estacion de trenes junin
La estación de trenes, frente a la plaza de los Ferrocarriles Argentinos.
PATRIMONIO Y CONTRASTE

El legado británico en la fisonomía urbana de Junín

Se trata, tal vez, de la influencia de mayor impacto, plasmada con la llegada del ferrocarril a la ciudad a partir de 1880 y el tendido de la red férrea más extensa que atravesó la ciudad y sumó edificaciones que perduran hasta hoy.

En muchos de sus trazos, Junín guarda incansables legados de hombres y mujeres que durante años se fundieron en la comunidad trayendo sus costumbres y su vida para tejer en la ciudad una nueva cotidianeidad.
El paso del tiempo se encargó de convertir esa fusión en parte de la fisonomía urbana de Junín, que perduraría en el tiempo.
Una de esas influencias, tal vez la de mayor impacto, se vio plasmada con la llegada del ferrocarril a la ciudad, a partir de 1880, y el tendido de la red férrea más extensa que atravesó la ciudad. Sumó además la creación de los talleres y galpones para la reparación de las formaciones. 
Así comenzaba a surgir lo que solo con el tiempo se podría visualizar, una marcada influencia británica en la arquitectura de la ciudad que perdura hasta hoy.
No solo la construcción de los talleres, con su particular estilo, también las oficinas, los amplios galpones, el Chalet de Mr. York e incluso la Iglesia Anglicana, entre otros,  configuran parte de un patrimonio de contraste, legado por el paso de ingleses, irlandeses y escoceses en la ciudad.


 
El ferrocarril y sus talleres

John Hunter, un argentino con ascendencia británica que busca difundir el legado de esta cultura en el país, destacó algunas cuestiones que marcaron el paso por Junín.
“Todo se fue formando alrededor del ferrocarril”, destacó, incluido el club y las actividades que quienes llegaban traían arraigadas consigo.
“Mucha gente llegó por el ferrocarril y los talleres de Junín. Y algo muy típico de los británicos es que donde iban, donde se establecían, siempre había algún club, social pero también deportivo como el Golf, el B.A.P.”, destacó.
“Lo interesante de Junín es que hubo tantos británicos que hasta tuvieron su propia Iglesia Anglicana”, refirió sobre la imponente construcción de calle Borges y Alem, de 1901, donde también funcionó el colegio inglés.
En el libro “El Chalet de Mr. York”, el autor Pablo Petraglia realiza una fuerte y minuciosa investigación sobre el legado británico en la ciudad, que llamó la atención del expresidente del Consejo de la Comunidad Argentino Británica -entidad que agrupa a los descendientes de británicos- y que llegó en 2015 a visitar la ciudad.
“Me enteré del libro de Pablo Petraglia, "El Chalet de Mr. York" y fui a Junín, visitamos lugares emblemáticos. La Unnoba- por suerte- rescató muchos de ellos”.
Sobre la arquitectura, aseguró que “es una influencia que quedó en muchos lugares. Es una arquitectura muy típica que se ve en muchas ciudades, como Mechita, Campana, Rosario”.
No obstante, consideró que “Junín está entre las más importantes del país por la presencia británica. Hay pocos talleres tan grandes en el país como el de Junín”.

Un poco de historia
La llegada del ferrocarril, luego de 1880, marcó un antes y un después en la vida de la ciudad que se vio marcada por la próspera actividad ferroviaria, que gestó gran parte del nuevo ADN que perduró por años.
Tal y como se refiere en el trabajo  “El ferrocarril en Junín, provincia de Buenos Aires,  una lectura histórica a partir de planos arquitectónicos e ingenieriles”, de Federico Montecelli, Silvina Carrizo y Melina Yuln, entre 1890 y 1910 se construyeron edificios de envergadura, ligados a los talleres del ferrocarril B.A.P.
“En 1890 se construyeron los edificios de Jefatura, talleres y construcciones utilitarias; en 1900 se construyó la estación y una vivienda y se estima que, en 1910, se construyó la vivienda del ingeniero jefe mecánico -el chalet York- junto con la oficina del departamento de mecánica y un importante número de edificios subsidiarios. Con estas obras y actividades, hacia principios de 1900, el cuarenta por ciento de la población de Junín dependía del trabajo ferroviario, que constituyó la principal fuente de empleo y de recursos económicos de la ciudad y de su zona de influencia. El número de empleados superaba los 1500 y la población de la ciudad había alcanzado los 23.000 habitantes, debido en gran parte al arribo de familias de los nuevos trabajadores de los talleres. Los trabajadores se fueron radicando en distintos barrios que se conformaron en torno a las vías del ferrocarril: las del FCA se ubicaban sobre la actual Av. San Martín y su estación se encontraba en el espacio que actualmente está ocupado por la terminal de ómnibus; mientras que, a unas tres cuadras hacia el Noroeste, se encontraban las vías del B.A.P. con su propia estación”. 
“La ubicación de dichos ramales constituyeron una suerte de límite urbano que generó tres núcleos habitacionales independientes: Pueblo Viejo en la parte fundacional; Pueblo Nuevo entre las vías del FCA y las vías del B.A.P., un barrio donde se instalaban los habitantes ingleses que tenían a su cargo la organización y la administración de los trenes; y Tierra del Fuego –actual barrio Villa Belgrano-, un barrio conformado por empleados no jerárquicos y operarios de los talleres, entre el corredor del B.A.P. y el ejido de Junín”.

COMENTARIOS