Hace más de dos años, el merendero Rayito de Luz trabaja para que a los chicos del barrio Los Almendros no les falte su alimento.
Desde marzo, a raíz del decreto de aislamiento obligatorio, si bien no se puede abrir el merendero para servir la merienda, Rosa Negrete y voluntarios redoblan el esfuerzo, así como quienes colaboran con alimentos para preparar merienda y cena para los niños y sus familias.
Todo el trabajo se duplicó para hacer frente a la situación actual.
Más que una merienda
Tiempo atrás, Rosa cumplió el sueño de abrir un merendero en un local en casa de su madre para que los chicos del barrio tuvieran una taza de leche.
Ubicados en Francia 1635, del Barrio Los Almendros, en “un lugar prestado”, como dice Rosa, más de 70 chicos se reunían por su merienda.
Pero en realidad, en Rayito de Luz, ellos hacían más que merendar ya que contaban con apoyo escolar y distintas actividades que aportaban a su día, desde el amor y el acompañamiento.
“En Rayito de Luz ellos encuentran contención, pasan muchas horas acá”, contaba Rosa hace algunos meses, mientras con su tarea captaba la atención del Rotary Junín que le entregó una distinción por su labor: el Trébol de Plata.
En los inicios, el merendero “no tenía nada, así que comencé a pedir platos, vasos, bancos, mesa, y cuando tenía todo armado, hice unos folletitos un domingo, los repartí en el barrio y el lunes vinieron 45 chicos. Así arrancó Rayito de Luz”, rememora.
Viandas para familias
Hoy, con ayuda de los voluntarios y aquellos juninenses que colaboran con el merendero entregando alimentos y mercadería, en Rayito de Luz se prepara todas las noches la vianda de cena para las familias del barrio que se acercan a buscarla.
“Entregamos la merienda para los chicos, además de alimentos y ropa”, cuenta Rosa sobre el trabajo que realizan en tiempos de pandemia.
“Y a la noche preparamos la vianda para 40 familias de lunes a sábado”, explicó.
Pero los sábados cocinan las madres: “Invité a las mamás para que vengan y cocinan ellas, luego se reparten las viandas”.
Así, en tiempos difíciles, todos se arremangan para dar una mano a los que más lo necesitan.
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