El Concejo Deliberante votó ayer, de modo unánime, el marco regulatorio para el funcionamiento de las Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias.
El Concejo Deliberante votó ayer, de modo unánime, el marco regulatorio para el funcionamiento de las Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias.
CONCEJO DELIBERANTE

En Junín, los pequeños productores de alimentos ya tienen su ordenanza

La iniciativa, aprobada por unanimidad, apunta a que los productores que elaboran alimentos artesanales, de bajo riesgo sanitario y a pequeña escala, puedan preparar sus productos en sus cocinas domiciliarias individuales o colectivas.

Junín ya tiene su ordenanza para impulsar a las Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias. El Concejo Deliberante votó ayer, de modo unánime, el marco regulatorio para el funcionamiento de las Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias Artesanales (PUPAs), el cual apunta a fortalecer y formalizar a un sector económico con amplias posibilidades de crecimiento, al mismo tiempo que servirá para cuidar la salud de la población.
La iniciativa surgió como respuesta a la inquietud planteada por la Mesa de Economía Social y Agricultura Familiar y Campesina, cuyo trabajo articula continuamente la experiencia práctica de los productores con los aportes que hacen las distintas disciplinas para una mejor y más potente organización.
“Junín necesitaba este andamiaje legal que ayudará a desplegar todo el potencial de los emprendedores en un distrito que ofrece oportunidades muy superiores al promedio provincial”, destacaron desde el Frente de Todos.

Y agregaron que la Unnoba, el Instituto 20 de Formación Docente, los Centros de Formación Profesional participaron en la discusión sumando observaciones útiles y comprometiendo su participación para cuando esto se ponga en marcha.
Coincidentemente, desde la dirección General de Zoonosis y Bromatología del Municipio se trabajaba en un proyecto similar, el cual fue acercado por el bloque oficialista. “Nos felicitamos por haber dejado de lado cualquier bandería a la hora de trabajar este expediente e incorporar los distintos aportes solamente en base a su razonabilidad”, destacaron.
Y agregaron: “Desde la Secretaría del Concejo se hizo un aporte imprescindible en el ordenamiento y la redacción. La síntesis lograda es una buena ordenanza que esperamos sea apropiada por los interesados”.
“Se trata de normalizar muchos emprendimientos, sobre todo familiares, que producen desde sus hogares y es importante el acompañamiento desde el Gobierno de Junín y el Concejo Deliberante dando el marco legal”, explicó el concejal de Juntos Junín, Marcelo García. 
En ese sentido, el bloque de Juntos mostró su confianza por la aprobación de la ordenanza que dejará dentro del sistema a unos 400 elaboradores de alimentos, cambiándole la situación a miles de personas, brindando a su vez una mayor seguridad hacia los consumidores.

Registro
La ordenanza permite que los productores de alimentos con bajo riesgo sanitario (dulces, alfajores, panificados, cervezas y licores, golosinas) obtengan su Registro PUPA en el municipio, el cual les permitirá producir y comercializar de modo legal tanto en sus establecimientos como en ferias y otras instancias habilitadas para esos fines.
Una de las novedades más interesantes es que una PUPA puede ser habilitada en un domicilio particular, de modo absolutamente gratuito, siempre que cumpla con todos los requisitos de habilitación. El Municipio asume así una función de regulación para garantizar la inocuidad de los alimentos producidos por pequeños productores.
Pero la ordenanza le otorga al Municipio otras posibilidades y obligaciones, además de las de regulación. El fomento de instancias de comercialización, la capacitación en cuestiones técnicas y administrativas de los productores, la posibilidad de que el estado local compre en forma directa al PUPA, son algunas de las cuestiones que desde ahora regirán en el distrito.

Cambios en el empleo
“El trabajo, tal como lo conocimos las generaciones anteriores, está cambiando aceleradamente. Es probable que no volvamos a tener puestos en relación de dependencia en número suficiente para toda la población activa. El emprendedurismo, el autoempleo, el cuentapropismo son a veces una vocación, pero también han crecido mucho como respuesta a este crítico cambio de paradigma. El Estado debe reconocer la nueva configuración y potenciar a estos emergentes para que sean cada vez más estables y productivos”, indicaron.
“Creo que hay motivos para sentirnos orgullosos. Porque dimos respuesta a lo que nació como una iniciativa ciudadana; porque involucramos, escuchamos y comprometimos a los actores que serán necesarios para el desarrollo ulterior del sector (sin lo cual posiblemente podría convertirse en letra muerta); y porque pudimos trabajar sin impedimentos entre diferentes colores políticos en un proyecto que Junín necesitaba. Ahora resta trabajar en la implementación para que los productores lo aprovechen”, cerraron.

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