Tras la nueva suba, los combustibles Infinia superaron los $100 en Junín
Desde el 19 de agosto pasado, cuando se decidió un incremento tras 10 meses de congelamiento por la emergencia económica y sanitaria, se registró una sucesión de aumentos que acumulan alzas en torno al 43% de acuerdo con el producto y la marca.
Las principales petroleras concretaron un incremento en los precios de los combustibles del 7% promedio desde el martes en todas sus estaciones de servicio del país, una decisión ya anticipada la semana pasada que incluye el componente impositivo y la recuperación de los márgenes de las compañías.
En Junín, en la nafta, la Súper se fijó en $91,10 y la Infinia en $103,7; mientras que en el gasoil, el Ultra aumentó a $84 y el Infinia diésel llegó a $101,7.
“Cualquier aumento va a incidir en los costos de producción. Además, están los aumentos en retenciones y de fletes”, afirmó a Democracia el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking.
“Es toda una cadena de gastos que van subiendo, además de la sequía que estamos atravesando. El Estado es un socio en las ganancias, pero cuando hay pérdidas no está acompañándote. La única medida que hay es subir impuestos y costos”, sostuvo.
“Por ejemplo, el gasoil es la referencia de toda la siembra y la cosecha, para lo que se toma en cuenta el precio del litro del combustible. Todo está muy atado al gasoil, que va a estar aparejado a una cadena de aumentos de todo tipo”, subrayó.
Al respecto, el titular de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), Ramón Jatip, dijo: “En Buenos Aires el litro de diésel cuesta más barato. Nosotros estamos pidiendo que se equiparen un poco. Esas asimetrías no las entendemos. El gasoil de la producción no tiene que ser más caro”.
“El transporte no impacta directamente en el precio de los productos, sino la intermediación. Los cereales, por ejemplo, tienen precio internacional”, subrayó.
“El transporte más chico va a ser el que más sufrirá este aumento, además de que no hay financiación en cuotas”, concluyó.
El primero de los tres aumentos
La primera empresa en implementar el aumento -YPF- explicó que "para seguir achicando las brechas de precios entre provincias" se resolvió "un incremento de los combustibles de 7,9% promedio en CABA y un 6,5% promedio en el NOA (noroeste)", indicaron fuentes de la empresa.
La compañía informó que este es el primero de los tres aumentos que implementará en los próximos tres meses para alcanzar el 15% de suba anunciada y, de esta manera, no volverá a actualizar el precio en el resto del año.
Los aumentos previstos permitirán financiar un ambicioso plan de inversiones de US$2.700 millones para este año, resaltaron los voceros.
Los nuevos valores de referencia en la Ciudad de Buenos Aires son para la nafta súper de $80,50; nafta Premium o Infinia, $92,90; gasoil, $75.70; y gasoil premium o Infinia, $89,30.
Las demás petroleras, seguidas en participación de mercado por Raízen (licenciataria de la marca Shell) y Axion, también concretaron los incrementos durante la jornada en sus redes de estaciones de servicio.
De esta manera, desde el 19 de agosto pasado, cuando se decidió un incremento en los combustibles tras 10 meses de congelamiento por la emergencia económica y sanitaria, se registró una sucesión de aumentos que acumulan con el de este martes alzas en torno al 43% de acuerdo con el producto y la marca.
El nuevo incremento fue anticipado la semana pasada por el presidente de YPF, Pablo González, y el CEO Sergio Affronti, en una presentación con gobernadores en la que anticiparon una proyección de aumentos en los combustibles del 15% de manera escalonada en los próximos tres meses.
Los aumentos en los surtidores se replicarán así en porcentajes menores en abril y mayo hasta totalizar un 15%, sin considerar el correspondiente al componente impositivo, y el valor regulado de los biocombustibles, que tienen un sendero de alza hasta mayo.
El de este martes es el cuarto aumento general de combustibles en lo que va del año, luego de los concretados el 5 de enero del 2,9% y el 16 de enero en un 3,5% promedio, como parte del reacomodamiento del componente impositivo de los combustibles y del nuevo sendero de recuperación mensual de precios de los biocombustibles.
El tercer aumento se produjo el 1 de febrero cuando se aplicó el incremento de biocombustibles con alzas de 1% en naftas y del 1,9% en gasoil.
Luego, el 15 de ese mes, YPF decidió modificaciones, tanto a la suba como a la baja, como parte de un reordenamiento que buscaba achicar la brecha de precios con la competencia y reducir la diferencia entre capitales e interiores de algunas provincias.
En los primeros días de enero, a través de la resoluciones 1/2021 y 2/2021 de la Secretaría de Energía, se fijaron nuevos precios regulados de biocombustibles destinados a su mezcla obligatoria de nafta y gasoil, lo que busca recomponer el atraso de ese precio regulado por el Estado desde diciembre de 2019.
De esta manera, el nuevo esquema reconoce hasta mayo un incremento total del 90,7% para las distintas variedades de biodiésel y del 55,9% para las de etanol, lo que pretende dar respuesta a los reclamos de las cámaras de las empresas elaboradoras que advertían sobre el parate del sector.
En cuanto al componente impositivo, el Gobierno había decidido postergar la actualización trimestral del Impuesto a los Combustibles Líquidos y el Impuesto al Dióxido de Carbono del 1 de marzo al 12 de marzo, aunque en la práctica la petrolera lo implementó en el movimiento de precios de esta semana.