Los vecinos y los fomentistas del barrio 11 de Julio esperan que se cumpla con las obras que están proyectadas para este sector, ya que pasa el tiempo y las mejoras no aparecen.
“Obras de infraestructura faltan, hace muchos años que este barrio no recibe obras, está bastante olvidado”, explica el presidente de la sociedad de fomento, Gustavo Funes.
Aquí las necesidades son varias. Las principales pasan por el mejoramiento del alumbrado público y la extensión del asfalto o el cordón cuneta, pero también hay reclamos por algunos servicios, entre ellos, la recolección de ramas y montículos y la necesidad del paso del camión regador
Infraestructura
Ubicado al oeste de la ciudad, el barrio 11 de Julio está delimitado por las calles Gandini, Primera Junta y su continuación, Aristóbulo Del Valle, Avenida de Circunvalación y San José Obrero y su continuación, avenida República. Aquí, los servicios básicos llegan a casi todos los sectores que están construidos.
“Solamente resta hacer una extensión de 50 metros de cloacas al lugar donde va a ir la Fundación Milagros, algo que quedó pendiente cuando surgió la pandemia”, señala Funes.
En tanto, este barrio presenta sectores importantes con calles de tierra y con alumbrado colgante, que en algunos casos es insuficiente.
“Los proyectos de obras que hay con el municipio pasan por renovar el alumbrado público”, comenta el presidente de la sociedad de fomento, y agrega: “Se va a poner Led donde hay columnas y se van a cambiar los colgantes en las calles de tierra y postes con pescantes”.
Respecto de las posibilidades de extender el cordón cuneta o el asfalto, Funes afirma: “Hoy tenemos un 50% o más del barrio con calles de tierra. El tema es que en la Municipalidad nos dijeron que lo único que se puede hacer es por consorcio, lo que se hace difícil. Cada frentista hoy tendría un costo de alrededor de $90 mil por una obra de cordón cuneta y base estabilizada, que debería pagar en un año, así que sería una cuota bastante pesada para el vecino. Ojalá que llegue alguna obra de asfalto de Provincia para el barrio”.
Servicios
Además, los lugareños hacen hincapié en algunas prestaciones que no se están dando de manera correcta. “Hoy en día, lo que más reclama el vecino es el riego, las calles son muy transitadas y eso es lo primordial”, asevera Funes.
La limpieza y el mantenimiento general del barrio es otro tema de preocupación: “Sabemos que hay un conflicto gremial y entendemos al empleado municipal que está de paro hace veinte días, pero la consecuencia de eso es que no pasa la recolección de ramas y montículos. Se está sintiendo en estos días que el empleado municipal no está, así que esperamos que se solucione esto y que vuelva todo a la normalidad”.
Tránsito y seguridad
En referencia al tránsito, Funes remarca que “está medio complicado por la falta de carteles”. Es que, en los sectores en los que no hay letreros señalizadores de las calles, “se suelen tomar como mano y contramano”, tanto las de tierra como las asfaltadas.
Es por ello que, desde la sociedad de fomento, se está trabajando en conjunto con las autoridades comunales para mejorar la señalética de la zona. “Esta es una iniciativa que armamos nosotros con el municipio, con la que apuntamos restaurar los carteles viejos y agregar donde no los haya”, puntualiza el dirigente barrial.
Finalmente, Funes se explaya en torno a la seguridad del lugar. En este aspecto, enfatiza la importancia de contar con un destacamento policial en el barrio. “Dentro de todo, está bien”, dice.
No obstante, a partir de algunos hechos puntuales que se sucedieron en la zona, representantes de la sociedad de fomento mantuvieron encuentros con el secretario de Seguridad, Andrés Rosa, y el director de Seguridad, Luis Chami, para transmitirles las inquietudes de los vecinos. “Pero, dentro de todo, la seguridad está bastante controlada”, concluye Funes.
“Los proyectos del municipio pasan por renovar el alumbrado público. Se va a poner Led, se van a cambiar los colgantes y se van a colocar postes con pescantes”.
La sociedad de fomento
La actual comisión directiva asumió en enero de 2020, dos meses antes de que estalle la pandemia por coronavirus. El trabajo fue, en aquellos meses, más que nada social. “Se hicieron viandas solidarias, que pudimos repartir a unas 700 personas, en un trabajo en conjunto con la peña ‘Tití Mastrángelo’ de Sarmiento y los chicos de tenis y de
hockey del club. Además, se juntaron alimentos no perecederos para los que lo necesitaban”, explica el presidente de la entidad barrial, Gustavo Funes.
Con el paso del tiempo y el retorno a cierta normalidad, el enfoque empezó a estar puesto en las necesidades del sector.
“Estamos haciendo algunas reuniones -comenta Funes-, llamamos a los vecinos para que vean los proyectos y las ideas que tenemos y qué busca esta comisión directiva, porque queremos que avance el barrio 11 de Julio. Por eso, les pedimos que confíen en nosotros, porque queremos lo mejor para todo y vamos a estar apoyando a los vecinos”.
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