Delimitado por la calle 27 de Septiembre, su continuación Ricardo Rojas, las vías del ferrocarril y la avenida Circunvalación, el barrio Ricardo Rojas está ubicado en el extremo este de la ciudad y sus 35 hectáreas configuran la última zona urbana previa a cruzar la Circunvalación para llegar a la laguna El Carpincho.
Históricamente fue, también, uno de los sectores más postergados y con mayores necesidades. No obstante, los residentes observan que en el último tiempo hubo algunas mejoras, aunque todavía hay algunas demandas pendientes de solución.
Así como el alumbrado público y la seguridad son aspectos en los que se dio un paso adelante, faltaría mejorar el arreglo de algunas calles y dotar de mayores servicios, principalmente el asfalto, que es muy necesario por aquí.
Infraestructura
Prácticamente todo el barrio Ricardo Rojas cuenta con el servicio de agua corriente y la red cloacal alcanza a un alto porcentaje, por lo que faltarían apenas algunas cuadras para cubrir en su totalidad.
En cuanto al alumbrado público, que siempre fue deficitario, en el último tiempo se avanzó de forma considerable, de acuerdo a lo que explica el presidente de la sociedad de fomento, Carlos Antonio: “Tuvimos el cambio de luminarias, algo que era necesario, que hacía falta, y eso mejoró la visibilidad en las calles. Uno anda más seguro, más tranquilo”.
El dirigente barrial destaca que “se hizo un replanteo” de las luces que había y se agregaron más donde hacía falta. “Se reforzó mucho la zona cercana a la avenida Circunvalación, porque a las lámparas comunes las rompían a hondazos los chicos”, agrega Antonio.
No obstante, todavía hay “algún sector que todavía le falta, como a la altura de la salida de la calle 27 de Diciembre, pero de a poco se van cambiando”.
Seguridad
Antonio asevera que el trabajo realizado “es importante para la seguridad, que es lo que traía perjuicio a los vecinos”.
Respecto de este tema, el fomentista pondera que se haya instalado un destacamento policial móvil. “Eso ha traído mucha tranquilidad -afirma- porque hay presencia policial, recorren todo el sector y ya no es lo mismo. Se ha calmado bastante el barrio”.
Además, se colocó una cámara de videovigilancia en avenida San Martín y Ricardo Rojas y les informaron que se sumarán más, con lo que se da respuesta a un reclamo de mucho tiempo y por el que hubo varias reuniones con las autoridades municipales y policiales.
Las calles
Uno de los temas de preocupación de los residentes de Ricardo Rojas pasa por las dificultades de transitabilidad de varias arterias, principalmente cuando llueve y los días posteriores.
“El problema es el mismo que tienen todos los barrios, no somos diferentes a los demás. Hay algunas calles que están llenas de pozos”, advierte Antonio. En tal sentido, asevera que el municipio luego hace arreglos, pero solamente en las principales, que son San Martín, Ricardo Rojas y Arias. “En el resto de las calles cuesta que pasen las máquinas, aunque sabemos que a veces no dan abasto porque Junín es grande”, puntualiza.
Sobre la situación de las calles, ya se pidió que se llegue con el pavimento: “Una de las peticiones de siempre es que se asfalte al menos una calle, como para que el vecino lo tenga aunque sea a un par de cuadras, para tener una salida cerca y también porque eso motiva a que la gente embellezca sus veredas y sus frentes, y eso le da otra imagen al lugar. Esperemos que en algún momento nos tengan en cuenta y llegue, porque realmente hace falta. Hay varias calles que son muy transitadas”.
Mantenimiento
Finalmente, en torno al mantenimiento general, Antonio sostiene que “está bastante ordenado el barrio”.
Según dice, “hay bastantes lotes a los que se han intimado y unos cuantos se han limpiado”, mientras que la recolección de ramas y montículos “se normalizó bastante”. Por eso solicita “la cooperación de los vecinos” para sacar sus residuos en los días que corresponde para que no se acumulen por semanas.
La sociedad de fomento
Hace varios meses que la sociedad de fomento del barrio Ricardo Rojas recuperó su salón histórico, luego de que se le diera otro uso cuando la entidad quedó acéfala.
“De a poquito estamos volviendo a la normalidad y poniendo el lugar en condiciones, aunque todavía falta mucho”, señala el presidente de la institución, Carlos Antonio.
En la sede fomentista se dictan talleres de crochet, de costura y de ritmos, que momentáneamente quedaron suspendidos por la pandemia. También hay un espacio de terminalidad de escuela primaria, funciona una biblioteca y el roperito, “algo importante porque hay muchas necesidades en esa zona”, afirma Antonio.
Sobre el avance institucional, el dirigente fomentista asevera: “Es bueno que el barrio progrese, que hayamos recuperado la sede, un lugar para que la gente del barrio pueda utilizar porque para eso está; es una herramienta importantísima y no hay que dejarla que se caiga otra vez, como ya sucedió”.
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