La suba de precios no da tregua y, con diferentes niveles de intensidad, se refleja en casi todos los productos y servicios. De esta manera, en Junín, el costo de la canasta básica creció alrededor de un 24 por ciento en el primer semestre del año.
Alquileres, tasas municipales, seguros y patente de automóviles, alimentos, combustibles y colegios privados fueron los principales rubros que motorizaron esta alza. Pero también hubo incrementos en las cuotas de los institutos de Inglés, en la prestación de internet, telefonía y televisión por cable, en medicina privada y, en menor medida, en los servicios de gas natural y electricidad domiciliaria.
Pero esto no terminaría acá. Ya se habla de que en agosto podría haber un nuevo salto de las obras sociales prepagas, se informó que también tendría un ajuste el GNC y, por el aumento en los sueldos de los encargados de edificios, las expensas de los departamentos avanzarían un 12%.
Canasta Básica
El último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre el costo de la Canasta Básica Total (CBT) fue publicado esta semana y da cuenta de que una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $66.488 para no caer debajo de la línea de la pobreza. Se trata de una cifra que crece mes a mes (el último salto fue del 3,2%) al ritmo de una inflación que no da tregua.
De hecho, la CBT tuvo una variación interanual del 51,8%, de acuerdo al informe del organismo estadístico nacional. Más pronunciada aún fue la distancia que alcanzó en doce meses la Canasta Básica Alimentaria, que tuvo un incremento del 57,6%.
Ya una semana antes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) había marcado un 25,3% de aumento en el primer semestre del año, aunque ese crecimiento fue más acentuado (26,4%) en el ítem alimentos y bebidas no alcohólicas.
El impacto del precio de los alimentos, entonces, está teniendo una incidencia clave en el bolsillo de los consumidores.
Gastos de una casa
Un rubro que tuvo un impacto muy fuerte en las últimas semanas es el de los alquileres. Es que, a partir del 1 de julio, se empezó a aplicar la actualización automática de los valores según la nueva ley que rige la actividad desde el año pasado, un índice que tiene una suba que ronda el 41% de los precios que se pactaron a mediados de 2020. Sobre este tema, días pasados, el presidente del Colegio de Martilleros del Departamento Judicial Junín, Daniel Di Palma, aseguró ante Democracia que “un incremento del 41% asusta cuando se lo comunica al locatario, que viene sumido en aumentos generales de toda la Economía. Estamos como ciudadanos golpeados por los aumentos”.
Los gastos en una vivienda no se terminan allí, ya que a esto hay que añadirle los impuestos y servicios. De esta manera, a principios de año las tasas municipales tuvieron un salto del 38%, luego de que el Concejo Deliberante aprobara el presupuesto con los ajustes de una sola vez para Servicios Sanitarios y Conservación de la Vía Pública.
Las actualizaciones en los servicios, en tanto, fueron menores. Por un lado, la tarifa del gas natural tuvo un alza del 9% en el mes de julio, luego de que lo autorizara el ente regulador y lo convalidara el Gobierno nacional. Y por el otro, al aumento en la prestación de energía eléctrica en la provincia de Buenos Aires fue de un 7% en abril, a partir del visto bueno del gobernador Axel Kicillof.
Educación y recreación
En determinados segmentos es común que los chicos vayan a escuelas de gestión privada. Las cuotas en estos establecimientos ya están por encima de los $5000 (bastante más en algunos casos), luego de que se autorizaran incrementos del 12,5% en mayo y 7% en julio.
Inclusive, el de este mes no sería el último ajuste en los colegios privados, ya que se está pensando en dar vía libre a nuevas subas, que podrían ser del 11% para las instituciones con 100 por ciento de subvención estatal, y un 12% para el resto de los servicios educativos.
Adicionalmente, el costo de enviar a dos chicos a Inglés puede estar bastante más arriba de los $3000 y en lo que va del año hay institutos que ya elevaron sus cuotas en hasta un 20%, en algunos casos de manera escalonada.
En tanto, las actividades recreativas, como la práctica deportiva, danzas o la concurrencia a un club, en general no tuvieron mayores variaciones en este año, aun cuando las entidades están atravesando momentos de apremios económicos.
