“Alberto Fernández, Axel Kicillof y Pablo Petrecca mantienen niveles altos de aprobación e intención de voto”.
La lectura que hacía ayer un alto referente del Frente de Todos de Junín es que “los ejecutivos están fuertes” por la gestión de la pandemia y la necesidad de contar con un Estado presente para sobrellevar la crisis y los efectos de la cuarentena.
En este escenario, el Frente de Todos (FDT) aparece demasiado atomizado y –según coincidieron desde los principales sectores internos consultados por Democracia- “sin un liderazgo fuerte” que pueda amalgamar a todas las expresiones, en función de una estrategia común, tanto política como comunicacional.
La Cámpora, cuyo referente local es Andrés Merani (que a su vez responde en la Cuarta Sección Electoral al intendente de Pehuajó, Pablo Zurro); Unidad Ciudadana, cuyo líder es el senador bonaerense Gustavo Traverso; el Partido Justicialista orgánico, referenciado en el concejal Lautaro Mazzutti; el Frente Renovador, que conduce el ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, pero que en el terruño tiene dos referentes: el edil Maximiliano Berestein y la diputada provincial Valeria Arata; los sindicatos vinculados al justicialismo, con Miguel Gauna (Camioneros) y Héctor Azil (ATSA) por un lado, y Eduardo Diotti (Uocra) por otro, todos estos sectores conviven, por ahora, bajo una tensa calma, dentro del paraguas amplio del FDT.
Y si bien los dirigentes entrevistados remarcaron la unidad conseguida por el frente, “impensable” en contextos anteriores, reconocieron la ausencia de un actor central, capaz de ordenar la heterogeneidad.
Generar la “síntesis”
“No hay un liderazgo definido, cada subgrupo tiene su referencia”, manifestó ayer a este diario un alto dirigente renovador, que habla todos los días con el ministro Meoni. “El único que puede ordenar esto es Mario (Meoni)”, consideró la fuente.
“No hay alguien que genera la síntesis”, resumió un camporista. Sin embargo, agregó que, a nivel seccional, hay dos liderazgos claros: el de Meoni y el de Zurro, quienes seguramente tendrán la “lapicera” en los próximos comicios legislativos a la hora de armar las listas de candidatos.
¿El regreso de los “caciques”?
Pero esta situación, de ausencia de líderes locales, también genera ruido en distintos sectores del armado, como el de los gremios, que temen una situación que es bien conocida para el peronismo juninense: la injerencia de los “caciques” regionales en las decisiones centrales de la política local, que desplaza a muchos actores a roles secundarios, sin poder resolutivo real, y propende, por ende, a un mayor verticalismo.
“Con un espacio opositor tan segmentado es fácil para el intendente (Petrecca) mantener el caudal de votos”, lamentó un dirigente kirchnerista.
Pandemia y después
El malestar también quedó en evidencia a partir de distintas decisiones que tomó el bloque de concejales sobre la gestión de la cuarentena local: proyectos de ordenanza que terminaron “ampliando las arcas comunales” y, por ende, beneficiando a Juntos por el Cambio, o vocaciones muy aperturistas, contrarias al mensaje de la Casa Rosada y Gobernación.
Además de que, en el plano estrictamente sanitario, “muchas veces no se comunicó con crudeza y exactitud la realidad de la pandemia, con excepción de algunas voces, que quebraron la abulia, como la del director del Hospital, Sebastián Meneses, o el titular de ATSA, Héctor Azil”, graficó un dirigente, molesto con la falta de estrategia y cohesión interna.
“En el FDT hay mucha gente desesperada por representar a quienes nos desprecian y no nos votarán nunca”, tronó un edil kirchnerista. “Yo perdí cada vez que propuse representar los otros intereses”, afirmó.
“Lo que más preocupa es la falta de estrategia o, peor aún, tener estrategias equivocadas”, resumió un gremialista.
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