Tras conocerse que el Gobierno planea el regreso a las escuelas para agosto, también se supo que buscarán que el retorno sea gradual, haciendo principal foco en los años de terminalidad y en aquellos inicios de niveles.
Sin dudas, las precisiones se irán conociendo a medida que se logre estabilizar la situación de contagios por covid-19 en las distintas provincias y dependiendo de la fase en la que se encuentre cada una.
Del mismo modo, se aguardan lineamientos de posibles protocolos sanitarios para la vuelta. Una vuelta con mucho por contar y reflexionar, tras más de tres meses sin clases.
Sobre el regreso y especialmente sobre el trabajo y balance de lo hecho hasta hoy, Democracia dialogó con Karina Pezzatti, inspectora jefa de Educación Distrital, y Pilar Traverso, secretaria Académica de la Unnoba.
Posible vuelta gradual
Pezzatti destacó que si bien no hay una fecha firme de regreso, se aguardan encuadres provinciales y nacionales para elaborar los protocolos.
“Aún no hay fecha precisa, lo que se irá evaluando en proceso y día a día de acuerdo a la evolución sanitaria del país, de cada provincia, de cada región y de cada ciudad o distrito, conforme a las pautas que el ministerio de Educación y de la Provincia consideren necesarias”.
Por el momento, recordó, “el ministro Trotta habló de una vuelta gradual, tal vez semipresencial, por grupos de alumnos priorizando los años de terminalidad y de inicios de niveles. En el distrito de Junín esperamos esos encuadres nacionales y provinciales para elaborar los correspondientes protocolos para organizar el regreso a las aulas, con mucho cuidado de y para todos los que forman parte de cada una de las instituciones educativas y de las comunidades escolares de nuestra ciudad, abiertos a articular con todos los organismos co-responsables”.
Por su parte, Traverso destacó que la reapertura se realizará “con gradualidad y alternancia, es decir que se combinará el trabajo académico en casa, complementado con encuentros periódicos presenciales e integración de diversos recursos pedagógicos, así como la asistencia a la institución debidamente organizada, de acuerdo con el análisis particular de contexto de cada estudiante y las indicaciones que surjan de los protocolos de bioseguridad”.
Proceso con grandes aprendizajes
El aislamiento generó sin dudas nuevas experiencias y aprendizajes a los que se vieron forzadas las instituciones educativas para poder realizar la continuidad pedagógica.
Traverso destaca “una primera etapa que fue la de la continuidad, en el marco del plan institucional, en la que se entregaron las computadoras personales a los estudiantes, se intensificaron actividades en las aulas virtuales en la plataforma de Educación Digital y se organizó un sistema de clases sincrónicas diarias, en grupos de 15 estudiantes”, explicó sobre la Secundaria de la Unnoba. Asimismo, se otorgaron becas de conectividad y se garantizó el servicio alimentario.
“Durante todo este período, pudimos cumplir los objetivos académicos planteados, realizar las reuniones de familias y entregar los informes de progreso y propuestas de continuidad individual para los estudiantes que así lo requirieron”.
Actualmente trabajan en la segunda etapa que “consiste en planificar la reapertura con las limitaciones que impongan las autoridades sanitarias”.
“Nuestra prioridad es apoyar a estudiantes y al equipo de profesores y tutores para lograr una continuidad pedagógica con calidad y equidad”.
Por su parte, a modo de balance, Pezzatti consideró que “el trabajo realizado fue intenso, inmenso, con gran predisposición y compromiso de parte de todos los y las docentes en garantizar y sostener la continuidad pedagógica de todos los alumnos en todo momento”. No obstante destacó que “salieron a la luz las desigualdades que afectan a algunas comunidades educativas en relación al acceso a internet, conectividad y recursos tecnológicos”.
Aun así, “desde la Dirección General de Cultura y Educación y el Gobierno Provincial se trabaja en la reasignación de recursos tecnológicos, tales como celulares, con el objetivo de hacerlos llegar a aquellas escuelas que alojan a alumnos con vulnerabilidad socioeducativa”.
En el ámbito de la Secundaria de la Unnoba, Traverso consideró que “los esfuerzos de adaptación a las nuevas modalidades formativas que están haciendo tanto nuestros estudiantes como los equipos docentes requieren que desde la institución se monitoreen las actividades y se evalúen para identificar las necesidades que van emergiendo. Estamos realizando un relevamiento de cada estudiante y su grupo familiar conviviente a fin de identificar y caracterizar los niveles de riesgo de exposición social y familiar”.
COMENTARIOS