El área de Salud Mental del Hospital es uno de los lugares al que se puede acudir para pedir ayuda.
RADIOGRAFÍA DE UNA DE LAS PROBLEMÁTICAS DEL AISLAMIENTO

Baja la cantidad de suicidios, aunque hubo cuatro casos durante noviembre

Hubo once eventos en lo que va del año: ocho de ellos ocurrieron durante la cuarentena. Preocupa la suba de casos en este mes. La cifra anual es bastante menor a la de 2019, cuando hubo 23 hechos. No obstante, la tasa es más alta que la media nacional. Afirman que no hay patrones etarios o de motivaciones que se repitan. Remarcan la importancia del diálogo y la escucha para prevenir.

Aun cuando los especialistas entienden que el prolongado aislamiento al que estamos sometidos a partir de la pandemia de Covid-19 va a generar trastornos en la salud mental, que todavía es muy prematuro prever, hasta ahora se puede advertir que la cantidad de suicidios disminuyó considerablemente en nuestra ciudad respecto a lo sucedido el año anterior.
Es cierto que 2019 había dejado números preocupantes: los 23 casos contabilizados el año pasado configuran una marca inusitada. Tanto que aquella cifra representa un promedio muchísimo más alto de lo que sucede en el país, ya que, según las cifras del ministerio de Salud, en 2011 –la última estadística consolidada por la cartera– esa tasa era de 7,3 cada cien mil habitantes; aunque los guarismos más actualizados ubican ese índice en torno al 9 o 10 por cien mil.
El panorama es distinto en este año. De acuerdo con un informe de la Dirección de Asistencia Ciudadana del municipio al que Democracia tuvo acceso, fueron once los eventos de este tipo en los que la dependencia comunal debió intervenir. Esto es (hasta ahora) menos de la mitad de los casos de 2019.
No obstante, en el desagregado de esos datos, se advierte un dato preocupante y es que cuatro de esos suicidios se dieron durante noviembre. Una cifra excepcional para un mes que todavía no terminó. El resto de los hechos se desencadenaron en enero (3), mayo (2), junio (1) y octubre (1).
Nuevamente: si bien en la comparación interanual los números son bastante más bajos que los del año pasado, lo cierto es que el índice sigue estando por encima de la media nacional, de acuerdo conlos datos disponibles.

Asistencia ciudadana
La directora de Asistencia Ciudadana del municipio, María Galante, explica a este medio que esa oficina toma intervención luego de que se produce un hecho de estas características para acompañar en ese momento, colaborar en algún trámite si es requerido y, fundamentalmente, ofrecer asistencia al núcleo familiar más cercano. “Hay veces que la gente lo toma y otras que no”, señala la funcionaria.
Al referirse a los suicidios que se produjeron en lo que va de 2020, Galante analiza: “Fueron menos casos que el año pasado. Sabemos que es un contexto muy particular, hay gente que la está pasando realmente mal y esto podría haber llegado a influir en el caso de tomar alguna decisión. Sí vemos que sucedieron varios juntos en el último mes, pero las motivaciones son diversas, y a veces conocemos ese porqué pero en otras oportunidades no lo sabemos o la familia elige resguardarse y no divulgar cuál es la problemática”.
Los especialistas de esta dependencia no observan patrones comunes que permitan pensar que haya motivaciones que se repitan o un grupo etario más comprometido en esta problemática, sino que los móviles y las edades de los afectados son variadas.


En tal sentido, la licenciada en Psicología Gabriela Goyena, miembro del equipo de la Dirección de Asistencia Comunitaria, explica: “En algunos casos desconocemos las causas. Hay patrones generales, que tienen que ver con alguna patología o problema psiquiátrico, o no, pueden ser personas que entran en un proceso depresivo y no pueden resolver ciertas cuestiones, lo que hace que tomen esa decisión. Pero no se puede hablar de una regla”.
En tanto, Goyena entiende que es necesario tener en cuenta los signos de alarma. “Hay distintas opciones -afirma-, algunos nos manifiestan que la persona estaba bien y no pueden entender cómo tomó esa decisión, y otros que comentan que venía con algunos indicadores pero no quiso que lo ayudaran. Por eso es fundamental trabajar en la prevención, hay familiares que no saben qué hacer con esa persona que está sufriendo. Creo que muchos desconocen que, cuando hay intentos previos, hay que acceder a la Justicia y, si el paciente requiere de una internación, pedir que sea judicializado para que se intervenga en ese caso, porque si viene con algunos intentos, es probable que en algún momento pueda concretarse”.
Por último, Galante destaca que los abordajes que realizan desde esta Dirección luego, generalmente, continúan en otros centros sanitarios especializados, por lo que “se trabaja en red y en articulación con otras instituciones”. Y concluye: “Es un tema delicado, del que no se habla, y preocupa lo que está sucediendo. Por eso siempre es importante trabajar en la prevención desde los distintos ámbitos. Si bien hay que medir la información que se brinda, esto no tiene que ser un tema tabú: con la responsabilidad que requiere, hay que hablar de esto porque es una cuestión de Salud Pública”.

