En un final electrizante a las 1.04 de hoy, Tinelli mostró la papeleta con el millón y medio de llamados y sms telefónicos, que indicaba que La Mole con 50,24 puntos derrotaba a Paula Chávez, que consiguió 49,76, cuando Ibope cantaba que Showmatch estaba aposentado sobre un colchón de más de 40 puntos de rating.
Así, Tinelli ratificó su condición de "imbatible" y se colocó con mediciones notables en el rol de nave insignia de Canal 13 como reconoció el propio gerente de Programación, Adrián Suar.
Porque para el 13, Marcelo Tinelli es como el aire, un elemento más que necesario, y la emisora no puede darse el lujo de cometer el mismo error que Telefé perpetró a principios de la década cuando ahuyentó y dejó ir al hombre de Bolívar.
Con "Showmatch" y productos de su escudería como "Este es el show", "La Cocina del show" y "Sábado show", Tinelli llevó al primer puesto del rating a Canal 13, luego de más de 10 años de que la emisora de Constitución estuviera estacionada en el segundo lugar.
En este 2010, Showmatch fue el dueño indiscutido del prime time, pero gracias a uno de sus satélites, "Este es el show", el 13 pasó a ganar las tardes -un horario maldito para el canal- y eso le permitió a la emisora construir un liderazgo de varios meses y prepararse para llevarse el año.
Pero Tinelli además superó a prepotencia de rating los recelos y la desconfianza dentro del 13 y del Grupo Clarín, con quien lo unen dos años más de contrato, que comenzarán a desandarse en abril de 2011, tal como él anunció anoche.
Son muchos los especialistas en la TV Argentina que consideran que hoy "Tinelli es más necesario para Canal 13, que el 13 para Tinelli, que puede llevarse su éxito de regreso a Telefé, si así lo desea".
En paralelo al clímax del éxito, Tinelli recibió sanciones por bailes de cierto contenido erótico y críticas por la calidad artística o intelectual de su ciclo, aunque el conductor con el correr de los años se ha blindando contra estas últimas.
Pero lo que ya parece fuera de duda es que Tinelli comparte olfato con el grueso del público argentino y eso lo ha demostrado a lo largo de su exitosa carrera, y aunque algunos años puede costarle un par de meses dar con el punto exacto, finalmente lo encuentra y a partir de ahí surfea en la cresta de la ola.
En este 2010, Tinelli se mostraba cauteloso y como le manifestó a Télam se conformaba con un promedio de 20 puntos, pero desde un principio el piso fue de 25 y desde allí superó varias veces los benditos 30, que muy pocos pueden alcanzar.
Más allá de las discusiones, es indudable la capacidad de Tinelli y de su equipo para producir entretenimiento y generar un show gigantesco al que hay que alimentar durante cuatro días a la semana, aunque a veces el ciclo haya abusado de golpes bajos en temas delicados como el HIV o la violencia de género.
En el resto del mundo, el "Bailando por un sueño" se emite una sola vez por semana, mientras que en la Argentina esa máquina devoradora que es la TV exige que sea cuatro emisiones por semana, y Tinelli estructura todo para que así sea.
Apoyado en su olfato, Tinelli fue construyendo este monstruo con vedettes de generosa geografía, fenómenos mediáticos, freaks, bailarinas, y hasta ídolos populares como ocurrió este año con Fabio "La Mole" Moli.
Pero este año, el ciclo tuvo más que nunca como protagonista al propio Tinelli que fabricó personajes como Tito el guardaespaldas, su falso noviazgo con Coki Ramírez, Peter Alfonso, Ricardo Fort, Belén Francese, Lola Ponce, Amalia Granata, Matías Alé y otros, con los que jugó en escena y se divirtió, consiguiendo una buena cosecha en rating.
