Falleció el juninense Rubén “Toti” Garro
Hizo el secundario ya de adulto y luego el profesorado de ciencias económicas para poder ganarse unos pesos por fuera del horario del ferrocarril. Sin embargo, terminó desempañándose como docente tiempo completo y llegó a ser el primer rector laico del Colegio Marianista.
En el día de hoy falleció el reconocido profesor y deportista juninense Rubén “Toti” Garro.
Hizo el secundario ya de adulto y luego el profesorado de ciencias económicas para poder ganarse unos pesos por fuera del horario del ferrocarril. Sin embargo, terminó desempañándose como docente tiempo completo y llegó a ser el primer rector laico del Colegio Marianista.
Hijo de una juninense y de un futbolista rosarino que se vino a nuestra ciudad a trabajar en el ferrocarril y a jugar en el club BAP, “Toti” nació en Junín. Hizo la primeria en la Escuela 22 pero al pasar al secundario, la historia cambió de rumbo.
En una entrevista con Democracia realizada en agosto de 2010, Garro decía: “Yo vivía a una cuadra del Club Junín, entonces estaba todo el día ahí jugando al básquet que era mi pasión y el estudio quedaba relegado. Mi padre tenía intenciones de llevarme a un colegio como el Nacional, donde hice el primer año, pero como vio que yo no iba bien, me dijo que debía estudiar o trabajar y yo elegí el trabajo”.
Mientras tanto, su pasión por el básquet seguía intacta. “Me acuerdo que mientras trabajaba rogaba que no lloviera porque los días de lluvia suspendían los partidos, ya que las canchas eran abiertas”, afirmaba.
Pero para Rubén, el juego estuvo estrechamente ligado con los colores de su Club Junín y cuando ya no se practicó más el básquet en esa institución abandonó el deporte porque no quiso ir a jugar a otro lugar.
Más allá de haber incursionado en la dirección técnica de algunos equipos y hasta la Selección, como jugador solo brilló con los colores rojo y blanco.
“Siempre jugué en el club Junín. Alcancé a pisar la cancha de polvo de ladrillo que en realidad le alcanzaba la pelota a los que jugaban en ese entonces como el Tape Gandolfo, Edgard Calvo, etc. Después vino la baldosa que era áspera, te raspabas todo. Habré jugado unos veinte años. Siempre tuve invitaciones para irme a otras entidades, pero opté por quedarme en el club Junín”, explicaba a este diario.