Los productores de cervezas artesanales de Junín comenzaron a trabajar en el proceso de envasado de sus productos para comercializarlos igual que lo hace la industria cervecera en supermercados, comercios, bares y restaurantes, de manera de adaptarse a una nueva exigencia del consumidor.
Al respecto, el productor juninense Piero Vozzi, de la fábrica Lagoon, explicó a Democracia: “Ni bien empezó la cuarentena paramos la fábrica, ya que vamos produciendo a demanda y no teníamos pedidos de los locales gastronómicos ni de choperas para eventos”.
“La salida que le encontramos a esa situación fue el embotellado de la cerveza en botellas de un litro, cuando antes de eso nosotros solo abastecíamos a los bares. Al principio fue bastante bien y nos sirvió para empezar a mover la cerveza que teníamos en stock”, dijo.
“Cuando les permitieron por primera vez abrir a los gastronómicos, a nosotros nos dio un respiro, ya que empezamos a mover los barriles que nos empezaron a pedir. Desde ahí empezamos a cocinar, tuvimos una semana de bastante movimiento”, aseguró.
“Cuando volvieron a cerrar, paramos de nuevo unas semanas y con esta nueva reactivación vamos un poco más lento, pero estamos pudiendo cocinar y no al ritmo que lo solíamos hacer”, concluyó.
“Pensando en la postemporada”
En la misma línea, el responsable de Malabar y productor de la cerveza Subumbra, Federico Villafañe, afirmó: “Nosotros ya teníamos previsto para este año la estrategia para nuestra fábrica de comercializar en formato envasado. Lo habíamos delineado en diciembre, pensando en la postemporada de verano”.
“Teníamos previsto el lanzamiento de latas y arrancar principalmente con la Honey, Golden e Ipa, para después pegar un salto hacia todos los estilos que tenemos”, informó.
“Ahora estamos analizando cómo poder adquirir una enlatadora que cumpla con los requisitos de cuidado de calidad, ya que estamos enlatando donde se hace la pasteurización y se cumple con los protocolos correspondientes”, subrayó.
“En botellas pet”
Por su parte, Joaquín Franco, desde la fábrica Quilantú, informó: “Desde un primer momento nosotros siempre apuntamos a la venta directa, desde antes de la pandemia. Nunca pudimos largarnos a vender a los bares”.
“Antes utilizábamos botellas de vidrio y hacíamos envíos a la ciudad y a la zona de quintas, ya que nosotros estamos ubicados en el Barrio Real. Con todo esto de la pandemia nos profundizamos más dentro del barrio y nos conoció mucha gente de acá, ya que hay personas que viven”, destacó.
“Ahora estamos vendiendo en botellas plásticas pet que es la mejor manera de dispensarla con el sistema contrapresión, lo que nos dio un salto de calidad. A nosotros la pandemia nos agarró preparados con esta idea”, finalizó.
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