Con emoción, se oficializó el traspaso de los talleres ferroviarios de Junín al Estado
Se resolvió en la mañana de ayer, en una asamblea general extraordinaria que autorizó al Consejo de Administración de la entidad a realizar todas las gestiones necesarias para, además, incorporar a los socios de la Coottaj a la empresa Desarrollo y Capital Humano Ferroviario.
Después de 27 años, los talleres ferroviarios y los 50 trabajadores de la Cooperativa de Trabajo Talleres Junín serán traspasados a la empresa estatal Desarrollo y Capital Humano Ferroviario (Decahf), dependiente del Ministerio de Transporte.
Esta acción se resolvió en la mañana de ayer en una asamblea general extraordinaria que autorizó al Consejo de Administración de la entidad a “realizar todas las gestiones necesarias para restituir los talleres ferroviarios de Junín e incorporar a los socios de la Coottaj a una empresa del Estado Nacional”.
En un emotivo acto, realizado dentro de las instalaciones, los trabajadores ferroviarios propusieron llamar "Mario Meoni" al predio, en honor al ex ministro de Transporte y ex intendente de nuestra ciudad.
Tras la firma del acuerdo, y entre lágrimas, el presidente de la Coottaj, Pedro Rodríguez dijo: “Esta es la frutilla del postre, jamás pensé vivir un momento como este, y nuestra expectativa era que este taller sea en parte lo que fue en otra época, que para Junín sea una fuente de trabajo importante con chicos jóvenes trabajando, con aprendices de la Escuela Industrial.
“Gracias a Mario Meoni que fue el ideólogo de todo esto. Dejó un legado, quiero agradecerle a toda la gente que trabajó a la par de él hasta el momento de su desaparición y continuó, para que esto se lleve a cabo”, afirmó.
Y agregó que el objetivo, de acuerdo al proyecto, es restituir los talleres, con los socios de la cooperativa y el material a la órbita del Estado nacional, crear en nuestra ciudad un polo ferroviario, que contemple capacitaciones, en conjunto con la Unnoba y el Colegio Industrial.
“Llegar a una cantidad de trabajadores importantes”
De la empresa Decahf estuvieron presentes el gerente general, Pablo Badaracco, el director de Federico Pérez Gaviola, el secretario general, Ezequiel Méndez, y el gerente de Recursos Humanos, Sebastián Retes.
Al respecto, Badaracco, manifestó: “Empieza todo un circuito administrativo interno para que los talleres vuelvan al Estado nacional. Esto resuelve en el corto, mediano y largo plazo la problemática que tenía la Coottaj, y la devuelve al mundo ferroviario de manera oficial”.
“Estamos trabajando para que, rápidamente y con el acta firmada, se puedan iniciar con la puesta en valor del predio, de los talleres como unidad productiva y la absorción del personal”, informó.
Y agregó: “El predio es todo del Estado nacional, vamos a empezar trabajando en la parte que está utilizando la cooperativa. Apuntamos a llegar a una cantidad de trabajadores importantes vinculados al crecimiento del taller”.
“Como empresa que somos tenemos dentro de nuestro objeto social el Centro Nacional de Capacitación Ferroviaria que se encuentra en Temperley. La idea es iniciar un proceso vinculado a la parte educativa y formativa tanto de los trabajadores como de la comunidad en general”, subrayó.
“Actualmente el Ministerio de Transporte tiene un convenio con la Unnoba firmado cuando estaba en funciones el ministro Meoni, y la idea es avanzar de la misma manera que estaba pensado”, cerró.
Dirigentes locales
Además, estuvieron la diputada provincial Valeria Arata, el senador provincial Gustavo Traverso y los concejales Carolina Echeverría, Lucila Laguzzi, Maia Leiva, Victoria Muffarotto, Lourdes Pedroza, Maxi Berestein, Rodolfo Bertone, Lautaro Mazzutti y José Bruzzone.
“Se concretó una demanda histórica de los trabajadores ferroviarios de la Coottaj, la reincorporación al Estado nacional. Tras el desguace ferroviario que comenzó en el 76 y se consolidó con la privatización neoliberal en los 90', los trabajadores se incorporarán a Decahf”, sostuvo Traverso.
Por su parte Arata, indicó: “Es un iniciativa pensada y trabajada por Mario (Meoni) en el Ministerio. Una grata noticia que se continúen sus decisiones y proyectos”.
Al respecto, Mazzutti remarcó: “Se concretó un histórico pedido por parte de los trabajadores ferroviarios de la Cooperativa de Trabajo Talleres Junín, la reincorporación al Estado Nacional”.
“Tras una larga lucha, los trabajadores se incorporarán al Estado, producto del trabajo y articulación del ex ministro Mario Meoni, que los trabajadores honraron proponiendo su nombre para llamar al predio”, concluyó.
