Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia por COVID-19, se produjo una reducción significativa de la atención médica. Pacientes con patologías cardiovasculares, neurológicas y oncológicas, entre otras, dejaron en stand-by sus tratamientos o dejaron de concurrir a los centros de salud.
Las medidas de aislamiento y distanciamiento social resultaron efectivas para reducir la propagación del virus, pero - por otro lado - generaron como efecto no deseado la cancelación de consultas médicas y procedimientos médicos.
Los riesgos que pueden tener las personas enfermas si no hacen consulta médica a tiempo pueden ser graves, ya que a medida que avanza el tiempo, sin el tratamiento adecuado, la dolencia suele complicarse más.
El problema es que muchas personas tienen miedo de realizar una visita médica, por temor a contagiarse de coronavirus. Entonces, cuando aparece la enfermedad, cualquiera sea, y los síntomas se tornan más intensos, la situación puede ser grave o incluso ser mortal.
La doctora Karina Gallardo, médica generalista, especialista en diabetes, en diálogo con Democracia, se refirió a los casos de personas con diabetes, que están en tratamiento o no, porque a veces pasa que no saben que tienen esta enfermedad.
Señaló que los enfermos por diabetes, como también otros enfermos coronarios o renales por ejemplo, deben ser atendidos periódicamente por el médico.
En cuanto a los riesgos para las personas con diabetes, la especialista mencionó como uno de los más importantes la descompensación, tanto por hiperglucemia (glucemia alta) como por hipoglucemia (glucemia menor de 70). “Por hipoglucemia, se pueden tener arritmias y la tasa de mortalidad es alta. En el caso de la hiperglucemia, pueden tener las complicaciones crónicas de la diabetes o cuadros agudos si es muy alta la glucemia. La cetoacidosis diabética y el coma hiperosmolar son cuadros graves que terminan en terapia intensiva y tienen alta mortalidad”, afirmó.
La médica sostuvo que a menudo las personas con diabetes pueden tener lesiones en los pies, que si las dejan evolucionar pueden infectarse, comprometer la circulación del miembro y el miembro en sí.
“Por otra parte – advirtió-, si no consultan pueden quedarse sin medicación y eso trae como consecuencia la descompensación. Al respecto, hay muchos casos, por ejemplo, los pacientes que están con bomba de insulina y tienen que renovarla. Puede pasar que si no hacen a tiempo la consulta, se vence su garantía y si la bomba se rompe, tienen que volver a insulina convencional y tienen que solicitarla. En general, tienen una lapicera de insulina convencional lenta como para continuar el tratamiento, pero hay que pedir renovación”.
Preocupación de los médicos
“En este último tiempo, en muchos de los webinarios que hacemos, el comentario común de todos los colegas a nivel mundial son las consultas tardías de pacientes que tienen enfermedad coronaria”, manifestó la doctora Gallardo, apuntando que muchos de estos pacientes se infartaban o se morían por una enfermedad coronaria que podría haber sido tratada y bien resuelta. “También hay consultas tardías por arritmias o algunas otras enfermedades del intestino. En general, son varios los problemas que puede ocasionar no hacer consulta médica a tiempo”, acotó.
La médica generalista mencionó que en los casos de pacientes que tienen insuficiencia renal y están en una etapa avanzada, corren el riesgo de ir a diálisis si es que no consultan a tiempo y no se ajustan a sus respectivos tratamientos.
“Tienen miedo”
Por su parte, la doctora Mariana Eguren, médica clínica con orientación en geriatría, al ser consultada por Democracia sobre los riesgos de esta pandemia en el caso de los adultos mayores, se refirió al miedo que algunos tienen de salir de sus casas, al punto tal de no querer ir al consultorio médico para consultar cuando tienen algún problema de salud.
Opinó que el problema actual, por la pandemia de COVID-19, va a estar presenta hasta que no llegue una vacuna al país para prevenir la enfermedad. “La situación continuará de esta manera, pero la gente va a tener que tener una vida más normal, es imposible que estén encerrados todo el tiempo, porque se estarán trastornando anímicamente, con ansiedad, angustia, depresión. Hay gente que no puede encontrar un rumbo, no le encuentra salida y sentido a muchas cosas, entonces es terrible esa calidad de vida que tienen”, reflexionó.
Respecto a la gente mayor, grupo de riesgo ante esta pandemia, la doctora Eguren dijo: “Como médicos estamos viendo que llegan tarde a la consulta por enfermedades porque tienen miedo de ir a los hospitales. Llegan tarde con un infarto, un ACV o cuadros abdominales agudos; también vemos que no se controlan patologías crónicas porque tienen miedo de ir y después uno ve enfermedades metabólicas descontroladas porque no quieren consultar”.
“He visto casos en los que la persona te dice: ‘yo al hospital no voy porque tengo miedo de contagiarme’. Uno les indica hacerse estudios y directamente no quieren ir. Hay pacientes que son diabéticos, dislipidémicos y demás, que a veces con la cuarentena comen cualquier cosa, aumentan de peso, comen mucha harina, hacen poca actividad física; entonces toda la parte metabólica se está descompensando. Yo atiendo gente de PAMI. Uno los tiene que convencer para que realicen los estudios, decirles que son necesarios porque uno necesita la información para decidir médicamente”, explicó la doctora Eguren.
“Hay cosas que si uno las retrasa en el diagnóstico y en el tratamiento, pueden llegar a ser graves”, advirtió.
Manifestó que siempre se deben tomar los recaudos necesarios (uso de barbijo, distanciamiento social, lavado de manos o uso de alcohol en gel), pero también realizar la consulta, puesto que se estima que la pandemia va a seguir hasta que se desarrolle una vacuna contra el COVID-19.
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