El nuevo esquema de Seguridad se aplicará a los 44 distritos que tienen más de 70.000 habitantes y a otros 14 que, si bien tienen menos población, no habían adherido a la creación de la Policía Comunal prevista para los municipios más chicos.
La nueva estructura determina que el jefe de Estación Departamental dependerá de un jefe de Región y luego seguirá el Jefe de la Policía Bonaerense y el ministro de Seguridad.
Para coordinar las instancias provincial y municipal, aclararon, crearán una “Mesa de Coordinación Local” para “elaborar un mapa del delito y planificar las acciones de la Policía para su prevención de acuerdo a la realidad de cada distrito” a efectos de “diseñar un Plan Integral de Seguridad Local”.
El objetivo, dijeron, es también “promover una utilización más eficiente de los recursos logísticos empleados en el trabajo policial”, especialmente el combustible y la adquisición, mantenimiento y reparación de los edificios y móviles policiales.
Pretenden también asegurar la integración funcional entre los Centros de Operaciones de Monitoreo (COM) de los municipios, con las unidades policiales que actúen en el territorio, “a fin de que el impacto del despliegue policial, tanto preventivo como reactivo, se potencie” a través de las herramientas tecnológicas de las comunas.
“Ninguno de estos cambios implica una delegación del mando policial en los gobiernos municipales”, aclaró la fuente, aunque aseguró que “otorga una mayor injerencia a los intendentes en la problemática”.
Agregó que la Provincia “cuenta con 135 municipios con realidades sociales, económicas, institucionales y criminológicas muy diversas y por lo tanto esta reorganización del funcionamiento de la policía da cuenta de los cambios que se han producido en las capacidades de los gobiernos locales en torno a la seguridad”.
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