La brecha cambiaria contamina cada vez más la economía argentina y ya genera problemas de desabastecimiento y subas de precios en nuestra ciudad, según pudo recabar Democracia en una rueda de consultas con representantes de distintos sectores comerciales.
En todos los rubros coinciden en que la actual situación representa una oportunidad única para los compradores y sobre todo para aquellos que tienen ahorros en dólares.
Por ejemplo, el representante de una concesionaria local destacó que el Gol Trend cuesta $950.000, que con un dólar a $190 son US$5000. Y lo mismo ocurre en la construcción, donde el metro cuadrado está barato en dólares. “Tenemos los electrodomésticos más baratos del mundo en dólares", graficaba ayer un representante de una conocida cadena juninense.
Pero estas distorsiones que podrían considerarse “positivas” en el corto plazo, debido a la brecha cambiaria y el cepo, comienzan a evidenciar su contracara: graves problemas de stock, y en los últimos días, una enorme incertidumbre con respecto a los precios de los productos, que llevó a muchos comerciantes de nuestra ciudad a optar por no vender para evitar pérdidas futuras, a la hora de reponer ese mismo artículo.
“Las fábricas no quieren vender”
Hugo Cieri, titular del corralón homónimo, explicó a Democracia: “Desde que empezó la pandemia, muchas empresas cerraron por el tema del coronavirus y cuando llegó la ola de contagios hubo un impacto económico grave. Por ejemplo, poner un horno en marcha para hacer ladrillos lleva unos diez días, si en ese período se contagia un operario se tiene que apagar y volver a los 15 días para arrancarlo de nuevo. Todo ese tiempo que estuvimos aislados hoy se nota en la falta de mercadería”.
La gente viene con los pesos para comprar ladrillos y no se los podemos vender porque las fábricas no están entregando. Hugo Cieri. Corralón Hugo Cieri
Y graficó: “En estas últimas dos semanas no se consiguió nada y las fábricas tampoco quieren vender. La gente viene con los pesos para comprar ladrillos y no se los podemos vender porque las fábricas no están entregando”.
“Están complicados por el tema del personal y el aumento del dólar. No saben si fabricar o qué hacer. Hierro y chapas tampoco se están entregando, al igual que la cerecita. Esto genera un hueco enorme y no sabemos cómo reaccionar”, reconoció.
“Hace tres meses tenemos pedidos de viguetas pagadas y no nos las entregan. Con los baldosones y cerámicas ocurre lo mismo”, afirmó. Y continuó: “A todo le van agregando un 12% o un 15%. Esta situación te pone mal porque uno quiere trabajar y hace 15 días que estamos con los camiones parados”.
“Los proveedores están todos muy quietos esperando algo. Mientras el dólar blue sigue caminado hacia los 200 pesos, las personas que especulan generan una situación que no es buena para nadie”, confirmó.
“Nosotros cuestionamos mucho al gobierno anterior porque no se vendía, y ahora todos quieren comprar, pero no tenemos mercadería”, lamentó.
“Notamos que esto va tener un impacto negativo en lo económico. Luchamos tanto cuando no teníamos ventas y hora no tenemos mercadería, no sabemos para dónde salir. Para colmo estamos en una pandemia, y cuando hay un caso las empresas tienen que cerrar durante 15 días”, manifestó.
“El problema es la reposición”
Desde la empresa Bringeri, Fabio Crespi afirmó a este diario: “Nosotros no movemos los precios, los cambiamos cuando la empresa distribuidora lo cambia. Nunca aumentamos para cubrirnos. El problema que tenemos es la reposición, en parte es por la pandemia y ahora por el dólar, porque no saben a qué precio vender. La venimos piloteando. Antes te mandaban 20 mil unidades y ahora te envían 150, por lo que no podemos hacer ofertas”, informó.
Antes te mandaban 20 mil unidades y ahora te envían 150, por lo que no podemos hacer ofertas. Fabio Crespi. Bringeri
“Tenemos un tremendo problema para comprar mercadería, ya que se está empezando a sentir bastante la falta de precio. Pasa con pequeñas empresas de AMBA que producen cocinas, purificadores, campanas, microondas y aires acondicionados, que para este verano van a entrar muy pocos”, destacó.
“Notamos que la gente está asustada y empieza a comprar para sacarse los pesos de encima y convertirlos en bienes”, subrayó.
“Incertidumbre”
En tanto, Luciano Ares, gerente de marketing de Naldo Lombardi, afirmó en diálogo con Democracia: “La realidad es que hay faltante de todo, y por la importación de mercadería. También hay plantas que estuvieron cerradas por la pandemia”.
Además, reconoció que hay variación de precios y todo tipo de incertidumbre. Por ejemplo hay faltantes de celulares, al igual que de bicicletas”.
Hay faltantes de celulares, al igual que de bicicletas. Luciano Ares. Naldo Lombardi
“Los materiales son en más de un 90 por ciento importados, nacional es muy poco lo que quedó, ya casi no se fabrica, solo hay cuadros de hierro”, dijo a este diario Ricardo Franco, de la tradicional bicicletería Franco. “Cuesta conseguir repuestos, no hay bicicletas porque los armadores no tienen material, y cuando no falta una cosa, falta la otra. Hay mucho faltante de stock, el cliente busca un repuesto y no hay para ese modelo, algunos se pueden adaptar, pero otros, no”, señaló.
Esta situación acarrea un montón de problemas de desabastecimiento –coindicen en el rubro-. Hay más demanda que oferta, y los precios tienden a incrementarse.
“Hay faltantes de componentes, de cuadros, y hay faltantes de bicicletas en general, es un tema general en toda la Argentina”, concordaron desde Naldo.
“La gente sabe que no solo en los próximos meses va a haber más faltantes de bicicletas, sino que el precio también va a subir. El 99 por ciento de los componentes son importados, por lo que no creemos que en el corto plazo se vaya a solucionar”, añadieron.
--
COMENTARIOS