El drama económico que genera la pandemia de coronavirus no discrimina actividades ni rubros. En efecto, castiga por igual a la economía formal e informal, al comercio, a las pymes, la industria, los profesionales autónomos, los oficios, las changas, las actividades deportivas y culturales.
Nadie está ajeno al impacto de la crisis y la cuarentena, incluso un actor prácticamente impensado: el Estado y las economías municipales, que también fueron puestas en jaque, en este caso puntual, por la pronunciada caída de la recaudación provincial, que se traduce en menos fondos coparticipables a las arcas comunales.
Los gobiernos locales están centrados en batallar con sus herramientas para cuidar a los vecinos, pero comienzan a trasparentar complejidades enormes para poder cumplir con las obligaciones porque la provincia de Buenos Aires enviará, en promedio, la mitad de los recursos proyectados, aunque en muchos distritos de la región la caída es aún más elevada, según pudo constatar Democracia en un relevamiento.
El primero en encender las luces de alarma, esta semana, fue el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli (Pro), que sentenció: “Ningún municipio va a poder pagar sueldos”. En este sentido, el alcalde opositor, que valoró las decisiones tomadas por el Gobierno nacional, anticipó que desde el espacio político pedirán medidas de auxilio económico y financiero.
Es que si bien los porcentajes de la coparticipación se mantienen, la caída en la recaudación, como consecuencia del paráte económico, impacta en una brusco descenso de los montos que reciben los municipios.
Cuarta Sección
En Junín, una fuente del área económica del municipio informó que “de 22 millones de pesos aproximados” que debería recibir el distrito, calculan que “llegarían 6 millones”, situación que implica una caída del 70 por ciento.
Un panorama igual de preocupante se vive en Lincoln, que terminaría perdiendo 21 millones de pesos de coparticipación en abril, según estimaciones del municipio. "Nos deberían haber llegado 55 millones de pesos, de los cuales nos van a llegar solamente 34 millones", declaró el secretario de Hacienda local, Alberto Sala.
En Chacabuco, el intendente radical Víctor Aiola confirmó esta semana que “la recaudación de tasas municipales cayó un 85% y la recaudación por la coparticipación, un 50%. Por eso, el presidente anunció la creación de un fondo nacional para ayudar a las provincias y municipios para pagar sueldos".
"En este curso de las cosas, nos podemos sentar a charlar en paritarias, pero aumentos es imposible que existan. No sabemos si vamos a poder pagar los sueldos", dijo.
En General Viamonte, según confirmó ayer a Democracia el intendente radical Franco Flexas, la caída de los fondos coparticipables fue del 60 por ciento.
Desde el municipio de Leandro N. Alem, que conduce Carlos Ferraris (Frente de Todos), señalaron que "la pandemia mundial no da tregua y la crisis golpea en todos los frentes. Se siente el impacto, tanto por la paralización de la economía como por el incremento de la inversión en salud para atender la situación en plena emergencia sanitaria".
"La coparticipación provincial, de donde sale el 70% de nuestro presupuesto, está siendo de un 42,9% menor que en marzo. Por su parte, la recaudación de tributos municipales se redujo un 44,5% en relación al mes anterior”, afirmaron.
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