paro y movilización del campo
El pasado jueves se realizó una asamblea en Pergamino, en el cruce de rutas 32 y 188.
RECHAZO, PARO Y MOVILIZACIÓN

Los representantes del campo de la Región expresaron su malestar por el freno a la exportación de maíz

En diálogo con Democracia, los presidentes de las Sociedades Rurales de Arenales, Chacabuco, Junín y Rojas manifestaron el descontento del sector por la medida del Gobierno nacional. Aseguraron que se trata de una decisión "desacertada, arbitraria y populista".

Los miembros de las Sociedades Rurales de la zona, junto a productores autoconvocados, se manifestaron el pasado jueves en el cruce de rutas 32 y 188, en Pergamino, con el fin de visibilizar el malestar del sector por la medida del Gobierno nacional respecto de frenar la exportación de maíz. 
El encuentro contó con la presencia de un importante número de tractores, camiones y camionetas, y culminó con una concentración y acto en el Parque Belgrano. 
Tras la protesta, en diálogo con Democracia, los presidentes de las Sociedades Rurales de Arenales, Chacabuco, Junín y Rojas ofrecieron su lectura sobre la problemática y aseguraron que esta decisión generará el efecto contrario al deseado por el gobierno. 

“Es una medida desacertada”
El presidente de la Sociedad Rural de General Arenales, Matías Di Prinzio, aseguró a Democracia que “es una medida desacertada del Gobierno nacional, como varias que viene teniendo hacia el sector agroindustrial, porque esto va a terminar perjudicando no solo al productor agropecuario sino a la segunda cadena, de cerdo y pollo, que necesitan del maíz• y agregó que “se genera el efecto contrario, buscan dejar de exportar maíz para que los productos sean baratos para la gente y eso no es cierto, esto ya está logrando el efecto contrario, hay paro y cese de comercialización para la semana que viene. Es una forma de protesta. La realidad es que el que tiene grano en su poder, lo va a retener. Más vale vender un poco de trigo, otro cereal, sabiendo que a partir de marzo puede cambiar el precio”.
“Nos deja muy mal parados a nivel país, como proveedores hacia el mundo, porque cierran la exportación y los otros países se quedan sin maíz. También se pierden dólares que entran a la Argentina, son casi 800 millones de dólares por tres meses de cierre de exportación, es todo negativo para el país y para la gente”, dijo Di Prinzio, al tiempo que agregó que “el productor está acostumbrado a rotar el cultivo, va a seguir con la rotación, porque además el precio del maíz no varió. El maíz ya está sembrado y el precio es el mismo que el que tenía antes de esta medida, hoy en Arenales hay 70% de maíz y 30% de soja de primera. La soja de primera bajó mucho porque la rentabilidad del maíz es buena, en comparación con otros años. Y eso no creo que cambie, siempre y cuando no se extienda esta medida”. 
Di Prinzio advirtió también que “si se siguen tomando estas decisiones arbitrarias, muchos productores van a optar por hacer soja de primera, que es lo más fácil, lo que menos complicaciones y gastos tiene. Y ahí empezamos con los problemas de rotación, las retenciones habían bajado, había incentivos y eso mejora todo. No se tienen que tirar tantos insecticidas, herbicidas, es necesario hacer una rotación adecuada para no generar estos inconvenientes ambientales. Si la idea era bajar el costo de la carne, el camino era dar un incentivo para que haya cada vez más producción y se pueda exportar cada vez, con mucha oferta”.

“Son recetas viejas que no dieron resultado”
Por su parte, Sebastián Sofía, presidente de la Sociedad Rural de Chacabuco, dijo a este diario que “es triste volver a hablar de lo mismo después de doce años, no solamente para nosotros sino para todo el país. No me sorprende esta medida, es una de las tantas que tomaron. Es totalmente populista, está por demás de demostrado que el relato que tienen -que lo hacen para que la producción avícola, de cerdo, vacuna, tengan menor precio para que las personas accedan al alimento cárnico barato- es totalmente mentira. Sabemos que cuando no hay oferta y hay demanda el precio sube, no baja. Encima deja de tener los carriles normales de comercialización de oferta y demanda”.
“El país necesita producir más, para cubrir todo lo que necesita el mercado interno y para exportar el excedente, cuanto más sea mejor. Es una cascada que vuelca a muchísimos actores que son eslabones directos e indirectos de nuestra producción. Es una medida vieja y que no sirve”, dijo Sofía y añadió: “nosotros vamos a proponer diálogo, que no existe por parte del gobierno. Esto es una mojadita de oreja más y, si no hay marcha atrás con esta medida, desde Chacabuco vamos a proponer continuar con el paro. Esto que pasa ahora con el maíz después lo van a hacer con el trigo y etcétera. Son recetas viejas que no dieron resultado”.  
En tanto, el presidente de la Sociedad Rural de Chacabuco recordó que “cuando en 2015 se bajaron las retenciones al maíz, trigo y soja, la producción de trigo y maíz aumentó notablemente. Con todo lo que significa: inversión en insumos, genética, en producir más; tenemos que estar enfocados en eso, con las reglas claras. Las inversiones son a largo plazo, maquinaria, mejoramiento del suelo, también para los ganaderos. Es inversa la medida a lo que tratan de explicar, la consecuencia va a ser totalmente contraria”.

