El ingeniero industrial Jany Tassara murió ayer a los 90 años.
El ingeniero industrial Jany Tassara murió ayer a los 90 años.
EN EL DÍA DE AYER A LOS 90 AÑOS

Falleció Jany Tassara, quien fue alma máter del centenario molino harinero

Hay nombres que representan mucho más que la sucesión en una descendencia: encierran historias y experiencias.

Falleció ayer a los 90 años, el ingeniero industrial Juan José Luis “Jany” Tassara, prototipo del industrial de nuestra ciudad.
Hay apellidos que son estandartes en el deporte, la política o el arte.
Hay familias que, inevitablemente, se asocian a lugares, o actividades, o agrupaciones. Configuran algo que trasciende un árbol genealógico.

El apellido Tassara es, sin dudas, sinónimo de Junín. Afincados aquí desde hace más de 125 años, el molino es símbolo del esfuerzo de décadas consagradas a la industria harinera. 

A Juan José Luis Tassara todos lo conocían como Jany. “Significa Juan en polaco –explicó en una nota que le hizo este medio- ese sobrenombre me lo puso, cuando yo era chico, un chofer polaco que tenía mi abuelo”. 

Jany estuvo más de 50 años trabajando en la empresa. Fue su presidente y cargó sobre sus espaldas gran parte de la historia del molino. Una historia familiar. Una historia de Junín.

La empresa
“Mi abuelo tenía un almacén de ramos generales en Avellaneda –nos contó  Jany en una oportunidad- en 1896 lo vendió, se vino a Junín, y aquí compró un molino a piedra. Ahí empezó la primera parte de lo que es hoy el Molino Tassara. Se fundó una sociedad que se llamaba Tassara Hnos. & Cía., que empezó a funcionar con un molino harinero que producía 40 bolsas diarias”.

Ese fue el primer paso del largo camino recorrido por la familia Tassara en Junín, que incluye avances, desarrollo y renovación: “Nosotros empezamos con 4 toneladas por día, en el año 42 ya estábamos en unas 105 toneladas diarias, en el 60 alcanzamos las 160 toneladas, en el 90 trepamos a 230 y luego llegaron a más de 300 toneladas diarias. O sea que el molino tuvo sucesivas transformaciones”.

Más de 50 años en el Molino
Jany decía que la idea de trabajar en el molino estuvo siempre en él: “El tema del molino yo lo mamé de chico, yo vivía acá, donde está la administración y siempre estaba metido entre el trigo”.

Para hacer realidad su sueño de estar en el molino tuvo que esperar. Después de hacer la primaria en el colegio del Sagrado Corazón, pasó al secundario en el Nacional, pero solo hasta cuarto año, ya que en un accidente se fracturó tres vértebras de la columna y lo tuvieron que llevar a Capital Federal, para operarlo. Es por eso que el quinto año lo hizo en el Colegio Marianista de Buenos Aires. Luego pasó por la facultad y se recibió de ingeniero industrial.

Después trabajó un año en Ducilo y otro en YPF. Tras hacer un curso de perito recibidor de granos en el Ministerio de Agricultura, en Buenos Aires, empezó en el año 59 como viajante, en la zona de Pergamino, San Nicolás, hasta Rosario. Más tarde pasó a trabajar con el molinero, cumpliendo los mismos horarios que él.

Comenzó en el molino “desde abajo”. La experiencia adquirida en esos años, le sirvió para crecer él y hacer progresar a la empresa. 
Fue presidente por más de 10 años y ejerció la gerencia general por 40 años.
Tal era su simbiosis con el molino que comentaba que “cuando no vengo al molino es como que me falta algo”.

En el año 2016, la empresa fue transferida a la compañía agrícola Lartirigoyen y Cía. La sociedad compradora es una acopiadora nacida en Catriló, La Pampa, que ha extendido sus negocios muy fuertemente a partir de su asociación con Oleaginosas Moreno, controlada hoy en día por el grupo estadounidense Glencor.

La familia
La ligazón de la familia Tassara con la ciudad de Junín no es caprichosa. 
Su abuelo fue fundador y primer presidente de la Sociedad Comercio e Industria, fue durante 12 años presidente del Círculo Católico de Obreros de Junín, integró el directorio del Banco de la provincia de Buenos Aires y fue miembro de la Comisión Pro Templo San Ignacio de Loyola. Su abuela fundó el Asilo de Niños y el Colegio Santa Unión. 
Jany Tassara y familia siguieron colaborando con esas y otras instituciones. 

Lo que le dieron a Junín es una empresa que siempre trató de crear puestos de trabajo, mano de obra,  con sueldos importantes. O sea fue un impulsor y creador de fuentes de trabajo.

Jany era sencillo, afable, de excelente conversación y consecuente con sus amigos. Amante esposo de la arquitecta Graciela Della Valle y padre ejemplar de  María Gabriela y Juan Pablo.  
Sus restos serán cremados en la fecha.

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