El merendero Los Dragoncitos cumplió 14 años y lo celebró el pasado lunes, gracias a la colaboración de los vecinos que acercaron donaciones, en especial golosinas y alimentos para la merienda de los más de cuarenta chicos que a diario asisten.
Dragoncitos nació de la mano de Sandra Pirani, una madre juninense que a pesar de circunstancias adversas y momentos difíciles en la vida, supo transformar el dolor y volcar su amor en un proyecto solidario que cuando se inició, consistía en que los chicos del barrio tuvieran su taza de leche.
Claro que con el tiempo, y gracias al compromiso y la constancia de Sandra, Dragoncitos se convirtió en algo más que un merendero.
Ubicado en el barrio Ricardo Rojas, ni siquiera la pandemia pudo frenar la gran ayuda que cada merienda significa para muchas familias que enfrentan grandes dificultades económicas.
Además, la contención y el acompañamiento en ratos de juego e incluso actividades con los chicos, se convirtieron en pilares del trabajo de Sandra.
“Llegamos a los 14 años con esfuerzo, con mucho amor y las mismas ganas de siempre. Y seguimos adelante gracias a la ayuda de la gente”, aseguró Sandra.
Destacó las donaciones recibidas para el festejo de cumpleaños y contó: “Muchos acercaron golosinas, saladitos, pochoclos, hubo torta, e hicimos un chocolate el lunes”.
Sandra hizo hincapié en la solidaridad de los vecinos: “Estoy siempre agradecida con la gente, con los medios que difunden las necesidades. Seguiremos por más años”.
Corazón solidario
En la esquina de las calles Ricardo Rojas y Etchepare, pudieron acondicionar un salón donde los chicos llegan a tomar su merienda, de lunes a jueves, a las 16.30.
Si bien la pandemia puso a prueba la fortaleza y la voluntad de muchas personas, en muchos aspectos, Sandra nunca desistió.
Los chicos actualmente asisten divididos en grupos, para mantener los cuidados y protocolos, aunque el salón es de dimensiones amplias.
Las necesidades de muchas familias juninenses se acrecentaron ante la profunda crisis que trajo aparejada la pandemia y por ello el año pasado, Sandra y los voluntarios comenzaron a hacer viandas para los chicos, hasta que pudieron volver al salón. Hoy realizan una vianda al mes para las familias.
Donaciones
Las necesidades del merendero son diarias para poder cubrir la merienda de los chicos.
Según indicó Sandra, requieren “leche, azúcar, galletitas”, o bien tortas o facturas, que siempre son bienvenidas para cambiar el menú de las tardes.
Las donaciones pueden acercarse al merendero o quienes lo deseen pueden escribir al Facebook “Merendero Los Dragoncitos”. Además, pueden contactarse al teléfono 236 4533475.
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