Pese a las restricciones vigentes, muchos vecinos se acomodaron a los nuevos horarios y protocolos e igualmente aprovecharon el solcito otoñal para distenderse en las plazas y paseos o tomar algo en los cafés y casas de té, al aire libre. Una postal que se repitió esta semana y que da un poco de alivio al rubro gastronómico, uno de los más perjudicados por el descenso de escalón en la cuarentena.
ESPARCIMIENTO
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