El Libertador y el de Perón

Uno de esos vagones es que el que fabricó la empresa holandesa Werkspoor en 1955 a pedido del tres veces presidente Perón.
El coche fue construido en Ámsterdam y originalmente era un Pullman con aire acondicionado, que fue modificado por artistas y artesanos holandeses que le incorporaron la tecnología más avanzada de la época, e incluía un salón de reuniones, dos dormitorios con baños y duchas, uno de ellos con bañera, y salas con escritorios.
Aunque Perón no llegó a utilizarlo, sí lo hizo el Papa Juan Pablo II durante su viaje a la Argentina en 1982 cuando llegó al país para intervenir en el conflicto del Atlántico Sur, para ir desde Moreno a Luján y luego desde esa ciudad bonaerense a la zona porteña de Once.
Otro de los vagones es una enorme sala de estar que integraba la formación de "El Libertador", que unía Buenos Aires con Mendoza, que tiene lujosas terminaciones en madera, butacones de cuero blanco y una barra de tragos.

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