La segunda ola de la pandemia por Covid-19 ya llegó a Junín. Así lo confirman los referentes sanitarios de la provincia de Buenos Aires consultados por Democracia, ante un aumento de contagios que ya se está sintiendo.
No obstante, son los números los que dejan más en claro la llegada de un rebrote de la propagación del virus a nuestra ciudad. En la última semana (del domingo 4 al sábado 10) se sumaron 178 nuevos contagios, una cifra que representa más del doble que los 84 que se habían reportado durante los siete días anteriores. Algo similar a lo que se puede advertir en los casos activos, que el día de ayer alcanzaron los 182 y una semana antes eran 109. La importancia de esto último está dada porque el nivel de activos tiene una incidencia directa en la ocupación de camas.
Es evidente, entonces, que la tan temida segunda ola ya está en Junín. Y si bien el aumento de casos por ahora es moderado, también es cierto que está llegando con más velocidad desde el AMBA de lo que había sucedido en 2020.
Y aun cuando en este año ya hay un porcentaje de población que recibió, al menos, una dosis de algunas de las vacunas que provee el Gobierno, lo que sucede con el nivel de letalidad en Junín es llamativo y "las causas no están claras", según indicaron desde la Región Sanitaria III a este diario.
Fallecimientos
Una particularidad de la marcha de la pandemia en nuestra ciudad es que se mantuvo cierta estabilidad la cantidad de muertos por coronavirus, aun cuando los niveles de contagio iban en descenso.
El resultado de este escenario es que la tasa de letalidad (es decir, la cantidad de fallecidos en base al número de infectados) fue subiendo paulatinamente en Junín, mientras que esa variable viene bajando sostenidamente hace meses en los índices de Nación y Provincia.
A principio de noviembre, por ejemplo, nuestra ciudad tenía una tasa de letalidad de 2,48%, al tiempo que la de todo el país era de 2,66% y la bonaerense de 3,17%. Cinco meses más tarde, es de 2,83 a nivel local, de 2,30 a escala nacional y 2,74 en el ámbito provincial.
El resultado de esta situación es un alto porcentaje de decesos según la población. Tanto es así que en Junín 254,7 muertos cada 100.000 habitantes, una cifra que en toda la provincia de Buenos Aires -incluyendo el interior y el Conurbano- solo es superada por los distritos de Avellaneda (255,6) y Balcarce (264,8). Entre los diez distritos con más muertes cada 100.000 habitantes también están Morón (254,2), San Cayetano (250,1), Colón (243,7), Ituzaingó (242,7), Nueve de Julio (241,9), Quilmes (239,2) y San Martín (238,7).
Sobre este tema, el doctor Jorge Herce, director de la Región Sanitaria III (RSIII), reconoce que “no está totalmente estudiado”, aunque aclara que “sí se ve que, en general, que la población en el interior de la provincia de Buenos Aires es de mayor edad y el hecho de que haya más adultos mayores impacta en la mortalidad porque son los sectores más vulnerables”.
Por otra parte, con 8990 casos cada 100.000 habitantes, Junín también está entre las ciudades con mayor nivel de contagio a nivel provincial. Los únicos distritos que están más en rojo son: Balcarce (12.203), Laprida (11.150), Lobería (9452) y Pinamar (9254). Luego siguen en el listado Roque Pérez (8901), General Arenales (8771), Colon (8719), Tandil (8168) y San Isidro (8060).
“Hemos cometido errores colectivamente, algo hemos hecho mal en Junín para que tengamos los números que tenemos, pero con el agravante que tenemos un sistema sanitario fuertísimo”, analiza el secretario general de ATSA Junín, Héctor Azil. Y agrega: “Uno entiende lo que le pasó a Bragado, que tuvo un colapso y después se pudo controlar, porque no tenía un sistema sanitario para contener lo que se le había venido encima, pero el de Junín es muy grande”.
Para el director del Hospital Interzonal General de Agudos, Sebastián Meneses, “tal vez tenga que ver con la alta circulación de gente que hay; municipios vecinos, como General Viamonte o Nueve de Julio, cuando tuvieron que endurecer algunas medidas sobre la circulación, lo hicieron”.
Vacunación
Con la llegada de 4050 dosis, esta semana se reactivó la vacunación en Junín. De ese total, se aplicaron 3151 entre el miércoles y el viernes.
Sobre la vacunación, María Lucrecia López, directora asociada de la RSIII y coordinadora de la campaña de inoculación, destaca la buena recepción que hay en la comunidad: “Los mayores de 60 años se empezaron a vacunar el miércoles y se los ve felices, hay un reconocimiento grandísimo a los trabajadores de las postas, la gente lo vive con mucha felicidad. Es muy gratificante estar en ese momento. El jueves, por ejemplo, que hubo mucha lluvia, se siguió con el programa y fue maravilloso ver a los enfermeros vacunar a los adultos mayores adentro de sus autos para que no se mojen”.
De los más de 90 mil habitantes que tiene Junín se inscribió para recibir la vacuna algo menos de la mitad: 41.398. De ese total, se les dio una dosis a 10.208 personas, 3323 recibieron el esquema completo y otros 27.867 están esperando que les llegue su turno.
Esto significa que el 15% de los habitantes de Junín ya recibieron, al menos, una dosis.
Respecto de la continuidad de la campaña, López explica que es probable que la semana entrante haya un nuevo envío de vacunas para nuestra ciudad.
Sistema sanitario
Herce, Meneses y Azil coinciden en que está creciendo el nivel de ocupación en las instituciones de la ciudad, ya sea en los espacios de internación como en los de terapia intensiva.
En tanto, el escenario es diferente en esta segunda ola. En primer lugar porque los casos empezaron a subir en abril, cuando el año pasado los primeros llegaron en agosto.
Además, en 2020 había bajado mucho el nivel de internaciones por otras patologías ya que, por la cuarentena primero y el aislamiento y el distanciamiento social después, se vio notablemente restringida la circulación, con lo cual, casi no había afectados por enfermedades respiratorias propias del invierno y prácticamente no se registraban accidentes. “Hoy el sistema sanitario está trabajando normal y eso hace que haya una ocupación importante por estas afecciones comunes, a lo que se le suma el Covid”, señala Azil.
Asimismo, el titular de ATSA remarca que “no es un tema menor que esta segunda ola tome al personal de la salud agotado, con un año de pandemia encima, en muchos casos sin haber podido gozar de vacaciones, y eso es algo a tener en cuenta: no se paró de atender casos de Covid desde agosto hasta ahora”.
“Estamos ocupados y preocupados -añade Meneses-, entendemos que la cuestión económica es importante pero hoy en día el sistema de salud está agotado después de tantos meses de pandemia, por lo que no sé si estaría en condiciones de soportar otro año como el 2020. Si hubiera que restringir, obviamente que no debería hacerse en las actividades económicas fundamentales, sino sobre todo las recreativas y las reuniones sociales en primera instancia, lo que ayudaría a acortar la circulación viral”.
Finalmente, Herce sentencia: “Seguimos pidiendo que nos cuidemos todos, que nos quedemos en casa todo lo posible para permitir que avance el programa de vacunación, que es la forma para evitar la mortalidad y las enfermedades graves y, con eso, evitar la saturación del sistema de salud”.
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