La aprobación de la Ley de Teletrabajo, que tuvo lugar hace algunos días, echa un poco de luz sobre la modalidad de trabajo que en momentos del aislamiento social que rige en el país por la pandemia de coronavirus tiene su momento de gran expansión.
Con algunas críticas, la normativa busca equilibrar el home office y brindar beneficios a los trabajadores.
Democracia consultó a Leticia Artime, licenciada en Relaciones del Trabajo, de la consultora Activo, quien brindó detalles de las expectativas y de los nuevos desafíos que abre la norma para el mundo del teletrabajo.
Impulso por la pandemia
El avance del coronavirus y la declaración de la pandemia que obligaron a tomar medidas como el aislamiento y la cuarentena forzaron a muchas empresas a optar por un método de trabajo que les era totalmente ajeno y que muchos dudan de que se pueda mantener cuando todo pase.
“La sanción de esta Ley de Teletrabajo nos encuentra en plena pandemia. Y creo que el home office o teletrabajo se venía aplicando como modalidad de trabajo en muchas empresas, tal vez no tanto en el interior sino en las grandes ciudades”, explicó Artime.
“Es la situación de cuarentena, de la pandemia, la que impulsa la reglamentación o la necesidad de darle este marco regulatorio, porque la realidad es que hubo muchas empresas que se vieron obligadas a optar por el teletrabajo para poder seguir trabajando y operando”, destacó la licenciada y destacó los beneficios que brindará a los trabajadores.
“Tanto para los que empiezan ahora, impulsados por la pandemia, como para los que ya venían haciendo teletrabajo y les da esta regulación. Esto es lo positivo de la ley, porque tiene muchos beneficios para los empleados, ya que les da una seguridad y bienestar".
Artime explicó que “la ley plantea que deben tener las mismas condiciones y una remuneración igual a como si estuvieran trabajando de manera presencial y se deben respetar las jornadas de trabajo. Las empresas, y eso es importante, les deben brindar las herramientas para que puedan trabajar ya sea notebooks, teléfonos, escritorio, sillas ergonómicas, deben pagar todos los gastos extras que una persona en su casa pueda tener por estar haciendo home office, por montar su oficina, el gasto de conexión de internet o gasto extra en una línea fija, las empresas deben hacerse cargo de eso”.
En este contexto, según indicó, “muchas empresas han brindado herramientas a sus empleados pero muchas otras no lo han hecho”.
Críticas
La ley trae beneficios en cuanto a la distancia del lugar de trabajo y el hogar del empleado y el tiempo ganado, que en la mayoría de los casos significa calidad de vida y conciliar la vida familiar con la laboral.
También plantea y regula la desconexión estableciendo una jornada de trabajo que se debe respetar y, según Artime, “es una de las mayores contras del homeoffice, no sé si será fácil aplicarlo pero es un derecho que los trabajadores deben tener”.
La mayor crítica a la ley, según la licenciada en Recursos Humanos, y que hacen los empresarios “es que establece que el empleado puede arbitrariamente decidir dejar de hacer home office y volver a la modalidad presencial y se plantea que la empresa puede no tener un lugar físico para ofrecerles. Hay un gris en la ley, que puede traer un conflicto”.
Áreas para home office
Donde mejor se puede aplicar el teletrabajo, según Artime, “es en las áreas de tecnología, sistemas, áreas de marketing, diseño, administrativas, ventas online”.
Nuestra ciudad, según la profesional, “está en concordancia con el resto del país. Algunas empresas de seguros, electrodomésticos tuvieron que aplicarlo. No sé si culturalmente o si cuando pase la pandemia todas las empresas van a decidir seguir. Creo que muchas pymes van a optar por la modalidad presencial”, reflexionó y aseguró que desde el área de recursos humanos, la situación plantea nuevos paradigmas.
“Desde la consultora esto nos abre un nuevo desafío en la selección de personal con potencial a trabajar desde la casa, porque tendremos que plantear nuevas competencias. No todos tenemos las competencias para trabajar desde casa y hacer home office. Es un desafío para los recursos humanos”.
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