Con su marca Cerebritos, una pareja en Junín, Francina Basso y Federico Ruffa, se hace fuerte en el arte de crear juegos didácticos, hechos principalmente de madera maciza con todos los cuidados que necesitan, para que a la hora de jugar sean seguros.
“Tratamos de abarcar todas las edades. Desde que comenzamos hasta hoy fuimos creando nuevos juegos para poder lograr esto. En estos momentos, contamos con juegos desde 0 a 5 años, inspirados en la filosofía Montessori”, afirmó Ruffa a Democracia.
Entre ellos se encuentran tableros sensoriales, cubos didácticos apilables y rompecabezas, contador apilable, juego de coordinación de tornillos, juego de pesca.
“Por ejemplo, los tableros los realizamos 100% a mano, desde el corte de las maderas hasta la pintura de los detalles. Algo que nos importa mucho es la ecología, por lo que tratamos de que nuestros materiales sean ecológicos y duraderos, desde el producto en sí hasta su empaque, realizado también a mano en bolsas de lienzo reutilizables”, explicó.
“Los tableros sensoriales tienen elementos que permiten estimular los sentidos, ya sea abriendo y cerrando puertas, haciendo ruidos con un timbre, abrir cierres y descubrir texturas, etc.” señaló.
“Uno de nuestros favoritos es el tablero de tornillos, que permite desarrollar la destreza, la habilidad y la motricidad fina. También ayuda a la concentración”, aseguró.
“Todos nuestros juegos estimulan la creatividad y la imaginación de los niños. Permiten pensar de forma creativa y desarrollar puntos de vista propios. Fomentan la coordinación mano-ojo y la memoria visual”, subrayó.
“Y lo más importante es que con cada uno de ellos los niños aprenden jugando”, concluyó.
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