En el discurso en el que el Presidente de la Nación anunció el DNU estableciendo una nueva cuarentena no señaló los informes que tenía del Ministerio de Educación y del Ministerio de Salud Pública, que eran contrarios a esa disposición.
Con asombro, sí expresó que una maestra de Educación Especial le había señalado que sus alumnos no comprendían el tema de la pandemia. No aclaró el nombre del establecimiento y por supuesto tampoco el de la docente. Lo que sí señaló ha pasado desapercibido y consiste en una enorme discriminación nunca efectuada por un Presidente de la Nación, que ni siquiera especificó a qué características de seres diferentes se refería.
Pasados unos días, una información de la Presidencia de la Nación señala que recibió recientemente a un director de un Instituto Educativo dedicado a esta temática. Este acto intenta unas veladas disculpas; no se las merece nadie y lo que expresa con claridad es que no modifica el plan vacunatorio que ha dejado a esos compatriotas fuera del lugar de privilegio que deberían tener. Nada se soluciona esperando algo de él.
El Congreso Nacional, la Honorable Cámara de Diputados tiene varios proyectos presentados por legisladores de diversos sectores políticos que consideran esa circunstancia. Bueno sería que dicho organismo legislativo convoque a una sesión especial para dar respuesta a esta injusticia. Contra la exhibición del certificado oficial que acredita la condición de tener características especiales se debería dar prioridad de prevención con la vacunación.
La mayoría del pueblo espera un gesto rápido y concreto. Alejemos la sombra de Goebbels.
José María García Arecha (h)
Exsenador de la Nación
( UCR – CABA )
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