A partir de una problemática creciente que había en el barrio Evita con el tránsito, las autoridades municipales implementaron cambios pensados para dar una solución que, hasta ahora, pareciera estar lejos de resolver el inconveniente.
Ya se sabe que en este sector tiene un trazado particular en sus calles que, además de ser muy angostas, varias de ellas son sinuosas. Pero, además, históricamente eran todas de doble mano.
Hace algún tiempo, el Concejo Deliberante de Junín aprobó una ordenanza que apunta a organizar el sentido de las arterias del barrio Evita y, de esta manera, la gran mayoría de ellas ahora son de una mano. Lo cierto es que, en la actualidad, esta modificación solo se vio reflejada en los letreros señalizadores de las calles -que ahora tienen una flecha en vez de dos-, pero no en el comportamiento de automovilistas y motociclistas. Es por ello que recorrer este sector se tornó, en este tiempo, en una tarea compleja.
“Este cambio no lo han señalizado como corresponde y hoy el tránsito es un caos total: nosotros tenemos cuatro colegios, un jardín de infantes y un gimnasio. El día de mañana va a haber un accidente grave y hay que ver quién va a ser el responsable”, se alarma el presidente de la Sociedad de Fomento, Juan José Falcón.
La preocupación del referente barrial es clara y basta dar una vuelta por el barrio para comprobar cómo se circula en uno y otro sentido, independientemente de la mano que marquen los letreros de las esquinas. Por eso consideran que sería necesario otro tipo de señalización, que alerte a los conductores en los ingresos por Libertad, Tucumán o Primera Junta.
“Hay que hacer carteles y, una vez que estén hechos, vendrán los inspectores y harán las multas a los que van en contramano”, enfatiza Falcón. Si bien la presencia de los agentes de tránsito no fue solicitada formalmente, los fomentistas la consideran fundamental: “No se ha pedido paro tampoco han venido, ellos saben cuál es la situación. Los vehículos van en todas las direcciones, es un caos, no se puede andar en el barrio Evita. Nadie toma conciencia de lo que puede pasar. Hay que arreglar este tema. Esperemos que no ocurra nada”.
La plaza
Por ser el corazón de este barrio, la plaza Evita es un espacio en el que vecinos y fomentistas ponen el foco dentro de sus demandas. En ese contexto, señalan que “está muy linda”, aunque hay respuestas pendientes.
Una de ellas tiene que ver con los juegos. “Los fines de semana, principalmente, concurre mucha gente a pasar el día -explica Falcón- antes teníamos tres subibajas que se rompieron, pero ahora pusieron uno solo y, la verdad, que los chicos hacen fila para usarlo. Eso lo venimos pidiendo así que esperemos que nos escuchen”.
Servicios
Los residentes del barrio Evita suelen repetir que se sienten privilegiados, porque en este sector tienen todos los servicios básicos. Sin embargo, consideran que debería mejorar el alumbrado público.
“Estuvimos pidiendo mejoras”, señala Falcón, para luego ampliar: “Hay barrios a los que se les están colocando luces LED y nosotros pedimos que las lámparas que saquen, que son de luz blanca, las instalen en Evita porque tenemos las luces amarillas que son viejas y no alumbran nada”.
Por otra parte, el dirigente barrial demanda que vuelva una prestación postergada: “Estoy viendo que, desde que empezó la pandemia, ya no se hace el barrido, algo que está reclamando la gente. Porque, directamente, no pasan y los cordones no están limpios como antes”.
Seguridad
Finalmente, en torno a la seguridad, Falcón observa que el barrio “está muy bien”, y remarca que tienen buenas noticias: las autoridades municipales les confirmaron que, a la cámara de video vigilancia que está instalada en Pringles y Fleming, se van a sumar otras cinco dentro de los límites del barrio.
“Eso es algo realmente importante”, concluye el fomentista.
La Sociedad de Fomento
El presidente de la Sociedad de Fomento, Juan José Falcón, explica que durante toda la pandemia estuvieron abonando más de tres mil pesos de luz y gas, aun con la sede cerrada. “Nosotros somos ordenados y venimos pagando eso con los ahorros que tenemos, el Municipio nos dio dos subsidios, pero no nos alcanza, lamentablemente estamos gastando lo que teníamos”, señala.
Es que en este tiempo no están cobrando la cuota a los socios, porque “es un momento muy duro y no les brindamos nada”.
Lo cierto es que ya les dieron autorización para hacer eventos y tienen agendados dos fiestas para octubre. “Eso podría generar recursos para hacer frente a los gastos”, dice Falcón, y enseguida aprovecha para destacar a quienes colaboran con la entidad: “Quiero agradecer a los vecinos del barrio y a los que nos ayudan, Mario Olguín, Luis Chami, Valeria Arata, Andrés Merani, Sangiovanni, que siempre están apoyando al barrio”.
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