GENERACIÓN Z, A LA OBRA

Los jóvenes, los más preocupados por el cuidado del medio ambiente

La contaminación y la toma de conciencia sobre el planeta, son algunas de las principales inquietudes de quienes tienen entre 18 y 25 años. Se informan, investigan, se comprometen y buscan cambiar los hábitos, pensando en el futuro.

La música, el deporte, las salidas son actividades que los jóvenes disfrutan a pleno en determinada edad pero desde hace unos años, la explosión sobre la problemática del cambio climático fue a ellos a quienes más impactó. 
Tanto que es el rango etario que va de los 18 a los 25 años, la Generación Z, la que más se preocupa, se informa, y pone en práctica la mayor cantidad de acciones tendientes a cuidar el medio.
De hecho “la contaminación” y “la inestabilidad económica” son las principales preocupaciones de la mitad de los argentinos de esa edad, según un trabajo difundido por Amnistía Internacional que persigue elaborar una suerte de radiografía de los jóvenes que integran la llamada Generación Z.
La investigación encuestó a más de 10 mil personas de entre 18 y 25 años de 22 países (incluida Argentina) para un estudio sobre “El futuro de la humanidad”. 
En particular, el 49 por ciento de los jóvenes de Argentina consideró que el problema más importante que enfrenta el mundo es la contaminación. Sin embargo, las conclusiones de la encuesta se extendieron mucho más allá de la crisis climática y reflejaron las dificultades y preocupaciones cotidianas que afronta la generación Z en sus respectivos países.
Democracia dialogó con dos jóvenes juninenses, Melisa Alcaraz y Delfina Spina, quienes dieron su opinión sobre su compromiso y la preocupación por el medio, que incluso en muchos casos excede a una generación.
Las cosas y el daño que producen
Delfina tiene 18 años y estudia Geología en la Universidad Nacional de La Plata.
“Yo creo que los jóvenes estamos más preocupados más que nada porque somos conscientes de que lo que hagamos nos va a afectar a nuestro futuro”, aseguró.

“Creo que los seres humanos aceleramos el cambio, pero también soy consciente de que es cíclico. Yo supongo que los jóvenes también nos ocupamos mucho más, por el miedo a las consecuencias que nos traiga en el futuro”.

Asimismo destacó, “también creo que somos responsables a la hora de fijarnos el consumo de las cosas y el daño que producen. Yo por mi parte, sé y entiendo que el cambio climático es algo natural en el planeta tierra”.
Más allá de eso, explicó: “Soy cuidadosa a la hora de por ejemplo fijarme y tratar de realizar el menor consumo de agua, luz y gas que son recursos necesarios para nuestra vida.  Pero que sean necesarios no implica el uso desmedido”.
Delfina reflexionó sobre la responsabilidad que nos cabe: “Creo que los seres humanos aceleramos el cambio, pero también soy consciente de que es cíclico. Yo supongo que los jóvenes también nos ocupamos mucho más, por el miedo a las consecuencias que nos traiga en el futuro”.
Y como no todo es blanco o negro, destacó el papel de los medios en la problemática del planeta.
“Entiendo que hay medios que manipulen la información o empresas, personas que se aprovechan de la situación para sacar provecho en sus cosas. Creo que hay una gran desinformación en el tema, porque considero que es más fácil escuchar y repetir que tomarse el tiempo de investigar o estudiar”, enfatizó. 
Melisa tiene 20 años y estudia medicina. En diálogo con Democracia, contó algunas rutinas de cuidado del medio, que pone en práctica en su vida cotidiana.
“Yo, particularmente tomé mucha conciencia sobre el medioambiente y trato de aplicarlo en casa, como la reducción de uso de plástico”, explicó.
“A  veces hay cosas que te exceden y no podés cumplir todo al pie de la letra. Pero estoy bastante concientizada y me encanta leer e informarme sobre ello”.
En la reducción del uso de plástico, por ejemplo, Melisa utiliza religiosamente bolsa de tela para sus compras.
“Y en el caso de la comida que viene con envase de plástico, trato de reutilizar ese plástico. Las botellas de gaseosas las reciclo y las sigo utilizando. Pero utilizo botellas de vidrio generalmente”.
Nunca tirar las colillas de cigarrillos en otro lugar que no sea un cesto, no solo por el medio directamente sino “porque le hacen mal a muchos animales así como separar la basura”, son hábitos incorporados para Melisa.
Además, el cuidado del agua: “Nunca dejo correr el agua: ya sea para lavarme los dientes o bien para lavar los platos. Igualmente las duchas de baño no son prolongadas, para no perder agua”. 

Cuestión mundial
El 59 por ciento de los jóvenes argentinos del estudio, consideró que el problema más importante es la “inestabilidad económica”. 
En el ámbito nacional, también fueron citados como problemas importantes la corrupción (por el 36 por ciento), la contaminación (el 26 por ciento), la desigualdad de ingresos (el 25 por ciento), el cambio climático (el 22 por ciento) y la violencia contra las mujeres (el 21 por ciento).
El estudio le pidió a las personas encuestadas que eligieran un máximo de cinco problemas importantes que afronta el mundo de una lista de 23, y a nivel global un 41 por ciento manifestó que “el cambio climático” es uno de los temas más serios, seguido del 36 por ciento que eligió “la contaminación” y el 31 por ciento que seleccionó “el terrorismo”.
“Este año, cuando la gente joven se ha movilizado en grandes números por el clima, no sorprende que muchas de las personas encuestadas lo considerasen uno de los problemas más importantes que afronta el mundo”, sostuvo Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.
En ese marco surgió la activista medioambiental sueca Greta Thunberg, quien en los últimos días reivindicó las voces de los expertos sobre cambio climático y pidió: “Que su voz se haga más fuerte”, en un evento organizado en la Cumbre Mundial del Clima (COP25).

Calentamiento global
En la encuesta, el calentamiento global fue también el más citado de los problemas medioambientales más importantes que afronta el mundo (el 57 por ciento), de entre 10 problemas medioambientales, entre ellos la contaminación del mar y la del aire y la deforestación. 
“Los resultados de la encuesta muestran que para la mayoría de los jóvenes los derechos deben ser protegidos y que los gobiernos deben tomar en serio el bienestar de las personas, incluso en contextos de crisis económica”, afirmó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
De esta forma resaltó que “los líderes de todo el mundo deben escuchar la voz de la Generación Z”. 
De acuerdo con el estudio, la mayoría de los jóvenes “valoran los derechos humanos en general y quieren que sus gobiernos asuman la mayor parte de la responsabilidad de protegerlos”.

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