Jerónimo Tudisco escalando
Jerónimo Tudisco es un montañista juninense que alcanzó varios picos argentinos y, además, es guía de trekking en cordillera.
RECONOCIDO MONTAÑISTA: JERÓNIMO TUDISCO

“El montañismo es un estilo de vida”

El Lanín, el Tronador, la Cordillera de Ansilta, el Cerro del Plata son algunos de los picos que alcanzó este juninense apasionado por el trekking de altura y la escalada. También es guía y lleva contingentes a cerros de distintas provincias argentinas.

La inclinación de Jerónimo Tudisco por las actividades al aire libre -que con el tiempo derivó en la práctica del montañismo- viene de chico. Sus padres, ambos profesores de educación física, solían llevarlo a los campamentos que regularmente organizaban en la Patagonia para los cursos en los que daban clases. De esta manera, las caminatas en los bosques de Bariloche o las travesías en San Martín de Los Andes fueron moneda corriente y esto se le fue impregnando en el cuerpo.
“Ahí es donde nace esta pasión por la montaña”, dice hoy Jerónimo, que reparte su tiempo entre Junín, Berisso (donde vive su novia) y los picos y las laderas que visita llevando contingentes como guía o haciendo sus propios ascensos.

Su formación
Jerónimo nació en Junín, se crio en el barrio Prado Español e hizo toda su escolaridad en el Colegio Normal.
Cuando egresó del Secundario se fue a estudiar la carrera de Educación Física al Instituto Romero Brest, en Buenos Aires. Estaba en el segundo año cuando cursó la cátedra Vida en la Naturaleza, en la que se organizó un campamento en Mendoza del estilo multiaventuras, con rafting, trabajos de cuerdas y demás. A partir de esa experiencia en la que Tudisco se involucró completamente, su profesor, Pedro Caló, que tenía un emprendimiento de viajes a la Patagonia adonde llevaba contingentes a hacer turismo aventura, lo invitó a trabajar con él porque le gustó lo que hizo en ese viaje.

“Son experiencias intransferibles, que no se pueden comprar”
                                                                            Jerónimo Tudisco

“Ahí arranqué con un trabajo de coordinador de campamentos multiaventuras”, explica. Y fue el mismo Caló el que le propuso estudiar en su escuela de formación de guías de montaña: el Instituto Superior Andes del Sur, ubicado en Capital Federal. “Ahí me capacité como Guía de Trekking en Cordillera”, señala, para luego agregar: “Es una tecnicatura de tres años en la que se ve todo el trabajo de orientación, con cartografía, brújula y demás; también se aprende sobre equipamiento y vestimenta para los distintos ambientes de montaña y toda la cuestión técnica, que incluye el trabajo con cuerdas, escalada, rescates y esas cuestiones. Además, hay capacitación en meteorología, comunicaciones, flora y fauna y toda la parte física”.

En la montaña
Para ese entonces, Tudisco hacía viajes y travesías en las temporadas de verano y los fines de semana largos. La Patagonia, Mendoza, Córdoba, San Luis y la provincia de Buenos Aires eran algunos de sus destinos.
Además, ya era instructor de escalada y hacía sus propios ascensos en diferentes lugares, incluyendo escaladas en roca en Balcarce, Sierra de los Padres, Esquel y otros.
Siguió trabajando con Caló hasta el año 2013, llevando contingentes por todo el país. Desde hace unos años tiene -asociado con otros tres guías- su propio emprendimiento: Siqay Adventure. “Tenemos nuestros clientes y hacemos ascensos a lugares como el Glaciar Arenales, Cerro Alma Negra, Cordillera Blanca, Penitentes y muchos otros”, reseña.
Según dice, la actividad que desarrolla “está en pleno auge” en el país: “Las diferentes disciplinas de escalada y el montañismo están en crecimiento absoluto. El público cada vez es más amplio”.

“Uno las puede contar, pero hay que vivirlas para entenderlas”
                                                                             Jerónimo Tudisco

Según dice, este rubro permite a todas las personas hacer algo. “No cualquiera puede ir al Aconcagua -ejemplifica-, pero todos pueden hacer algo del abanico que ofrece el montañismo, trekking de un día, travesía de baja altura, montañas de 4000, 5000 o 6000 metros, tenemos todo en Argentina. Este país nos da todas las posibilidades: escalar en roca o en hielo, esquiar, hacer montañismo de altura, caminatas y todas están al alcance de la mano. En la provincia de Buenos Aires tenemos sierras para hacer salidas de un fin de semana, que ni siquiera tiene que ser largo”.

Balance
En los años que este juninense lleva dedicándose a este deporte, llegó a diferentes lugares, algunos de los cuales detalla: “Tuve varias experiencias en San Juan, lo que se llama la Cordillera de Ansilta, que tiene siete picos y todos superan los 5 mil metros; estuve mucho en la zona de Vallecito, en Mendoza, donde está el Cerro del Plata, Rincón, Adolfo Calle y otros que van de 4 mil a 6 mil metros; visitamos mucho Ushuaia, que no tiene tanta altura pero tiene un ambiente de montaña hostil; intenté hacer El Soñado en invierno, es una montaña que todavía no tiene ningún ascenso hecho en invierno; hice Jujuy, Salta, el Aconcagua y bastante más”.
Con todo, al hacer un repaso de las cosas que le da la vida en la montaña y la posibilidad de aceptar estos desafíos, concluye: “El montañismo es un estilo de vida. A mí me moviliza, es una pasión. Es difícil de explicar porque hay que sentirlo para saber lo que es. Cuando le preguntaron a uno de los montañistas más importantes de la historia por qué subía montañas, él contestó: ‘Porque están ahí’. Y eso lo explica, de alguna manera, porque son esas experiencias que son intransferibles, que no se pueden comprar, que uno las puede contar, pero hay que vivirlas para entenderlas”.

Residencia
Si bien Tudisco pensó en algún momento en residir en un sitio con montañas, finalmente desistió: “Está bueno pero, al mismo tiempo, también te limita, porque si estás en Mendoza la mayor parte del tiempo vas a subir las montañas mendocinas, que tenés al alcance; en cambio, estar en Junín te permite hacer un viaje a San Juan, a Ushuaia, a Salta. Irte de San Martín de Los Andes a Jujuy hasta puede sonar raro, teniendo una montaña al lado. No siempre es tan favorable estar tan cerca”.

 

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