Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas de las pymes continúan en un franco descenso. De hecho, en octubre último las operaciones cayeron un 15 por ciento interanual, situación que se suma a una merma acumulada en el año de un 26,2 por ciento.
El informe de la CAME advierte que todos los rubros cayeron en ventas, aunque lo hicieron con importantes variaciones: mientras que farmacias y alimentos y bebidas apenas cayó un 3,6 y 4,3 por ciento respectivamente, rubros como calzado y marroquinería y joyería, relojería y bijouterie tuvieron retrocesos superiores al 25 por ciento.
De acuerdo con los datos de la entidad, si se tiene en cuenta el promedio de todos los rubros, ya se registran quince meses seguidos de caída en las comercializaciones.
En este contexto, el presidente interino de la Sociedad Comercio e Industria de Junín (SCIJ) afirmó ayer en una entrevista con TeleJunín Noticias que los centros comerciales de esta ciudad vienen “sufriendo una caída en las ventas”, con una baja cercana al 15 por ciento con respecto al año anterior.
“Venimos de una caída constante. Todo el comercio de Junín está esperando diciembre, las fiestas de Navidad y Año Nuevo, haciendo un gran esfuerzo para cumplir con las obligaciones, tanto contractuales como con los salarios para mantener el empleo. El comercio hace un gran esfuerzo pero no repunta”, manifestó.
Sin la ayuda del ATP
En relación al ATP, Dos Reis afirmó que se generó un poco de incertidumbre, ya que al comercio “le hace mal porque como empresarios se proyecta mucho y en este caso hay muchas empresas que no recibieron el ATP, que era una gran iniciativa del Gobierno nacional para paliar esta crisis”.
“Solo los que están en emergencia han recibido el ATP, al comercio le facilitaron algunos créditos a tasas subsidiadas, que también es bueno, pero creo que si no mejoran las condiciones en las ventas, si no hay plata en el bolsillo de la gente, como se dice, y no se genera consumo habrá a largo plazo complicaciones para el comercio. Se está generando un pasivo a futuro que por ahí no lo va a poder afrontar”, advirtió.
“El comercio está esperando con muchas ansias que mejore la situación en la calle para que se genere un poco más de consumo y que eso se traslade a los números”, dijo.
Sobre la influencia del descarte del cuarto IFE que determinó el Gobierno nacional a los sectores más vulnerables, el dirigente afirmó: “Personalmente opino que la realidad es que no se puede vivir con un IFE permanente, pero es verdad que quita un mayor circulante de dinero en la calle que se volcaba al consumo. Está complejo el panorama, por eso espero que en diciembre repunten las ventas, aunque las empresas tienen obligaciones más importantes porque deben abonar el medio aguinaldo a sus empleados”.
Los más afectados
Dos Reis manifestó que, dentro de los socios de Comercio e Industria, no hubo muchos cierres informados, aunque dijo que observaron una migración desde el centro a otros sectores comerciales de la ciudad, como así también que algunos achicaron su estructura o decidieron tener menos sucursales”.
“En la última cuenta que realiza CAME, que también realizamos en Junín, hay dos índices que me llamaron la atención: pollería y marroquinería (zapatería), en esos rubros hubo un 36 por ciento menos de ventas”, acotó.
Y reiteró que hay una tendencia a achicar estructuras. “No tuvimos en la masa societaria muchos cierres, uno o dos lugares, gastronómicos sobre todo, que fueron los más golpeados en esta pandemia”, aclaró.
Los empleados
Sobre los reparos del gremio mercantil al horario cortado en los comercios, Dos Reis dijo: “Esta pandemia trajo cambios tanto para el comercio como para el empleado. El Sindicato Empleados de Comercio tiene la postura de hacer horario corrido, nosotros como comerciantes necesitamos vender, hay una necesidad muy grande de vender”.
“Hay un diálogo sobre estos cambios y hay un contexto, porque es durante una pandemia cuando se le dice al comercio qué horario debe respetar. El empresario sabe cuál es el horario para captar sus ventas. En los corralones, por ejemplo, es el horario corrido, porque la costumbre es que empiecen a trabajar desde muy temprano y el cierre se haga a las 16. Pero en otros rubros, que tienen horario cortado desde antes de la pandemia, por ejemplo en el centro, que está conectado lo gastronómico con lo comercial, jugaría muy en contra el cierre a las 17”, manifestó.
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