Y como viene ocurriendo desde que Tinelli adoptó los formatos Bailando, Cantando y Patinando por un sueño, el programa se repitió hasta el hartazgo en otros canales, en otros programas y a cualquier hora, dándole la razón al conductor de haber encontrado algo que le dé que hablar a la gente en la oficina, en el bar o en su casa.
Así, Tinelli ratificó su condición de "imbatible" y se colocó con mediciones notables en el rol de nave insignia de Canal 13 como reconoció el propio gerente de Programación, Adrián Suar.
Porque para el 13, Marcelo Tinelli es como el aire, un elemento más que necesario, y la emisora no puede darse el lujo de cometer el mismo error que Telefé perpetró a principios de la década cuando ahuyentó y dejó ir al hombre de Bolívar.
Con "Showmatch" y productos de su escudería como "Este es el show", "La Cocina del show" y "Sábado show", Tinelli llevó al primer puesto del rating a Canal 13, luego de más de 10 años de que la emisora de Constitución estuviera estacionada en el segundo lugar.
En este 2010, Showmatch fue el dueño indiscutido del prime time, pero gracias a uno de sus satélites, "Este es el show", el 13 pasó a ganar las tardes -un horario maldito para el canal- y eso le permitió a la emisora construir un liderazgo de varios meses y prepararse para llevarse el año.
Pero Tinelli además superó a prepotencia de rating los recelos y la desconfianza dentro del 13 y del Grupo Clarín, con quien lo unen dos años más de contrato, que comenzarán a desandarse en abril de 2011, tal como él anunció anoche.
Son muchos los especialistas en la TV Argentina que consideran que hoy "Tinelli es más necesario para Canal 13, que el 13 para Tinelli, que puede llevarse su éxito de regreso a Telefé, si así lo desea".
En paralelo al clímax del éxito, Tinelli recibió sanciones por bailes de cierto contenido erótico y críticas por la calidad artística o intelectual de su ciclo, aunque el conductor con el correr de los años se ha blindando contra estas últimas.
Pero lo que ya parece fuera de duda es que Tinelli comparte olfato con el grueso del público argentino y eso lo ha demostrado a lo largo de su exitosa carrera, y aunque algunos años puede costarle un par de meses dar con el punto exacto, finalmente lo encuentra y a partir de ahí surfea en la cresta de la ola.
En este 2010, Tinelli se mostraba cauteloso y como le manifestó a Télam se conformaba con un promedio de 20 puntos, pero desde un principio el piso fue de 25 y desde allí superó varias veces los benditos 30, que muy pocos pueden alcanzar.
Más allá de las discusiones, es indudable la capacidad de Tinelli y de su equipo para producir entretenimiento y generar un show gigantesco al que hay que alimentar durante cuatro días a la semana, aunque a veces el ciclo haya abusado de golpes bajos en temas delicados como el HIV o la violencia de género.
En el resto del mundo, el "Bailando por un sueño" se emite una sola vez por semana, mientras que en la Argentina esa máquina devoradora que es la TV exige que sea cuatro emisiones por semana, y Tinelli estructura todo para que así sea.
Apoyado en su olfato, Tinelli fue construyendo este monstruo con vedettes de generosa geografía, fenómenos mediáticos, freaks, bailarinas, y hasta ídolos populares como ocurrió este año con Fabio "La Mole" Moli.
Pero este año, el ciclo tuvo más que nunca como protagonista al propio Tinelli que fabricó personajes como Tito el guardaespaldas, su falso noviazgo con Coki Ramírez, Peter Alfonso, Ricardo Fort, Belén Francese, Lola Ponce, Amalia Granata, Matías Alé y otros, con los que jugó en escena y se divirtió, consiguiendo una buena cosecha en rating.
Y como viene ocurriendo desde que Tinelli adoptó los formatos Bailando, Cantando y Patinando por un sueño, el programa se repitió hasta el hartazgo en otros canales, en otros programas y a cualquier hora, dándole la razón al conductor de haber encontrado algo que le dé que hablar a la gente en la oficina, en el bar o en su casa.
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