"Picó la vieja, seis palitos…", le dice uno de los integrantes de la banda "Gypsy Kings" a un cómplice con el que habla por teléfono. Se refieren a un engaño, a un robo que lograron concretar y que les dejó como resultado una abultada suma de dinero.
En 2018, con una fortuna en su poder de casi 120 vehículos, cerca de 100 millones de pesos en distintas monedas, quince TV de alta gama, alhajas, equipos de audio y aparatos de electrónica, esa organización criminal de gitanos fue desmantelada por la Policía bonaerense, en una operación que incluyó 30 allanamientos y diez detenidos.
Fue la primera de más de quince bandas delictivas dedicadas a cometer cuentos del tío y secuestros virtuales, que fueron desarticuladas en los últimos tres años en Junín y la Región, con allanamientos además en otras ciudades como Neuquén, Rosario, Luján, Pergamino, Buenos Aires, Catamarca, Corrientes y Córdoba.
Se trata de una modalidad del hampa, que creció en paralelo a la pandemia de coronavirus, con un aumento exponencial de más del 500%, según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci).
¿Cómo operan?
Fuentes policiales informaron que, generalmente, se trata del mismo clan familiar en el que cada uno de sus integrantes cumple roles diferentes.
La metodología casi siempre es la misma: consiste en que una mujer o un hombre llamen a una persona, haciéndose pasar por su hijo, nieto u otro familiar, para decirle que debe cambiar los billetes de sus ahorros porque van a perder valor y que un "amigo" o personal del banco va a pasar por el domicilio a retirar el dinero para el canje.
Así es como la víctima (apuntan a adultos mayores) le entrega los billetes al delincuente que, sin levantar sospecha, huye con tranquilidad.
También, existe el modus operandi en el cual el malviviente acompaña al damnificado a la entidad bancaria para retirar los ahorros de toda una vida.
Blanqueo de dinero
Tras cometer los hechos, las organizaciones buscan comprar bienes como automóviles de procedencia legítima para blanquear el dinero, además de departamentos, electrodomésticos como aires acondicionados, heladeras, equipos de audio o consolas de videos.
Además, suelen tener contacto con malvivientes que sustraen vehículos en el Gran Buenos Aires que, luego, son adulterados en sus numeraciones y se falsifican las documentaciones.
Los diálogos
En el caso de las comunicaciones de los "Gipsy Kings", a las que pudo acceder la Policía, los gitanos mantenían diálogos confusos y ambiguos con ancianos a los que llaman "abuelos". Los convencían de que debían ir al banco a retirar el dinero que tenían guardados en cajas de seguridad o en sus cuentas.
"Venite para el banco ahora que vamos a perder todo", decía uno de los delincuentes durante un diálogo con una de las víctimas. En otro audio, el estafador confundía al anciano hablándole rápido: "No me cortes abuelo, andá para el banco con la llave de la caja de seguridad".
"Traé el documento, entrá al banco y no hables con nadie porque la gente no puede decir nada a nadie hasta las cuatro de la tarde", sostenía uno de los integrantes de la banda en otra comunicación, en la que la víctima accedió y le adelantó que “cumplirá con el pedido”.
En otra comunicación, el estafador le consultaba a un anciano cuánto dinero tenía guardado. "¿Abuelo cuánto hay más o menos? ¿Treinta y cinco mil pesos, no?", le preguntaba.
Los delincuentes aducían que por la profunda crisis económica del país debían retirar todos sus ahorros de las entidades bancarias, recordándoles en su relato la "Crisis del Corralito Bancario" de diciembre de 2001. Con esos argumentos, convencían a las víctimas y lograban sacarles el dinero que tenían ahorrado.
Una vez convencidos, los ancianos aceptaban sacar sus ahorros de los bancos, siendo esta "organización" la que ponía a disposición un chofer con automóvil y un empleado de algún supuesto organismo gubernamental, para acompañarlos a las entidades donde podrían poner su dinero a salvo. Luego de retirar el dinero, con algún otro engaño, los obligaban a descender del rodado, siendo ese momento aprovechado para huir con el botín.
Esta semana
Cabe recordar que esta semana, tres personas, que pertenecen a la comunidad gitana, fueron detenidas, acusadas de estafar a un hombre de 94 años, que vive en el barrio porteño de Palermo, a quien le hicieron el "cuento del tío" y le robaron 185 mil dólares, tras abrir una caja fuerte con la colaboración de un cerrajero, informaron hoy fuentes policiales.
Las detenciones de los tres sospechosos fueron llevadas a cabo por personal de la Policía Federal (PFA), luego de cinco allanamientos realizados en las localidades bonaerenses de Luján y de Junín.
Como consecuencia de los mismos, fueron detenidos dos hombres de 30 y 50 y una mujer de 37, quienes fueron acusados por integrar una organización ilícita que realizaba estafas telefónicas.
También, durante los procedimientos, se secuestraron diez teléfonos celulares vinculados al hecho investigado.
"El operativo se hizo el fin de semana, porque se sabía que esta gente no se movía de su casa durante esos días", relató una fuente vinculada a la investigación.
Se trata de una investigación de varios meses, dirigida por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 29, a cargo de Carina Nancy Rodríguez, en la que intervinieron detectives del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales (Dufie) de la PFA.
Según señalaron los informantes, se llegó a los acusados a través del rastreo de las celdas telefónicas que impactaron en el teléfono de la víctima.
A su vez, los pesquisas detectaron que los delincuentes desechaban los chips de los teléfonos luego de realizar una estafa, por lo que procedieron a identificar las cuentas de correo electrónico vinculadas a los dispositivos con los que realizaban las llamadas.
En septiembre
Sin ir muy lejos, el mes pasado, efectivos de la DDI de Junín y la Sub DDI de Lincoln lograron desarticular a otra organización de gitanos que se dedicaba a las estafas bajo la modalidad “cuento del tío” en Junín y la Región.
En dos hechos, ocurridos en Lincoln y Rojas, los malvivientes habían logrado robar 21.500 dólares y 290 mil pesos, por lo que se inició una investigación.
A raíz de análisis e intervenciones telefónicas, se estableció que la organización delictiva se radicaba en Luján y que se movilizaba en un vehículo para cometer las estafas, además, en distintos puntos del país.
De esta manera, se llevaron a cabo siete allanamientos en la zona de Luján, uno en Rosario y otro en Neuquén, donde fueron aprehendidas nueve personas.
Además, se procedió a incautar seis automóviles, una moto, 54 bicicletas, 49 electrodomésticos, dos netbooks, 21 celulares, una CPU, cinco pares de aros de oro, 81 dólares, 10.500 pesos, una tablet, y tres tarjetas de memoria.
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