Mientras el país entero se encuentra en cuarentena total por el avance de la pandemia del coronavirus Covid-19, cada vez son más los vecinos que se organizan en grupos para ayudar a quienes más lo necesitan. En las ciudades de la región, cada uno utiliza sus herramientas para poder colaborar en tiempos difíciles y contener a las poblaciones más vulnerables: costureras confeccionan barbijos, cofias y batas; profesores de educación técnica fabrican portasueros con sus soldadoras y amoladoras; empresarios hacen donaciones de dinero; diseñadores y programadores de software imprimen protectores faciales en 3D para el personal de salud; contadores públicos brindan sus servicios gratis para tramitar la Asignación Familiar de Emergencia; psicólogos proponen contención online o por teléfono, y los vecinos en general donan alimentos o se ofrecen a hacer mandados a quienes no pueden salir de sus casas. Todos unidos en una causa común: dar batalla al coronavirus y formar parte de una red de contención para atravesar el momento con mayor tranquilidad.
Vecinas que confeccionan barbijos
Ni bien se decretó la cuarentena obligatoria, desde Rotary Club y Lacec Rojas convocaron al “Grupo de mantas” para confeccionar barbijos, cofias, botitas y camisolines. “Fue muy sencillo invitarlas a sumarse a esta iniciativa, solo hay algunas mujeres de Rotary y Lalcec, el resto pertenece a la comunidad en general”, contó Virginia Gear de Rotary Club y agregó: “Son elementos de seguridad para el personal de salud, de seguridad, bomberos, aquellos que van a estar muy cerca de los casos con virus. Las 23 que formamos parte del grupo abrimos esta posibilidad a otras personas y hoy son alrededor de 40 las que están trabajando en esta cadena de producción.Conseguimos las telas y armamos una cadena: algunas armamos los moldes, otras vamos a buscar las telas, otras cosen, otras recogemos los trabajos realizados, y así sucesivamente”.
En color blanco arman barbijos y los agrupan de a veinte unidades en bolsas para entregar y, en color celeste, arman las botitas para colocar en el calzado. El destino de los elementos es el Hogar de Ancianos San Francisco de Asís, Lalcec Hospital Municipal, para el Hogar Santa Teresa, personal de Seguridad y Bomberos Voluntarios. En Rojas, incluso una abuela de 96 años se encuentra confeccionando elementos de seguridad para entregar a aquellas personas más expuestas. En la localidad de Bayauca, partido de Lincoln, vecinos armaron barbijos y los donaron a la Unidad Sanitaria del pueblo. Esta iniciativa fue replicada en distintos distritos.
Portasueros y mascarillas 3D
Profesores de la Escuela Técnica Nº 1 de Lincoln se unieron en el taller para fabricar 300 soportes para suero de manera artesanal. Se organizaron con las soldadoras, máscaras, máquinas de corte y demás herramientas para hacer todas las unidades y donarlas al hospital municipal. “Esta iniciativa es parte de las medidas de anticipación que, de forma solidaria y conjunta, se vienen gestando en nuestro disitrito; gracias a toda la comunidad educativa de la modalidad de Enseñanza Técnica por poner la educación al servicio de esta contingencia”, escribió el intendente Salvador Serenal luego de visitar el taller.
Por otro lado, personal de las EEST Nº1, EEST Nº2, Escuela Agraria Nº1 y particulares de Lincoln aportaron sus máquinas y conocimiento en impresión para avanzar en la producción de mascarillas 3D aptas para la atención a pacientes con coronavirus. A través de una iniciativa conjunta entre el Punto Digital y la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 1, con colaboración del INTI y de la Universidad Torcuato Di Tella, se llevó a cabo con éxito la prueba piloto: “una vez obtenido el aval de las autoridades y de los especialistas, inmediatamente, comenzó la producción de mascarillas: entre las máquinas de las escuelas y de algunos privados que se sumaron a la iniciativa contamos con diez impresoras 3D”, explicó José Pace, director general de Modernización y amplió: “nuestro objetivo es generar cien unidades que serán otorgadas al cuerpo médico local. Cada mascarilla es reutilizable, solo se le debe cambiar el filtro, el cual tiene una vida útil de 40 horas”.
Protectores faciales para el personal de salud
Un grupo de vecinos de Rojas tomó la iniciativa de fabricar protectores faciales mediante impresión 3D y entregarlos al personal médico y de salud del hospital Saturnino Unzué. “La idea surgió al ver que en otros lugares los están fabricando y nos unimos entre varias personas de la ciudad de Rojas que tenían iniciativas similares”, contó a de Democracia el desarrollador de Software Leandro Baleriani y agregó: “Actualmente trabajamos a demanda del Hospital Saturnino Unzué de Rojas y canalizamos con ellos todos los pedidos de protectores, nos van diciendo la cantidad y nosotros los fabricamos”.
Los protectores que elaboran constan de tres partes: un armazón impreso con impresoras 3D, una lámina de acetato y un elástico para el ajuste. “Son de bajo costo los materiales y se pueden producir en gran cantidad, rápidamente”, señaló Leandro Baleriani y, respecto del desarrollo de los elementos, indicó que “existen planos abiertos a toda la comunidad que se pueden obtener de la pagina https://www.coronavirusmakers.org/, que es la iniciativa global y, en nuestro caso, contamos con Sergio Lazzari, un vecino de Rojas que ya estaba trabajando con este desarrollo y nos compartió los documentos de diseño que están usando ellos; también él ordenó la parte técnica del proyecto para que estemos todos alineados respecto al modelo de protector a imprimir”.
El chango solidario
“En Chacabuco se conformó el Consejo Social, ahí estamos todas las instituciones de la ciudad y el municipio, es algo totalmente nuevo y se logró unir a las fuerzas políticas y credos para afrontar la crisis sanitaria y económica que atravesamos”, contó a Democracia Javier Corbacho de Red Solidaria Chacabuco y agregó: “Nosotros propusimos hacer una campaña para que las personas que vayan al supermercado donen un alimento, entonces se adhirieron los comercios, pusimos changos en cada uno, dividimos a la ciudad en cuatro cuadrantes y dos veces por semana hacemos la colecta en cuatro camionetas y la llevamos a la sede de UOMA, ahí se preparan los bolsones y Desarrollo Social manda el listado de familias a las que los tenemos que distribuir.Son alrededor de 130 bolsones diarios que entregamos a quienes más lo necesitan, hay personas que reciben ayuda desde antes y otras que se sumaron por esta situación difícil”.
“Estamos muy bien organizados, necesitamos la ayuda de todos pero, físicamente, la menor cantidad posible, hay que respetar la cuarentena, nos sorprende el compromiso de la gente, celebramos que estamos todos unidos en esto, es algo histórico”, contó Corbacho y sumó: “La gente nos tiene mucha confianza y eso se lo agradecemos mucho”.
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