En medio de un contexto de pospandemia, en el que la economía busca entrar nuevamente en movimiento, martilleros públicos y corredores inmobiliarios de Junín y la Región aseguraron a Democracia que aumentó la demanda por la compra de campos.
Los que tienen aptitud agrícola son más demandados que aquellos con características ganaderas.
Consultados por los motivos, coincidieron en que se trata de un resguardo de valor importante que, con mayor o menor rentabilidad, nunca deja de traccionar, a pesar de los distintos escenarios políticos, sanitarios o naturales.
Martín Real, agrónomo, martillero, corredor y tasador rural, indicó a este diario que “se puede afirmar que aumentó la demanda de compra de campos.
En cuanto a la cantidad de ventas, registradas en la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, a la que pertenecemos, siendo la única inmobiliaria del interior que la integra, las operaciones, en los últimos dos años, vienen siendo las mismas.
“El campo, pese a la pandemia y los distintos escenarios, siempre se caracterizó por ser un resguardo de valor importante y sigue traccionando”. Martín Real
No es la cantidad que pensábamos que iba a darse, pero aumentó mucho la demanda, entre un 20 o 30 por ciento respecto de los dos años y medio anteriores”.
Por su parte, Efraín Cirigliano, presidente del Centro de Martilleros y Corredores Públicos de la ciudad de Chacabuco, señaló que “podemos decir que hay un leve crecimiento en la demanda sobre la compra de campos.
“Los valores de oferta en dólares sufrieron una baja notable en comparación con lo que costaba una hectárea, hace tres a cuatro años atrás”. Efraín Cirigliano
Igualmente, la medición es con años anteriores, donde se vivió una pandemia y los índices fueron muy bajos. Creemos que el interés es parte, también, de una economía que busca entrar en movimiento nuevamente. A su vez, los valores de oferta en dólares sufrieron una baja notable en comparación con lo que costaba una hectárea hace tres a cuatro años atrás”.
“Aumentó el interés por comprar campos en la zona, tenemos más consultas pese a los dos desbarajustes cambiarios que hay. Si bien la soja tiene hoy un mejor posicionamiento como commodity, no es lo que se condice a la hora de trasladarlo a dólares billete. La realidad es que hay ánimo y una mayor demanda respecto del año pasado”, dijo Martín Real.
Asimismo, agregó que “el campo, pese a la pandemia y los distintos escenarios económicos, políticos, naturales, siempre se caracterizó por ser un resguardo de valor importante y sigue traccionando, es una explotación a cielo abierto que nunca frena, está siempre en movimiento, entonces, más allá de una baja rentabilidad, siempre sigue dando y es atractivo el ingreso que se puede tener”.
Campo agrícola, lo más buscado
Consultados por la cantidad de hectáreas más demandadas, Efraín Cirigliano indicó que “respecto a las parcelas que más interesan, hay que dividir en dos partes la búsqueda: nosotros tenemos, por un lado, los campos que van de 40 a 70 hectáreas y, por otra parte, fracciones más chicas como las chacras de 10 hasta 15 o 17 hectáreas; el interés preciso, en general y en su mayoría, es la tierra agrícola, contemplando el suelo, los rindes, caminos y todo lo relacionado a este tipo de operaciones; no quiere decir que no haya un pequeño sector interesado por los campos ganaderos pero es lo menos buscado”.
En coincidencia, Real destacó que “siempre hay oferta de campos, tal vez el ánimo de los compradores, a veces, no se condice con la cantidad de campos que hay, y algunos poseen ciertas características que tienen más demanda que otros. Los campos de aptitud agrícola tienen más demanda que los ganaderos y ocurre que cuando sale uno de los más demandados a la venta –y teniendo en cuenta determinada cantidad de hectáreas- hay dos o tres oferentes o interesados que están buscando ese tipo de inversión”.
En cuanto a las personas interesadas en este tipo de operación, Real destacó que “está bastante repartido, el empresario que quiere distribuir su inversión, generalmente no es de la zona, es de Capital Federal o de otra zona, donde su actividad es totalmente distinta a la rural y, sin embargo, busca campos para invertir y resguardar el capital. Para el caso de la agricultura, los commodities, tienen un atractivo de valor”.
Al respecto, Real explicó que “el dueño del inmueble lo alquila, o bien, decide pagar por las labores y lo trabaja él. Requiere de una logística menos compleja comparado con un campo ganadero, que necesita de otras habilidades para manejarlo. Si, más allá de eso, no lo maneja o lo alquila, el valor de arrendamiento que se percibe por hectárea en un campo ganadero es menor que la del campo agrícola, por eso hay más interesados por el agrícola en esta zona núcleo”.
Asimismo, el representante de la inmobiliaria Real dijo a Democracia también que “tenemos campos en un radio de 200 kilómetros a la redonda, distribuidos por todas partes: 9 de Julio, Venado Tuerto, Salto, para el lado de Rufino, de Ameghino, de Alberdi. Este último tiempo, las zonas más cercanas al puerto como Salto, Venado Tuerto o Rojas, han sido muy demandadas en cuanto a operaciones de campo. Por lo general, a medida que más nos acercamos al norte, las fracciones agrícolas tienden a ser más chicas, hay superficies grandes, pero no es lo que abunda. Por ejemplo: de cada diez campos que aparecen en la zona núcleo, dos superan las 500 hectáreas, tres están entre las 200 y las 500 y el resto son de 20 a 100 hectáreas aproximadamente”.
Dólares, condición inexcusable
“La gente busca resguardarse en dólares, esa es una condición sine qua non, no hay alternativa, el compromiso es de esa forma. Después, hay ciertas flexibilidades, hay que ver si los involucrados en la operación son conocidos entre sí, si tienen referencias. Se complica con los dólares, hay que conseguirlos, es un ejercicio financiero, comprar a través del banco, justificar, requiere una ingeniería importante”, dijo Martín Real.
Por su parte, Efraín Cirigliano puntualizó que “con respecto a las operaciones inmobiliarias en dólares, es a veces un contratiempo poder concretarlas, muchas veces depende del planteo del negocio, es decir, si se trata de una permuta de alguien que pasa a un campo mayor sólo paga la diferencia, entonces es más fácil de resolver.
También existen casos de financiación donde con la liquidación del cereal se va saneando la deuda contraída”.
Entre los requisitos que tienen los interesados, Real indicó que “buscan que los campos estén ubicados en zonas de buen acceso, cercanos a las rutas, campos que vengan con adecuado manejo y rotación. Si bien tienen buen índice de productividad o capacidad de uso, buscan que sean campos cuidados, que no vengan “chacreados”, como se dice en la jerga criolla, esto es, que no haya tenido monocultivo a lo largo de cinco años, buscan evitar eso”.
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