Carlos Lombardi.
Carlos Lombardi.
RADIOGRAFÍA DE LA PANDEMIA

En Junín la curva de casos de Covid está amesetada pero en niveles altos

Entre los distritos más poblados del interior bonaerense, nuestra ciudad está segunda en cantidad de contagios cada 100.000 habitantes y cuarta en cantidad fallecimientos. En promedio, mueren tres personas cada dos días. Rango etario: los casos predominan entre 20 y 50 años y los decesos, entre 60 y 90. Las autoridades piden que se sigan cumpliendo las normas preventivas.

El 17 de octubre último se daba a conocer el número más alto de contagiados de Covid-19 en un día en nuestra ciudad. Los 127 casos informados aquel día configuraron el que es -hasta ahora- el pico de positivos en una sola jornada.
En efecto, octubre fue un mes caliente. Mientras referentes de distintos sectores discutían si había si había que flexibilizar los horarios de los comercios, la cantidad de casos crecía vertiginosamente. Fueron, en total, 1917 nuevos positivos, muchísimos más que los 1191 que se habían sumado en los seis meses anteriores. Y tanto aumentaba la incidencia del Covid en nuestra comunidad que una ardua negociación entre el intendente, Pablo Petrecca, y el jefe de Gabinete de Ministros de la Provincia, Carlos Bianco, permitió que la ciudad no bajara de fase, como hubiese correspondido de acuerdo con lo que estaba sucediendo en el sistema sanitario local.
Lo cierto es que a mediados del mes pasado la curva contagios entró en un período de amesetamiento que se mantiene hasta nuestros días. De hecho, está bajando el promedio de casos en Junín, aunque la baja es mucho más leve de lo pronunciada que fue la subida. Y así lo reconocen las autoridades sanitarias locales.
No obstante, el problema está muy lejos de haber sido resuelto. Y si bien la ciudad hoy en día parece haber retomado cierta normalidad, con un movimiento similar al de la prepandemia, los números siguen encendiendo algunas luces de alarma.
Así se desprende de una comparación hecha por este medio entre las quince ciudades más importantes del interior de la Provincia, donde se advierte que es el segundo distrito con más casos cada 100.000 habitantes y el cuarto en la cantidad de decesos.

Contagios
Entre esas quince ciudades más populosas del interior bonaerense, Junín es la sexta con mayor cantidad de casos confirmados de Covid-19. El partido de General Pueyrredón (que incluye la ciudad de Mar del Plata) es, por lejos, el que más sumó desde el inicio de la pandemia, con 23.690. Lo siguen Bahía Blanca (7724 positivos), Tandil (5534), San Nicolás (5104), Olavarría (4217), Junín (3927), Pergamino (3317), Necochea (1966), Chivilcoy (1732), Azul (1679), Mercedes (1664), San Pedro (1656), Bragado (1444), Chacabuco (994) y el Municipio de La Costa (718).
Con todo, hay que decir que, en un contexto en el que la pandemia avanza “como una mancha de aceite”, -según lo que explican los especialistas- es lógico que las ciudades con más habitantes tengan un mayor número de positivos. La relevancia en el número de casos, entonces, está directamente relacionada con la población de una jurisdicción, por eso se miden los contagios cada cien mil habitantes (en países suele hacerse cada millón de habitantes). Y es en esa relación donde se advierte que Junín está segunda en ese eventual ranking.
Tandil, que tuvo un brote muy fuerte en las últimas semanas, tiene 4487 casos cada 100.000 habitantes, Junín 4349, Bragado (muy comprometido hace un par de meses, pero estabilizado en el último tiempo) tiene 4347, General Pueyrredón 3856, Olavarría 3788, San Nicolás 1500 y Pergamino 3161.

