo, quizás los más jóvenes tengan menos percepción del riesgo. El que se contagia, aun vacunado, tiene mucho menos riesgo de complicarse y de contagiar a otros. Esto está visto en Europa, donde los países con tasas de vacunación muy elevadas han pasado esto sin sobresaltos mayores.
-¿Cómo cree que va a ser la temporada de verano?
-Vamos a tener una temporada extraordinaria, con actividades cultuales, más llena de gente que nunca, posiblemente. Y va a significar un esfuerzo muy grande para el sistema de salud. Necesitamos exigir el pase sanitario para que la situación no empeore a mitad de la temporada y no tengamos que tener ningún tipo de restricción, yo creo que no las vamos a tener, pero depende mucho de que todos se comprometan. Por ejemplo, para las Fiestas, donde todo el mundo se encuentra -todavía estamos a tiempo-, si uno les pide a los familiares que vengan vacunados, me parece que con eso liquidamos el asunto. Tiene mucho menos riesgo de contagiarse un vacunado que alguien no vacunado. Con esa acción, que cada uno hable con su familia, resolvemos el problema de acá a la temporada de verano y el año que viene.
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