Salud mental
La doctora Gabriela Martínez, coordinadora del Centro de Salud Mental del municipio, afirma que en este tema es fundamental tener en cuenta las pautas de alarma. “Las modificaciones abruptas de conducta, las enfermedades de base, los cambios en la situación afectiva, social y económica, porque no nos olvidemos que, en el marco del aislamiento, mucha gente está teniendo y va a tener aún más inconvenientes laborales, entonces son cosas que se atraviesan con una condición mental que en muchas oportunidades no permite procesarlo como se debería”, asevera.
Además de esas posibles señales de alerta, la médica especialista en Psiquiatría también considera importante la contención, el acompañamiento “y saber que siempre hay personas que pueden llegar a escuchar: la telemedicina es una opción a la que no hay que negarse, sobre todo en este contexto en el que se trabaja mucho de manera remota, y es una alternativa”.
Por supuesto que las pautas de alarma no son tan claras como en muchas patologías clínicas que, a partir de determinados estudios, se puede detectar alguna enfermedad. Para las cuestiones psicológicas, en general, y los suicidios, en particular, hay que poner la mirada en otro lado: “Tiene que ver con un cambio de conducta, con deshacerse de las cosas queridas, una manera de despedirse, de aislarse, de alejarse de los vínculos. También puede verse en estos casos aumento de consumo de sustancias, de medicamentos, de alcohol y en las conductas de riesgos, entonces puede haber una persona que suele ser cauta y, de repente, parece que se maneja totalmente diferente a lo que era su habitualidad”.
Para Martínez, “es importante empezar a reflexionar sobre la posibilidad de conectarse, de comunicarse, de bajar los decibeles y tratar de salir de esta carrera tan vertiginosa que nos impone el presente, con esa idea de que se quiere todo ya, todo ahora”.
Además, señala que, más allá de la cifra de suicidios, hay que tener en cuenta el delicado momento que estamos atravesando por la cuarentena, lo que podría generar diferentes trastornos: “Jamás pasó que tantas personas, sin haber cometido ningún delito ni tenido que cumplir ninguna pena, de un momento para otro tuvieran que cambiar su estilo de vida en un porcentaje elevadísimo; los chicos dejaron de ir a la escuela, los adultos dejaron de ver a sus seres queridos, hay gente que duplicó su trabajo y otras que lo perdieron, así que las consecuencias pueden ser terribles. Tal vez no sean tan evidentes en el corto plazo, pero sí se van a manifestar en diferentes cuadros, como depresiones, estrés postraumático, trastornos de ansiedad generalizados en sus diversas formas”.
En su análisis, la doctora Martínez enfatiza que temas como el suicidio no deben esconderse. Por eso, en las consultas a psicólogos o psiquiatras “se les van dando pautas” a los pacientes: “Como profesionales, nosotros empezamos a hablar estos temas cuando una persona viene con cambios de la conducta y trastornos del ánimo, lo abordamos siempre, no es un tabú y, ante cualquier signo de alarma, se toman cartas en el asunto”.
Y si bien entiende que no hay un patrón común a todos los casos, hace una reflexión sobre lo que sucede con los más jóvenes: “Es un grupo etario que tienen muchas conductas parasuicidas, que son las que los ponen en riesgo concreto de muerte. Lo es un coma alcohólico, un policonsumo de sustancias, andar sin protección a una velocidad extrema o también pasar un semáforo en rojo acelerando a fondo y sin casco, y muchas veces no se toma dimensión de estas cosas”.

Qué hacer
Una persona preocupada por un familiar o ser querido que tiene conductas que le hacen encender alguna luz de alarma deberían pedir asistencia profesional. “El que la tiene, puede recurrir a la obra social. También se puede acercarse al Colegio de Psicólogos, consultar a un psiquiatra, porque en estos casos se trabaja en red. También acudir a su médico de confianza. Esto, en tanto y en cuanto la persona no tenga una red de contención suficiente como para manejar su situación, porque muchas veces esas redes ayudan a que la persona mejore su situación y no llega a la instancia de tomar decisiones de concluir con su vida”, explica Martínez.
El área de Salud Mental del Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Piñeyro” es otro lugar donde se puede acudir, así como los Centros de Atención Primaria de la Salud y el Centro de Salud Mental del municipio, que coordina Martínez: “Nosotros estamos atendiendo principalmente de manera remota, en algún caso de urgencia podemos atender presencial, tomando los recaudos correspondientes conforme al protocolo, pero si no pedimos que llamen al 444-4429 para solicitar turno, nosotros no atendemos de manera espontánea porque no somos un centro de derivación de urgencias”.

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