Fallecimientos
La medición y comparación de otras estadísticas permiten tener un panorama sobre la realidad de la ciudad.
Una de ellas tiene que ver con la cantidad de fallecidos producto del Covid-19. En Junín, hasta ayer, había 96 decesos. Y si se toma solamente lo sucedido en octubre y lo que va de noviembre, hubo 66 muertes en 44 días, esto es: tres defunciones cada dos días.
Los 96 decesos de Junín configuran una cifra superada por los 164 de San Nicolás, 232 de Bahía Blanca y 910 de General Pueyrredón.
Pero aquí también conviene hacer la medición sobre la base de 100.000 habitantes, para conocer fehacientemente el impacto que tiene el coronavirus sobre cada distrito. Y en esa estadística, nuestra ciudad también está en cuarto lugar de una hipotética tabla que sería la siguiente: Bragado 199 decesos cada 100.000 habitantes, General Pueyrredón 148, San Nicolás 112, Junín 106, Azul 97, San Pedro 94, Chivilcoy 78, Bahía Blanca 77, Olavarría 70, Tandil 58, Mercedes 56, Pergamino 54, Chacabuco 35, Municipio de La Costa 20 y Necochea 18.
Distinto es el índice de letalidad, esto es, la cantidad de muertes con base en el número de infectados. Aquí Junín tiene una tasa del 2,41%, que es la media de todas estas ciudades, lejos del 4,6% que tiene Bragado y del 0,9% de Necochea, que son los dos extremos. Además, este índice en Junín sigue estando bastante por debajo del de la Provincia (3,26%) y es algo menor al de Nación (2,7%).
En referencia a los decesos, hay que decir que en Junín se advierte una clara tendencia a que predominen en la tercera edad. “Los adultos nos contagiamos y los adultos mayores se mueren”, graficaba un referente sanitario a este medio.
Es que, si uno observa los porcentajes, puede ver que el 75% de los contagiados tienen entre 20 y 60 años, y el 93% de los fallecidos tienen más de 60 años.
“Una meseta con un número alto de casos”
Para analizar la actualidad del Covid en nuestra ciudad, el secretario de Salud del municipio, Carlos Lombardi, considera que hay varios aspectos sobre los que hacer foco.
“Si nos guiamos con la cantidad de casos que tenemos, en las últimas dos semanas, el promedio fue de 59 casos por día. Los últimos dos días tuvimos 73 y 69 reportados, pero hubo otros antes en los que teníamos 40, por eso hablamos de ese promedio”, explica, para luego profundizar: “Estamos con una curva totalmente amesetada, no hay aumentos de casos diarios, y eso nos brinda cierto margen de tranquilidad porque no se vislumbra ningún pico de casos, ya que son algunas semanas las que llevamos en este promedio; de cualquier manera, es una meseta con un número alto de casos. Aspiramos a poder bajarlo a menos de 50 casos diarios, lo que nos daría una pauta de control en cuanto a la cantidad”.
Para el doctor Lombardi, “una de las preocupaciones pasa por que si tenemos 60 casos semanales -por poner números redondos- esa cifra implica que puedan sumar unos 2500 posibles casos por contactos estrechos e intrafamiliar”.
En tanto, puntualiza que “no se ve una baja ostensible en una forma inmediata”, lo que hace pensar que “es posible que se mantenga más o menos así por algunas semanas más”.
El funcionario comunal resalta que la tasa de duplicación de casos, una estadística muy tenida en cuenta por parte de los epidemiólogos, en Junín ya superó los 50 días, lo que “permite pensar en que no se vislumbra un pico”.
Para el secretario de Salud, la otra marca “favorable” es que el número R (que básicamente indica a cuánta gente puede contagiar una persona infectada) que siempre es ideal que se mantenga por debajo de 1, en Junín “en general, estamos ahí”, lo que da “cierto optimismo en cuanto a cómo se va a comportar la pandemia”.
“Hay indicadores que, en cierto modo, nos dan tranquilidad”, añade Lombardi, y enseguida profundiza: “En el peor momento, cuando empezaron a aumentar los casos de manera más profunda, si bien el sistema de Salud se vio comprometido, nunca estuvo colapsado. Hoy, con este amesetamiento, si bien tenemos un porcentaje de ocupación de camas, sobre todo en las Terapias, que a veces supera el 70%, en general, todas las instituciones han podido dar respuesta”.
El hecho de que en el último mes y medio haya un promedio de tres decesos cada dos días fue otro punto abordado por Lombardi. En tal sentido, subrayó que el índice de letalidad de Junín está dentro de los parámetros normales y se mantiene por debajo de los de Provincia y Nación. Asimismo, considera que “los grupos etarios de los fallecidos corresponden a personas de edad avanzada, lo que forma parte de la evolución de este virus”, que genera complicaciones en los adultos mayores. “Uno siempre aspira a que haya la menor cantidad posible de óbitos, pero el índice de letalidad no nos da la pauta de que se nos esté escapando algo”, indica.
Para Lombardi, hay cambios que están incidiendo de una forma que hay que prestar atención: “Estamos viendo hechos sociales y culturales que han modificado ciertas formas de relacionarnos y de comportarnos. Si bien en las últimas semanas hubo un aumento de los accidentes, en general no revistieron mayor gravedad, y eso nos da tranquilidad de que no nos ocupan las camas de Terapia como suele suceder con este tema”.
No obstante, se viene el verano, hay una nueva normalidad con mayor circulación y se empiezan a ver más motos en las calles de la ciudad, lo que podría incrementar, eventualmente, la ocupación de camas por accidentados. “Por supuesto que esto no nos conforma, sobre todo porque las terapias atienden otras patologías -responde Lombardi-, es un tema que lo tenemos sumamente en cuenta. El otro hecho que no debemos olvidar es que ha habido lugares cerrados donde se alojan adultos mayores que han presentado casos y estos son pacientes de riesgo y que posiblemente puedan ocupar camas de Terapia. Estas son variables que se van manejando”.
Por último, el secretario de Salud comunal advierte que, en este escenario donde no está nada solucionado, la clave es el cumplimiento de las normas de prevención. “Lo de las vacunas es un hecho esperanzador, pero todavía hay que esperar que cumplan todos los pasos para que, aparte de ser eficaz, sean seguras. Además, todavía no tenemos la certeza del tiempo en el que va a ser instituida, ni de qué manera, se supone que se va a ir haciendo en etapas de acuerdo a factores de riesgo, así que debemos esperar”, indica.
Y concluye: “Tampoco hubo tratamientos específicos que garanticen 100% la cura. Hubo ensayos con ibuprofenato de sodio, suero de convaleciente, ivermectina, azitromicina, quinolonas, que han tenido algunos resultados positivos pero ninguno asegura la curación de la enfermedad. Por lo tanto, seguimos insistiendo en que todo pasa por cumplir con lo que siempre decimos de las normas de prevención: distanciamiento, uso de cubreboca, lavado de manos, limpieza de superficies y, sobre todo, la responsabilidad social que tenemos todos. Aunque nos cueste asimilarlo, tenemos que mantener las normas de prevención porque es el único método que tenemos para tratar de evitar de que se propague”.

