Luego de la apertura de los locales gastronómicos en julio pasado y tras más de tres meses fuera de toda actividad, -a excepción de los que pudieron implementar delivery o take away-, en el sector se generaron expectativas de reactivación pero la realidad es que la situación continúa siendo crítica.
Así, recientemente también cerró el restaurante Gato Maula, ubicado en 12 de Octubre 74, y suman al menos seis comercios del rubro que bajaron las persianas en la cuarentena, según indicó el presidente de la Cámara Empresaria Hotelera Gastronómica de Junín (CEHG), Juan Víctor Casella. A ellos se suman los recientes cierres dos hoteles -Copahue y Azul-.
El mismo panorama
Consultado por este medio, Casella advirtió que la situación es “crítica” y que nada ha cambiado.
“Estamos con el mismo panorama en el sector y en lo que es hotelería es cada vez más negro porque están sin poder trabajar”, explicó.
Sobre los comercios que bajaron sus persianas en este tiempo, el presidente de la CEHG explicó: “En la gastronomía si bien se pudo volver a abrir, hay muchos que no pudieron resistir. Hay quienes hicieron números y los resultados no daban. Ya son seis los que cerraron. El rubro no es fácil, hay que invertir, comprar mercadería y en muchos casos es tal el nivel de endeudamiento, tan grande, que tienen que cerrar”.
Además recordó que ya cerraron dos hoteles en la ciudad: el Copahue y el Azul.
Incluso, el referente de los Gastronómicos y Hoteleros señaló que “la gastronomía, aunque pudo abrir, está limitada en espacio y a eso se suma que no hay movimiento entre ciudades, que también dificulta las cosas”.
Casella destacó que “la única ayuda para el sector son las ATP que paga el Estado y a nivel local, los beneficios en las tasas. Pero la situación sigue siendo crítica y la emergencia del sector turístico no se declaró aún. Estamos con una incertidumbre absoluta, no sabemos hasta cuando vamos a estar cerrados”.
Fase 5
Mientras la ciudad permanezca en la Fase cinco, con actividades habilitadas, el sector puede tener la posibilidad –o la esperanza-, de sostenerse pero la situación económica de las familias, sumado a los miedos por el coronavirus, se convierten en unos de los mayores contratiempos para pensar en una posible reactivación.
Cabe destacar que en los comercios gastronómicos los ingresos de los clientes y comensales se realizan con turnos de reservas y tienen permitido una capacidad del 50% del espacio, según los protocolos sanitarios vigentes.
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