RECONOCIDO CANTANTE LOCAL

Jorge Faustino: “La música me alimenta el alma”

Aunque es muy joven, ya tiene un recorrido muy interesante como vocalista que lo llevó por numerosos escenarios de Junín y la zona, participó con éxito de festivales importantes y es uno de los referentes del folkclore y el tango en la ciudad.

Recién a los 17 años Jorge Faustino empezó a inclinarse seriamente hacia el canto. Antes de eso, solo quería ser futbolista.
En su casa la música siempre estuvo muy presente. Su padre, Carlos Machado (tal era su nombre artístico), había sido un reconocido cantante, miembro del dúo Villar Machado que grabó para el sello Odeón y participó en Cosquín, pero Jorge no pudo disfrutarlo porque, lamentablemente, falleció cuando él era un niño. Y su madre, Carmen Padovani, tuvo varios programas de radio.
Fue ella, justamente, quien le abrió el camino a la música. Una tarde, cuando lo escuchó cantar, le sugirió que grabara algunos temas. Jorge primero se enojó, porque le daba vergüenza que lo escucharan, pero finalmente aceptó.
Allí comenzó un sendero que lo llevó por numerosos escenarios de Junín y la zona, a participar con éxito de festivales importantes y a ser un referente del folkclore y el tango.

“El escenario es el lugar en el que me siento más seguro”.

Primeros pasos
Grabó doce temas con Cristian Blanco y cuando fue a retirar el disco terminado, lo invitaron a participar de los karaokes que se hacían los miércoles en Chiqué. “Canté tres temas. En el primero, temblaba de la vergüenza que tenía, pero al tercero ya me había gustado y hubiese seguido. Me sentí muy cómodo”, recuerda sobre aquella primera vez.
Siguió participando de esa movida, hasta que tuvo su primera actuación oficial, en el festival Canto Vedia, ante más de diez mil personas. “Fue muy fuerte eso porque no es lo mismo cantar para cien que para una multitud”, afirma.
Ahí decidió profesionalizar su carrera y empezó a ir a vocalización con el maestro Alfredo Farías.

Su carrera
Al principio Jorge cantaba melódico y folkclore. Con Farías incorporó el tango.
Poco a poco se fue haciendo un lugar cantando en diferentes lugares de Junín y la zona.
En el año 2011 participó del Pre Cosquín que se hizo en Junín: se inscribió como solista masculino en folkclore y en tango, y ganó en los dos géneros. “No lo podía creer”, asegura. Ya en Cosquín, ese año quedó afuera en la primera ronda en folkclore y pasó a la final de tango: “Cantar en el escenario en el que había actuado mi viejo, con la emoción que eso tenía, hacerlo delante de tanta gente y de Omar Moreno Palacios, que era uno de los jurados, fue una experiencia hermosa”.
En 2014 superó la etapa regional del Pre Cosquín en folkclore y, una vez allá, volvió a quedar afuera en la primera ronda. “Ahí se dio una seguidilla -dice- porque me presenté en el Pre Baradero, en el Pre Ayacucho (que lo gané en 2019), y en 2018 y 2019 llegué a la final en Cosquín, en folkclore”.
En todo este tiempo, cantó en eventos municipales, en festivales regionales, en fiestas privadas, y recorrió la zona con su arte.

“El que va a un show mío puede darse cuenta de cómo soy”.

Actualidad
Empezó cantando melódico, pero, con el tiempo, ese género quedó en un segundo plano y su carrera fue tomando otros rumbos. “Hoy, lo que más me gusta cantar es melódico y es lo que menos hago, me enamoré del tango, y el folkclore es con el que más trabajo”, explica.
Según dice, no fue fácil superar la pandemia siendo artista. “Al principio fue tremendo -comenta- porque la música para mí empezó siendo un hobby y terminó como una profesión. Hice unos cuántos vivos de Facebook, pero lo dejé porque no es lo mismo sin el contacto con la gente. Después fui subiendo algunos videos”.
Esa irregularidad llevó a que se separara la banda que lo acompañaba. “Lamentablemente, porque fue la mejor agrupación que tuve -aclara-, no podíamos ensayar ni tocar, intentamos remarla, pero fue difícil sostenerla”.
Fue así como esas dificultades derivaron en el proyecto comercial que tiene actualmente: “Con mi hermano y mi cuñada empezamos a vender cerveza artesanal, arrancamos con una heladerita y una sola marca, y después de mantener ese emprendimiento por un año a través de redes sociales, pudimos crecer y hoy tengo un local con fiambrería, picadas y cervecería”.

“La música abarca muchos aspectos de mi vida. Sé que nunca lo voy a dejar, me alimenta el alma, es como que el corazón late más fuerte”.

Al mismo tiempo, está buscando relanzar, de alguna manera, su carrera como cantante. Algo que empezó a hacer, de a poco. De hecho, hace algunas semanas volvió a cantar. “Yo creía que no lo extrañaba -cuenta-, pero, cuando puse el pie en un escenario, fue hermoso. Ahí uno se da cuenta que uno ama lo que hace. Uno no puede escaparse de la pasión, como dice el personaje de Guillermo Francella en la película ‘El secreto de sus ojos’. Por eso volví, aunque se me complica con la atención del local. Pero estoy viendo cómo retomar”.
Es que la música “es una pasión” para Jorge, como él mismo lo explica: “Es donde yo me siento cómodo, ahí no tengo prejuicios para conmigo. El escenario es el lugar en el que me siento más seguro, ahí soy auténtico y puedo expresarme a través de las canciones. El que va a un show mío puede darse cuenta de cómo soy como persona, ahí me muestro de manera transparente. Y es unión con mi viejo, con mi mamá, abarca muchos aspectos de mi vida. Sé que nunca lo voy a dejar, la música me alimenta el alma, es como que el corazón late más fuerte”.

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