“Jamás pensé vivir un momento como este, y nuestra expectativa era que este taller sea en parte lo que fue en otra época”.
Pedro Rodríguez
La subsistencia
Haciendo frente al achicamiento de los ferrocarriles en la Argentina, los talleres de Junín, a través de la Coottaj, se sobrepusieron a varios años de crisis económica y de recursos, y si bien estuvieron al borde de la desaparición, lograron subsistir y mantener oficios claves para la recuperación del tren.
Tras la asunción de Meoni en el ministerio de Transporte se realizaron diversas gestiones. Apenas designado, el ministro visitó los talleres y las actividades comenzaron a reanudarse con la asignación de trabajos de reparación de coches del Museo Nacional Ferroviario y otros patrimoniales, además de trabajos para Trenes Argentinos Cargas y concesionarias.
En su última visita a los talleres, Meoni expresó: “A mí me tocó ser concejal en 1991, cuando ocurrió el cierre de los ferrocarriles. Estuve en la puerta del ferrocarril, fui el único de los dieciocho concejales que estuvo, peleando por la necesidad de mantener estos trenes y los talleres operando, porque eran una fuente de desarrollo permanente de Junín. Pasaron los años y hubo un grupo de gente que mantuvo en pie la cooperativa. Hubo un grupo que durante 27 años ha estado trabajando todos los días, con mucho o poco trabajo, o con nada, pero estuvieron sosteniendo en pie la posibilidad de reinicio”.
Vagones históricos
Rodríguez confirmó que la Coottaj concluyó con las tareas de acondicionar los nueve vagones históricos, que fueron intervenidos por los ferroviarios juninenses para que vuelvan a los rieles.
Entre ellos, aparece el que usó Juan Pablo II, cuando llegó a Argentina en junio de 1982, para trasladarse de Moreno hasta Luján, donde ofició una misa para más de 700.000 personas.
Se trata del tren presidencial OF1 que fue comprado a Holanda en la década de 1950, a pedido de Juan Domingo Perón, una muestra de una de las épocas de esplendor de la industria, cuando la Argentina, con sus 47 mil kilómetros de vías, poseía una de las redes ferroviarias más extensas del mundo.
Entre el material rodante, además, se encuentran el vagón Pullman PA 412, también de origen holandés -marca Werkspoor- y otro del expreso “El Libertador”.
El proyecto, además, contempló la reparación del coche que utilizó el príncipe de Gales, Eduardo de Windsor, en el año 1925 y que justamente paró en Junín, cuando se dirigía a Chile. Ese vagón había sido vandalizado casi íntegramente.
Algunas de las reparaciones que se le efectúan a estos vehículos incluyen los aparatos de choque y tracción, instalación eléctrica, chapa y pintura. Y el aditamento y seguridad en el coche bar que corría en el ramal a Mendoza, que también se suma a la lista.
El objetivo que se busca desde Trenes Argentinos es generar un tren histórico itinerante que recorra el país y fortalecer el Museo Ferroviario que se encuentra ubicado en el barrio de Retiro.
“Con estos coches vamos a recorrer el país para poder llegar a cada una de las localidades y contar la historia del ferrocarril, haciendo contacto con las escuelas, los alumnos; y esto hoy es posible gracias al trabajo de Coottaj”, afirmó el presidente de la empresa Desarrollo y Capital Humano Ferroviario, Damián Contreras, en una visita a Junín.
“Esto resuelve en el corto, mediano y largo plazo la problemática que tenía la Coottaj, y la devuelve al mundo ferroviario de manera oficial”.
Pablo Badaracco.
"El Libertador" y el de Perón
Uno de esos vagones es el que fabricó la empresa holandesa Werkspoor en 1955 a pedido del tres veces presidente Perón, lo que se frustró con su derrocamiento ese mismo año.
El coche fue construido en Ámsterdam y originalmente era un Pullman con aire acondicionado, que fue modificado por artistas y artesanos holandeses que le incorporaron la tecnología más avanzada de la época, e incluía un salón de reuniones, dos dormitorios con baños y duchas, uno de ellos con bañera, y salas con escritorios.
Aunque Perón no llegó a utilizarlo, sí lo hizo el Papa Juan Pablo II durante su viaje a la Argentina en 1982 cuando llegó al país para intervenir en el conflicto del Atlántico Sur, para ir desde Moreno a Luján y luego desde esa ciudad bonaerense a la zona porteña de Once.
Otro de los vagones es una enorme sala de estar que integraba la formación de "El Libertador", que unía Buenos Aires con Mendoza, que tiene lujosas terminaciones en madera, butacones de cuero blanco y una barra de tragos.