A dos semanas de la aparición de peces muertos en la Laguna de Gómez, producto de la sequía que afecta a la Región, informaron que tras las lluvias de la semana pasada se registró un crecimiento de 5 centímetros del nivel de agua, lo que representa unos tres metros ganados sobre la costa de los 50 metros que hay.
“Mejoró un poco el color del agua y ya se ven menos peces muertos”, informó a Democracia el presidente del Club Náutico Junín, Joaquín Gaude, quien agregó que en esa institución “todavía no se puede bajar ninguna embarcación”, debido al poco caudal en el canal interno.
Concentración de fitoplancton
Cabe recordar que desde la Autoridad del Agua (ADA) de la provincia de Buenos Aires atribuyeron la mortandad a la alta concentración de fitoplancton y la remoción de detritos que disminuyen la cantidad de oxígeno.
En principio, destacaron que “se evidencia que hay un escaso volumen de agua, lo cual contribuye a limitar el espacio de los peces”.
Y agregaron que “se han tomado muestras de fitoplancton y de los resultados se puede ver que hay una alta concentración de estos organismos (cianobacterias) que consumen grandes cantidades de oxígeno y limitan así su disponibilidad a los peces”.
Otra de las causas pudo haber sido que “los fuertes vientos ocurridos provocaron la remoción de detritos (materia orgánica mayormente) del fondo de la laguna, lo cual provocó también una disminución del oxígeno disuelto en el agua y, por consiguiente, pudo provocar la muerte de los peces”, destacaron.
“Los factores ambientales extremos suelen ser las principales causas de mortandad masiva y aguda de peces, en particular en estos tipos de cuerpos de agua. Estos factores ambientales pueden llegar a valores letales para los peces por causas naturales o antrópicas”, afirmaron.
“Las bajas o altas temperaturas del aire y del agua, los vientos, la concentración de oxígeno en el agua, el pH, la salinización, las floraciones algales o los aportes de sustancias contaminantes son algunos de los múltiples factores”, informaron.
Recuperación
Al menos dos años se necesitarán para recuperar los ejemplares de pejerreyes juveniles. Así lo explicó a este diario el secretario de Desarrollo Económico del municipio, Eduardo Albarello, uno de los responsables del manejo de la Estación Hidrobiológica de Junín, donde cada año son sembrados los alevinos, que luego se convierten en los llamados “Flecha del Plata”.
Es que este fenómeno provocó la muerte de miles de juveniles de unos dos años de edad que “son parte de la resiembra de cada año”, afirmó el funcionario municipal. Y recordó que la crecida de 2017 “se llevó a los pejerreyes” y ocurrió una situación similar.
“Primero necesitamos que la laguna se recupere, ya que como estamos expuestos a estos inconvenientes, si se repite una tormenta de viento, podemos tener una situación similar, por lo que ahora no están dadas las condiciones para la resiembra”, aseguró.
“Una vez recuperada, se realizará un estudio del agua, como se hace cada año, además, para conocer la cantidad y las especies que hay”, indicó. Y amplió: “En esta temporada de sequía es la primera vez que aparecen pejerreyes involucrados en la muerte de peces”.
Sobre la recuperación del nivel de agua del espejo juninense, el funcionario informó que hubo importantes lluvias en el sur de Córdoba y Santa Fe. “Esperamos que empiece a crecer”, afirmó.
“Hay un factor climático que ha cambiado. Ahora debería venir un período más húmedo”, explicó.
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