La inflación no da tregua y es así como en los últimos meses se disparó con índices aún por encima de los números de mediados del año pasado cuando, en plena cuarentena, con restricciones que generaron un importante enfriamiento de la economía, seguían en niveles superiores a los pretendido por el Gobierno.
Lo cierto es que en las últimas tres mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un alza del 11 por ciento, producto de las subas de un 3,8% en octubre, un 3,2% en noviembre y un 4% en diciembre. Este incremento fue todavía mayor en el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, en el que el salto fue de 4,8%, 2,7% y 4,4% en el cuarto trimestre de 2020, totalizando casi un 12%.
Inclusive, el organismo estadístico nacional da cuenta en sus últimos registros que hubo aumentos extraordinarios en determinados productos dentro de los alimentos: más del 40% en varios cortes de carne y más del 50% en ciertas frutas y verduras, llegando en algunos casos a superar el 100% en solo dos o tres meses.
En el exhaustivo relevamiento que hace periódicamente el diario Democracia en nuestra ciudad, se pudo determinar que algunos de esos ya importantísimos aumentos fueron aún mayores a nivel local. De esta manera, todos los cortes de carne relevados por el Indec subieron más en Junín. Frutas como los limones, manzanas, naranjas y bananas también tuvieron alzas más elevadas que los estipulados por el organismo estadístico nacional, lo mismo que sucede con las batatas, la lechuga, la yerba y la leche, entre otros productos.
Otra característica que se observa en los súper locales pasa por el stock de mercadería. En determinados productos, como el aceite, a veces hay algún faltante y, a esta altura, es muy difícil encontrar las primeras marcas que algunos meses atrás dominaban las góndolas.
También se vuelven a ver condiciones a la adquisición de ciertos artículos (como aceite o mayonesa) y las tiendas admiten la compra de una cantidad limitada de unidades por grupo familiar.
Medición propia
Hace más de dos años que viene realizando un relevamiento de precios de alimentos en los supermercados de Junín y en esta oportunidad se comparó el movimiento inflacionario de los últimos tres meses.
La metodología de este trabajo que se realiza en tiendas locales de grandes superficies consiste en tomar la misma lista de productos alimenticios básicos para hacer el comparativo mensual. Se trata de una nómina que incluye artículos de marcas conocidas, de manera que sea más factible que estén presentes, en general, en las góndolas de todas las tiendas registradas.
Aceite, arroz en distintas presentaciones, fideos secos tirabuzón, polenta, puré de tomates, yerba, azúcar, galletitas, bizcochitos, leche, manteca y yogurt fueron los alimentos verificados, como así también cortes de carne, frutas y verduras.
El criterio que se estableció para la comparación fue el de promediar las diferencias del mismo producto en todas las tiendas.
Carnes
El precio de la carne es uno de los temas centrales de los últimos meses. Tanto que durante 2020 aumentó el doble que la inflación, con una fuerte aceleración en los últimos meses del año.
Esto se vio reflejado en los informes del Indec y, aún así, en Junín las subas estuvieron por encima de los números oficiales.
El asado, que en nuestra ciudad cuesta entre $500 y $550 tuvo un aumento, promedio, del 52%. Es decir, más que el 42,4% que relevó el Indec en los últimos tres meses. Lo mismo sucede con la paleta, que para el organismo estadístico tuvo un alza del 22% y fue del 43% en los mostradores de nuestro medio; o la carne picada común, que oficialmente subió un 19,8% y en Junín se remarcó en más del 25%; o el cuadril, con un ajuste del 26% en el informe estadístico gubernamental, pero de más del 40% a nivel local; y la nalga que, más allá de que el Indec haya medido un 28% de incremento en tres meses, aquí tuvo un salto en torno al 40%.
Otros cortes que sufrieron ajustes importantes fueron: matambre (44%), vacío (42%), cuadrada (40%) y palomita (32%).
Frutas y verduras
Por sus características, el de las frutas y verduras es el rubro más difícil de medir, dentro de los alimentos, porque las variaciones de precios no solamente están atadas a cuestiones estacionales, sino que las condiciones climáticas suelen influir fuertemente en los precios.