“Esto va a generar el efecto contrario”
Por otro lado, Gustavo Frederking, de la Sociedad Rural de Junín, contó a Democracia que “hay malestar con esta medida en el sector, se lo ve como una mala señal, tenemos presente lo malas que fueron las medidas de intervención de los mercados en el gobierno de Cristina Kirchner, con Moreno. Estas intervenciones generaron la menor producción de trigo en cien años, de maíz muy poco, cuando se sacaron las trabas pasamos de 22 millones de toneladas de maíz a 50 millones, de trigo había 8 millones y ahora 19 millones por año. No podemos esperar a que repitan los mismos errores, las mismas recetas del pasado. No tiene sentido. Plantean que lo hacen para cuidar a un sector y eso es falaz porque el maíz está, y esta medida genera el efecto inverso”.
Frederking señaló que “hay que activar políticas para que la gente venda el maíz que puede tener, queda para abastecer el mercado de acá a marzo. No con políticas restrictivas. El productor del campo ve la intervención en el mercado como algo malo e ineficiente. Es un sinsentido, el gobierno fomentó el diálogo con el agro y la industria, en una misma mesa, para acercar ideas al gobierno y tratar de exportar más, para que ingresen más divisas. Argentina hoy es un país agroexportador, estaría bueno que en algún momento podamos dar segundo uso a la materia prima pero hoy necesitamos producir. Se creó el consejo Agroindustrial y hoy es una contradicción suspender las exportaciones”.
“El malestar no es con esta medida en sí, porque no es una restricción severa, sino porque el productor está alerta a lo que puede llegar a pasar, que esto se acreciente, que vayan por esto, después por el trigo, por la soja, y que se generen situaciones de intervención de mercado. El productor no tenía buena relación con el gobierno de Cristina y uno asocia ese gobierno con este, se va acentuando cada vez más. Las medidas de intervención no dieron resultado, decían que quería cuidar el pan en la mesa de los argentinos y el precio del pan no paraba de subir”, dijo en otro tramo. 
Por otro lado, manifestó que existe la posibilidad de que den marcha atrás: “el gobierno puede revisar esta medida, nosotros queremos diálogo, pueden equivocarse, pudieron tener intención de cuidar a un sector y se pueden haber equivocado. Pensamos en positivo, es necesario el diálogo para que lo entiendan, porque es muy notorio lo que están haciendo y hay que salir de esta situación que tanto malestar produce”.

“Desvisten a un santo para vestir a otro”
Alberto del Solar Dorrego, presidente de la Sociedad Rural de Rojas, dijo a este diario que “una vez más, se trata de desvestir a un santo para vestir a otro. El problema más grave que hay es la parte ideológica de todo esto, de la transferencia de ingresos de un sector a otro. Acá ha pesado más el lobby de ciertos sectores que están en el Consejo Agroindustrial, que consideraron que al frenar la exportación el precio del maíz iba a bajar en la Argentina”.
“En este momento, los commodities están subiendo en el mundo: la soja se liquida a 500 dólares y el maíz ha estado en alza, aun cuando se cree que hay una baja de producción en Argentina y otros países por el factor Niña que afecta a los cultivos”, dijo Alberto del Solar Dorrego y agregó que “es una visión equivocada porque va a generar que el productor no venda maíz y, en vez de bajar, va a subir. Por otro lado, dejamos de tener una posibilidad de ingresos por exportaciones, que es un tema grave. Es gravísimo que volvamos a la sojización en esta zona productiva, porque la gente va a volver a sembrar soja y eso significa deterioro en la rotación, que es fundamental para que los suelos no se degraden”. 
Por otro lado, el titular de la Sociedad Rural de Rojas apuntó que “consiguen volver a años atrás, a que se produzca menos maíz en el futuro y estamos tirando por la borda la sustentabilidad del suelo. O sea que es más lo negativo que lo que consideran ellos positivo respecto de que bajen los precios en las góndolas. Por otro lado, hay otro aspecto para analizar y que divide en ganadores y perdedores: algunos tamberos pueden pensar que van a tener alimento más barato para las vacas y esas personas, también los polleros, están avalando un sistema que es perverso, porque no es cuestión que un productor tenga que asegurarle el negocio a otro. Me pregunto: ¿La producción granaria es de todos? ¿Pertenece al Estado? Como puede ser el petróleo, que está bajo tierra, estamos entrando en una situación donde pareciera que el Estado tiene que decir a quién y cómo se lo vende”. 
“Es tan grande el zarpazo que le pega el Estado a la producción agrícola que ha motivado que, muchas rurales nos hemos adherido a la convocatoria en el cruce de Rutas 188 y 32, en Pergamino, para empezar a poner los puntos porque hay cosas que no se pueden tolerar. El tema del maíz es la gota que rebalsó el vaso, en el fondo no es tan importante como la idea de la intervención del Estado en el negocio de los particulares. Entonces, lo que producimos los agricultores, ¿Es un bien del Estado o es un bien privado?  Entramos en una discusión ideológica mucho más complicada.

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