“Un altiplano”
El doctor Sebastián Meneses, director del Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Piñeyro”, destaca que “hubo un descenso en la cantidad de internados” en el nosocomio. Y agrega: “La cantidad de positivos se mantiene en un valor constante, está amesetado, con una tendencia leve al descenso, pero en un número alto. Por lo cual, no hay que relajarse”.
En tal sentido, Meneses recuerda cuando el gobernador Axel Kicillof hablaba de “un altiplano”, para graficar que el amesetamiento es alto.
Asimismo, coincide en que hay una tendencia a la baja, pero que es mucho más leve de lo que fue la subida: “La curva de ascenso fue muy rápida y la pendiente de descenso es muy lenta, pero siempre sabiendo que las flexibilizaciones, las reaperturas o la disminución de las restricciones pueden llevar a que haya un segundo pico”.
Es por ello que el director del HIGA considera que hay que mantener la guardia alta con los recaudos a tener en cuenta. “A veces pareciera que la cosa ya pasó y la verdad es que estamos lejos de que eso suceda -señala-, si bien tenemos la vacuna en el horizonte, todavía no pasó y hasta que eso no llegue, no se puede cantar victoria”.
Por su función, hace hincapié en que, si bien hubo una caída en las internaciones, “hay cierto cansancio en el personal del hospital”.
Y, para que se pueda continuar este camino de descenso, resalta el compromiso personal de cada miembro de la comunidad: “Hay que cuidarse y eso pasa por la responsabilidad social, es algo que se ha repetido hasta el hartazgo, entiendo que la gente pueda estar cansada pero es el último esfuerzo que se necesita hasta que llegue la vacuna y se empiece a aplicar en la población de riesgo, y tratar de que no pase lo que se ve en Europa, porque un rebrote podría hacer peligrar el sistema de Salud, que ya viene acumulando mucho cansancio físico y estrés. No hay que bajar los brazos ni relajarse porque todavía no se terminó”.

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