Más allá de la aclaración, aquí también hubo ajustes por encima de los informes oficiales.
El organismo estadístico nacional observó un incremento del 111% en los limones en los últimos tres meses, un salto exorbitante que en Junín fue todavía mayor, llegando, en promedio, al 245%: así como a fines de octubre se conseguía entre $90 y $100 el kilo, hoy cuesta de $300 a $350.
En tanto, la manzana roja subió un 80% (para el Indec fue del 53%), la naranja 58% (50% fue el aumento oficial), la banana un 21 % (11% según la medición gubernamental).
Otros ajustes importantes dentro del rubro de las frutas en nuestra ciudad fueron las peras un 61%, las ciruelas un 25%, este último similar al del kiwi.
En cuanto a las verduras, el comportamiento observado es dispar. Por un lado, con un 52% de aumento, las batatas subieron más acá que en la medición oficial, que fue del 47%. Lo mismo sucede con la lechuga, que para el Indec tuvo una actualización del 7% en el último trimestre, y en nuestra ciudad hubo ajustes del 28% en la capuchina, y en algunos lugares llega a estar por encima del 50% la francesa y la mantecosa.
Pero, por otro lado, hay algunas verduras que bajaron su precio. Los pimientos rojos y verdes son un ejemplo, que tuvieron una caída de entre el 20% y el 40%, y también lo son el pepino (-44%), la zanahoria (-25%), la cebolla (-18%) y la remolacha (-11%). El tomate redondo también tuvo una caída muy importante, aunque no fue tan grande como la que establecen los números gubernamentales, ya que allí se consigna que hubo un descenso del 82% en dos meses y aquí la baja fue del 69%. Una situación parecida a la de la cebolla, que debería haber disminuido su precio en un 27% y, a nivel local, hoy está a un 17% menos que hace tres meses. El tomate perita, en tanto, también está un 56% abajo.
Otros productos en los que Junín está “beneficiado” respecto de los precios, son: la papa, que subió un 12% pero es mucho menos que el 57% que marca el informe oficial; y el zapallo anco, que para el Indec está a $99,86 y aquí se consigue entre $70 y $79.
Alimentos
En el relevamiento hecho por Democracia se advierte que los aumentos no son tan importantes entre los alimentos medidos en las góndolas de los supermercados, como sí lo son en la carne y algunas frutas y verduras.
En tal sentido, la yerba es uno de los artículos que más aumentó, y aquí también por encima de los números oficiales: mientras el Indec determinó un alza del 14,2% en los últimos tres meses, la de las principales marcas relevadas por Democracia fue bastante más, por ejemplo: 66% la Playadito y 46% la Taragüí.
El aceite es otro producto que se ajustó en un 15%, de acuerdo con epl índice oficial, algo similar a lo que ocurre en las tiendas de Junín. En este caso hay que señalar, por un lado, la proliferación de segundas marcas que prácticamente desplazaron de las góndolas a las más conocidas, al punto de que es muy difícil conseguirlas. Además, puede haber faltante en determinados momentos, por lo cual, hay tiendas que condicionan las compras a la adquisición de una limitada cantidad de unidades por grupo familiar, lo mismo que ocurre en otros casos, como el de la mayonesa.
Así como para el Indec la leche en sachet subió un 2,4% el último trimestre, el salto en las headeras locales fue superior: La Serenísima remarcó un 12%, en promedio; y lo curioso es que la marca Armonía, incluida en el programa Precios Cuidados, en los últimos meses tuvo un ajuste del 8%, casi el triple del número oficial.
Además, los fideos guiseros aumentaron un 5%, cuando el organismo estadístico observó una suba del 0,8%
Mientras que el Indec relevó aumentos del 7,8% para el arroz y del 3,3% para el azúcar, los precios de esos artículos se mantuvieron estables en los últimos meses, salvo alguna variación mínima. Otros productos que sostuvieron sus valores sin grandes modificaciones son: polenta, puré de tomates, galletitas de agua, manteca y yogurt.
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