- Divisiones
Al hacer referencia a su oficio, Carafiello habla permanentemente de la división de la cabeza para el corte: “La división que hacen las academias es la clásica, en cuatro sectores, y después se trabaja en cada una de esas zonas y, basado en eso, uno hace con el corte”.
- Tendencias
Según dice, hoy en día “es más fácil” adaptar su trabajo a las tendencias: “Antes no había tanta información, uno compraba revistas, estaba atento a los cursos que se hacían, yo viajé mucho a Buenos Aires y a Rosario, y actualmente internet nos da otras posibilidades”.
- Largo
Carafiello recuerda que en los 90 la tendencia era el pelo largo y desprolijo, pero eso también requería de su servicio: “Porque si uno se deja crecer el pelo y no hace nada, parece el Tío Cosa, hay que mantenerlo, cortar las puntas para que no se reseque y demás”.
- Pelados
En una suerte de movimiento pendular, a la moda del pelo largo le siguió la de cabezas rapadas. “En ese tiempo –cuenta Carafiello– era todo muy artesanal, teníamos la máquina manual. Después ya salieron las eléctricas y muchos clientes pudieron comprárselas”.
- Barberías
En esta época en donde florecen las barberías, Marcelo analiza: “Pensé que iba a ser un fenómeno que iba a desaparecer pronto y, lejos de eso, se impuso muy bien. A mí no me molesta porque es otra rama que yo no puedo atender de la manera en que se hace ahí”.
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