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La foto de Baldomir, tras el motín.
SE ENCUENTRA RECLUIDO EN LA UNIDAD PENAL Nº 2 DE LAS FLORES, SANTA FE

Carlos Baldomir, a un mes del motín: "La pasamos mal y sentimos miedo"

El ex campeón mundial cumple condena en el Penal de Las Flores, en uno de los pabellones que quiso ser atacado por los presos amotinados el 23 de marzo. “A los acusados por abuso ellos no nos quieren”, dijo el “Tata”, que durante el episodio fue dado por muerto.

Carlos Manuel “Tata” Baldomir, excampeón mundial de boxeo, se encuentra recluido en la Unidad Penal Nº 2 de Las Flores, Santa Fe, desde el 29 de diciembre de 2016. Nunca tuvo prisión domiciliaria. 
Después de pasar algunos días en la Seccional de Policía Nº 8 de la capital provincial y otros en la Subcomisaría Nº 16 de Santo Tomé, fue derivado a la citada cárcel, donde primero estuvo alojado en el pabellón Nº 8 y después en el Nº 9. Había sido detenido el 18 de noviembre de aquel año en Junín (donde residía desde 2010), acusado del delito de abuso sexual agravado por el vínculo, ya que la denunciante era su hija menor.  
El 31 de julio de 2019, Baldomir fue sentenciado a 18 años de prisión, condena que fue apelada oportunamente por su defensa y reducida el pasado 9 de diciembre, a partir del reconocimiento de argumentos a su favor, a 16 años y medio. Antes de ser juzgado, había rechazado firmar juicios abreviados por condenas sustancialmente menores, llegaron a ofrecerle uno por solo cinco años, porque para ello debía declararse culpable. Y eso, aclaró Baldomir, “es algo que nunca voy hacer, porque soy inocente, pero fui condenado sin pruebas físicas ni exámenes médicos en mí contra, solo con dichos y en base a una cámara Gesell mal hecha”.  
Este año el “Tata” volvió a ser noticia, pero no por su situación procesal penal, sino por un hecho ajeno totalmente a la misma. Ocurre que por unas horas, durante la mañana del martes 24 de marzo, circuló la versión, incluso con imágenes que así lo avalaban (las que estaban siendo difundidas sin ninguna clase de reparo o chequeo previo por las redes sociales, e incluso por algún medio de alcance nacional), de que Baldomir era uno de los cuatro muertos del motín desencadenado en la mencionada unidad carcelaria el día anterior y sofocado recién a la madrugada siguiente.
 
“Pensaba en mi familia” 
Hacia el mediodía de aquella jornada, la falsa noticia sobre la muerte de Baldomir ya había sido desmentida por las propias autoridades del penal, que mostraron al ex púgil en su lugar de detención, para confirmar que estaba vivo, sin lesiones o algún otro problema de salud. Consultado sobre este punto, Baldomir explicó al diario El Litoral: “Nosotros estamos en el sector de alcaidía, en uno de los pabellones por abuso (el Nº9), separados de los otros presos. En el pabellón Nº 3, que es donde se amotinaron, también había gente que está por la misma causa, yo supongo que allí vino la confusión”.  
El “Tata” recordó que la protesta de los amotinados “era por los permisos para las salidas transitorias, porque ellos decían que venían atrasados con eso”. Al principio el reclamo era ese, dijo Baldomir, sin dejar de aclarar que lo que se comenta es que una vez que irrumpieron en la farmacia y pasaron a la cocina, tomaron pastillas con alcohol y eso les hizo mal. “Eso es lo que dicen, que así fue como empezaron a ver si podían atacar los pabellones de abuso”, continuó. “Salieron de su pabellón y quisieron entrar en el sector de alcaidía, pero hay que pasar un alambrado; intentaron hacerlo, sí, pero no pudieron, porque allí saben estar dos o tres policías apostados”, describió después.  
“Ahí sí sentimos un poco de miedo, porque nosotros, que estamos acusados de abuso, somos discriminados por los otros presos, no nos quieren; así que en ese momento la pasamos mal”, prosiguió. Eso fue hasta las 3 de la mañana, dijo, por lo menos. Y como pudieron dormirse muy tarde, al otro día también se levantaron tarde, tipo 11 o 12. Como a las 13, se acerca un celador a su celda y le pide: “Baldomir, te tengo que sacar una foto porque las noticias dicen que vos estás muerto”, me dijo.  
“Como le pedí que le diga al alcaide que estaba vivo, que no hacía falta, más o menos una hora después volvieron y me pidieron que salga, me sacaron una foto y la subieron a Internet para demostrar que estaba vivo”, añadió. Luego aclaró: “El problema era mi familia, porque estaba muy preocupada; me habían dado por muerto –porque había un fallecido parecido, y yo de eso no sabía nada. Si no venían los guardiacárceles a sacarme la foto y a mostrarme las noticias, no me enteraba de nada. Decían: mataron al excampeón Baldomir y yo pensaba en Laura (su actual esposa), en todos mis hijos, en mis hermanos y los pocos amigos que me quedaron”.
 
“Estoy condenado sin pruebas”
Cuando abordó el tema del juicio, Carlos Baldomir insistió en que él fue “condenado a 18 años en primera instancia, sin pruebas, únicamente por dichos” y que gracias a una apelación posterior, su defensa logró reducir ese tiempo a 16 años y medio. “¿Por qué digo que me han condenado sin pruebas y que el fallo es una vergüenza? Porque hay que ser claros, yo estoy denunciado por haberle puesto el pene en la boca a mi hija, pero eso es lo que dicen ellos, porque todo es por dichos, sin necesidad de probar nada, ni siquiera sin dar una fecha exacta, porque dicen que pudo ser en 2007, o en 2008”, explicó.
“También hay una acusación de manoseo en 2010 y otra de 2013, esta última en Junín, a donde iban de vacaciones mis hijos más chicos, José Ignacio de 14 años y Lourdes, que es la que me denuncia, que tenía 13 para ese entonces”, amplió. “Los chicos siguieron yendo de vacaciones los primeros días de enero y febrero, o durante las vacaciones de invierno, en 2014, 2015 y hasta en 2016, año en que Lourdes fue sola en febrero. ¿Eso no les llama la atención? ¿Cómo puede ser que una chica que era abusada te vaya a visitar lo mismo, o te siga viendo... cómo explican eso? ¿Si fue abusada tantas veces por el padre, lo iba a ver igualmente a Junín, a 400 kilómetros de distancia?”, prosiguió en la entrevista a El Litoral.
 “Me dieron 18 años sin tener que mostrar un examen médico, o alguna prueba física que avale todo lo que dice la fiscal Alejandra del Río Ayala”, añadió Baldomir. Después aclaró: “No hay pruebas, nada, pero jamás me otorgaron el beneficio de la duda, o la presunción de inocencia que se supone que tenemos todos. Y antes de dictaminarlo la justicia, ya me habían condenado una parte de la sociedad y algunos medios, uno en especial, que todos saben cuál es”. 
 “El año anterior al juicio hubo una audiencia preliminar, a cargo de un juez de turno, que duró unas dos horas y media”, dijo a continuación. “Allí, el juez confirmó que en mi caso no había corrupción de menores, ni acceso carnal, pero todo eso fue ignorado en el juicio de 2019, como así también el pedido de informe de la cuenta del banco de Estados Unidos, que ese mismo juez pidió que fuera agregado al expediente del caso y nunca lo hicieron”.

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