La Universidad adquirió cinco desfibriladores para ser instalados en los edificios donde se concentra la mayor circulación de alumnos.
En Sede Junín será el edificio “Eva Perón” (Sarmiento y Newbery), el “Presidente Raúl Alfonsín” (Sarmiento y Libertad), y el “Elvira Rawson de Dellepiane” (Rivadavia y Newbery). En tanto que en Sede Pergamino será en los edificios de Monteagudo y ECANA.
Además de su instalación, se capacitará a no docentes en el manejo de estos dispositivos para que puedan actuar cuando se produzca una emergencia. La capacitación estará a cargo de docentes de las carreras de Enfermería.
Un desfibrilador es un aparato electrónico capaz de reestablecer el ritmo cardíaco normal mediante la aplicación de una descarga eléctrica.
Herramienta eficaz
Desde el Instituto Académico de Desarrollo Humano explicaron que “la introducción del Desfibrilador Externo Automático (DEA) en el tratamiento del paro cardiorrespiratorio ha significado un profundo cambio en las estrategias para su tratamiento”, ya que permite que “la herramienta más eficaz a tal efecto pase de ser de uso casi exclusivamente médico a poder ser manejada por cualquier persona después de un mínimo entrenamiento”.
“La fiabilidad diagnóstica del DEA, identificando correctamente las arritmias subsidiarias de desfibrilación, ha sido contrastada en varios estudios y es hoy universalmente aceptada”, señalaron.
Desde el IADH dijeron que estos dispositivos permiten actuar precozmente y resolver una emergencia en el lugar donde se produjo, antes de que se active el sistema de atención médica, contando con minutos claves para salvar una vida.
“La eficacia de los desfibriladores depende del tiempo, ya que las expectativas de éxito son del 90% al primer minuto de sucedido el evento y se reducen entre un 7 a 10% por cada minuto que se retrasa su aplicación”, aclararon.
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