Mantener un auto
El mantenimiento de un vehículo es otro de los ítems que apretó el bolsillo desde distintos aspectos. Uno de ellos tiene que ver con llenar el tanque, ya que los combustibles sufrieron seis saltos en los primeros cinco meses del año: un 2,9% el 5 de enero, un 3,5% el 16 del mismo mes, un 1% el 1 de febrero, un 7% el 16 de marzo, un 6% el 17 de abril y un 5% el 15 de mayo. Por lo pronto, ya confirmaron desde el Gobierno nacional que, luego de este 25,4% acumulado, no habrá más ajustes en naftas y diésel hasta fin de año. Lo que sí tendrá variaciones es el precio del metro cúbico del GNC, que aumentará entre dos y tres pesos a partir de agosto, y probablemente tenga otra alza en noviembre.
Uno de los impactos más contundentes es el valor de los seguros cuyo crecimiento se estima fue de un 47% desde enero hasta hoy, producto principalmente de dos subas: una en enero de entre 30% y 35%, y otra en julio de alrededor del 20%.
Del mismo modo, se eleva el valor de los repuestos y accesorios. Y también el de la patente, ya que a principios de año la Legislatura provincial aprobó a la Ley Impositiva que establecía un tope del 32% de incrementos para este tributo.
Otros gastos
Con el aumento del IPC en el rubro alimentos y bebidas no alcohólicas quedó expuesto que las compras en supermercados, carnicerías y verdulerías se llevan una porción importante de los ingresos de los juninenses. No obstante, esto no incluye otros artículos que también fueron remarcados, como los productos de limpieza, de tocador y más.
Asimismo, hay que considerar que los costos mensuales para la clase media también suelen incluir el pago de un plan de medicina privada y, en este sentido, el piso de un abono de este tipo básico que incluya a los cuatro miembros del grupo familiar es de no menos de $10.000. El último ajuste para las prepagas se autorizó en abril y fue del 10%, en dos cuotas: un 4,5% ese mes y un 5,5% en mayo. Estas alzas se acumularon con el 3,5% autorizado en marzo de este año. Entonces, en lo que va del año 2021, el sector registra subas del 13,5%. Aun cuando el Ministerio de Salud de la Nación emitió una resolución que ponía un freno a los aumentos en la medicina prepaga, hace diez días la Justicia anuló tal medida, por lo que las cuotas de agosto podrían reflejar un salto de entre el 7% y 8%.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que hay prestaciones que tiempo atrás eran consideradas como consumos especiales y hoy se han vuelto servicios imprescindibles para las familias. Tales son los casos de las líneas de teléfono celular, y los servicios de Internet y televisión por cable o satelital.
En este caso, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) lleva autorizados tres ajustes en lo que va del año que totalizan un 17%, desagregados en un 5% en enero, un 7% en marzo y otro 5% en junio.
Poder adquisitivo
Todo esto da cuenta de la delicada situación que atraviesan los asalariados. Sobre todo, porque los incrementos en las remuneraciones no alcanzan a cubrir ni siquiera los índices oficiales de inflación.
El informe más actual del Indec sobre el tema fue publicado el 30 de junio. Allí se consignaba que los salarios tuvieron un alza del 3,2% en abril, el último mes analizado. Esto significó 0,9 puntos porcentuales por debajo del índice inflacionario de ese mes, que fue de 4,1%.
Si se toma el primer cuatrimestre del año, los sueldos tuvieron una suba acumulada del 16,8%, también menos de un punto porcentual por debajo de los ajustes de precios de esos cuatro primeros meses del año, que había sido del 17,6%, siempre de acuerdo a lo comunicado por el organismo estadístico nacional.
Ampliando aún más el análisis, en los últimos doce meses el índice de salarios acumuló aumentos por un 36,3%, 10 puntos menos que el IPC del mismo período, que fue del 46,3%.
El panorama es todavía más preocupante si se tiene en cuenta que esta relación viene de años: de acuerdo con los datos oficiales hace 38 meses que los sueldos no le ganan a la inflación.
El poder adquisitivo, en definitiva, se viene degradando desde principios de 2018. Por eso en varios sectores se están negociando reaperturas de paritarias para ver si, al menos, se puede llegar a un empate. Aunque los incrementos que ya se están anunciando hacen prever que la situación podría seguir siendo crítica.
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